Aínsa, Huesca

Xabier Tovar 14 Febrero, 2019

Si hablamos de pueblos con encanto, no podemos olvidarnos de Aínsa, una preciosa villa medieval en la provincia de Huesca. En este precioso pueblo rodeado por el Pirineo Aragonés, podrás disfrutar del auténtico turismo rural y trasladarte a la fascinante edad media.

AÍNSA, Huesca
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Introducción

En nuestro país se conservan hermosas joyas de nuestro pasado medieval, pueblos que han sabido guardar aquella humilde estética y algunas de sus antiguas y soberbias construcciones. Fue una época de guerras, de enormes esfuerzos por sobrevivir en las duras tierras que los nobles de uno y otro lado se disputaban.Y de este tiempo tenemos lugares como Aínsa, en la provincia de Huesca, que no solo posee la estética mencionada, sino que la sitúa en un espacio natural maravilloso. Declarada Conjunto Histórico-Artístico desde 1965, con el fin de ayudar a preservarla, se la nombró capital del turismo rural 2018 por la buena oferta que dispone.

Fue esta villa la capital del condado de Sobrarbe, que fue parte de la Marca Hispánica constituida por Carlomagno y uno de los tres que compusieron el Reino de Aragón en sus orígenes; cuando se separó del Reino de Navarra y logró el respaldo papal para asegurarse el título.Existen numerosas y contradictorias historias de este periodo, aunque es sabido que la villa logró tener su propio fuero y establecer un poder de sus habitantes en contra del poder feudal. Algo que con el tiempo, como en otras regiones, acabarían perdiendo.

La región estaba en sus orígenes dominada por Al-Andalus en buena parte, pero la villa de Aínsa no conoció duros asedios. Las batallas se libraron más al sur y en ocasiones, en esta caótica política de la península medieval, se lucharon entre cristianos con alianzas moras y viceversa.

El escudo heráldico de este condado, basado en una leyenda fundacional cristiana, se encuentra incluido en el actual escudo de Aragón; la encina con la cruz en lo alto.

Queda a todas luces claro que Aínsa posee un pasado de gran relevancia histórico en nuestro país. Esto se suma al resto de propuestas que ofrece, añadiendo más valor cultural a la visita.

Aproximándonos

Desde Huesca se nos presentan dos rutas que rodean el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, una saliendo dirección norte y otra dirección este. Ambas tienen un recorrido que nos llevará el mismo tiempo hacer hasta Aínsa.

Siguiendo la segunda se nos presenta la opción de tomar una ruta más larga, pero que nos permitirá cruzar el parque natural y visitar lugares de gran belleza, como lo es el pueblo de Alquézar. Aunque siguiéndola directamente, podremos disfrutar de los embalses del río Cinca y los paisajes que generan sus aguas entre las cotas.

En la primera tendremos una primera etapa por autovía, hasta Sabiñánigo, donde cambiaremos a carretera en el tramo que nos conducirá hacia el este.

Sea cual sea la elección, todas nos mostrarán los verdes paisajes aragoneses que son ante sala de los Pirineos y nunca defraudan a los sentidos.

AÍNSA, Huesca
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Atractivos

Hay dos Aínsas, una moderna y otra medieval, viviendo ambas una junto a la otra.La medieval se desarrolló en la cota que domina la confluencia de los ríos Cinca y Ara, mientras que la moderna la encontraremos bajo ella, más cercana a ambas riberas.

Nosotros nos centraremos en la antigua, que es la que llama poderosamente a visitar la villa.

En primer lugar deja claros sus orígenes en la distancia. Su situación estratégica, para los estándares de la guerra medieval, los materiales que apreciamos y el perfil de su conjunto, trasladan la mente a muchos siglos atrás.

Comenzamos detallando esta bella población destacando su Plaza Mayor, amplia y evocadora. Rodeada por casas de dos plantas, abalconadas y de piedra vieja, que la alcanzan con soportales, crean una línea de arcos que la engalanan. Es un lugar magnífico para disfrutar de las terrazas. En Febrero se realiza la Ferieta de Aínsa en esta plaza.Su origen se data en torno a los siglos XII y XIII, conservando una parte de la antigua muralla en la puerta que conduce a la calle mayor y que se une con el viejo edificio que es su ayuntamiento.

Al sur de esta plaza vemos la Iglesia Parroquial de Santa Ana, su torre se alza por encima del mencionado ayuntamiento. Consagrada en 1181, de estilo románico; aunque el claustro es posterior. Fue restaurada a principios de los años 70, dando el perfecto estado actual que podemos disfrutar.Además de formar parte de la homogeneidad arquitectónica que toda Aínsa presenta, posee hermosos detalles de ese románico puro que pretendía en el simplismo de sus formas alcanzar una elegancia sin excesos.

Hacia el norte la Plaza Mayor se abre y nos lleva hacia el Castillo de Aínsa, tras atravesar una agradable zona ajardinada. Esta fortaleza es original del siglo XI, levantada para defender la población de los vecinos islámicos del sur. En el siglo XVII será ampliada, respetando buena parte de sus partes previas, esta vez por la amenaza desde el norte que representaban las fuerzas francesas.

La muralla del complejo defensivo llega a alcanzar los 14 metros en alguno de sus puntos y es transitable por su superficie, permitiendo contemplar todo el conjunto, así como dar excelentes vistas del exterior.En la actualidad se encuentran en él un Ecomuseo y la oficina de turismo, así como es empleado para ferias y celebraciones.

Volviendo al sur, cruzando de nuevo la Plaza Mayor y pasando por el Portal de la vieja muralla, junto al ayuntamiento; entramos en la calle mayor y nos vemos recorriendo su estrecho corredor adoquinado y rodeado por las bellas casas tradicionales de piedra. Se estima que son originales del siglo XVI y la más representativa es la Casa Bielsa, que ostenta el escudo de su linaje en la fachada.

El recorrido por Aínsa se disfruta en un solo día, contando además con buenos servicios para el visitante. Una vez respirada la vieja villa, bien se pueden poner los ojos en sus parajes.

Viajando hacia el sur encontraríamos el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, y hacia el norte el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Aínsa, practicamente, se encuentra en el centro entre ambas reservas naturales.

Existen varias rutas para acercarse hasta ellos desde la villa.

AÍNSA, Huesca
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Despidiéndonos

Para aquellos que disfrutan del turismo rural o el histórico, Aínsa es un destino evidente. Pueblo que conserva toda la estética medieval, que posee importantes edificios representativos de dicho periodo y que además todo ello lo expone de un modo atractivo.

Buenos servicios para hospedarse o donde apreciar su gastronomía y un entorno natural al que acercarse y por el que dejarse enamorar.

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