La ciudad de Huesca, un tesoro de Aragón

Belén Valdehita

Su origen se remonta a miles de años atrás, pero la ciudad aragonesa de Huesca nos atrapará tanto por su pasado histórico como por ser una villa de lo más vanguardista. En Huesca disfrutaremos de su magnífico patrimonio, de sus atractivas tradiciones y de sus estupendas infraestructuras turísticas.

La ciudad de Huesca es la capital de la provincia del mismo nombre, en la Comunidad Autónoma de Aragón. Cuenta con una población de más de 52.000 habitantes y es una ciudad pequeña, pero con todos los servicios necesarios para hacer más agradable nuestra estancia.

En Huesca disfrutaremos de un clima de tipo continental, suavizado por la influencia del clima mediterráneo. Durante los meses de verano los días son secos, aunque con alguna tormenta ocasional. En invierno son habituales las heladas moderadas y los bancos de niebla, pero las nevadas son muy ligeras. La temperatura media anual es de 13 grados centígrados. En verano las temperaturas rondan los 35 grados, mientras que las heladas invernales pueden hacer que el termómetro descienda hasta -7 grados.

Uno de los principales atractivo de Huesca es su legado histórico y monumental. Su milenaria existencia ha proporcionado a la ciudad un abundante patrimonio, tanto civil como religioso. Gran parte de sus tesoros monumentales se encuentran situados en el Casco Viejo de la ciudad, que resulta muy cómodo, porque puede recorrerse tranquilamente a pie.

Entre las visitas imprescindibles en Huesca se hallan el edificio del Ayuntamiento, que es del siglo XVI; la Catedral de Huesca, del siglo XI y declarada Monumento Histórico Artístico en 1931; el Convento de San Miguel, del siglo XII; la Ermita de San Jorge, del siglo XIII; la Basílica de San Lorenzo, del siglo XIII; el Casino de Huesca, del siglo XV; la Iglesia y claustros de San Pedro el Viejo, del siglo XII; la Iglesia de Santa María Inforis, del siglo XIII; la Muralla de Huesca, del siglo IX; el Castillo de Montearagón, que es del siglo XI y se halla a siete kilómetros de la ciudad, o la Iglesia de Santo Domingo.

Después de este intenso recorrido monumental por el casco antiguo, nada mejor que reponer fuerzas con la buena cocina de Huesa. Su gastronomía está basada en las hortalizas y frutas que se dan en esta tierra; en sus excelentes carnes, generalmente de cordero, y en los pescados de los ríos de la provincia. Entre los platos más típicos están las habitas frescas con jamón de Teruel, la paletilla de ternasco al cava, la pierna de ternasco en su jugo, el tomate rosa de Huesca con jamón de Teruel, las migas trufadas con perlas de melón, el jarrete de ternasco estofado, el pollo al chilindrón, el salmorrejo de Rubik (de cerdo) o el carré de ternasco al romero.

A la hora de escoger alojamiento, la oferta de hoteles en Huesca es de lo más variado. Encontraremos hoteles de cuatro estrellas, el Sancho Abarca y el Abba Huesca, y un buen número de alojamientos de tres estrellas, como el hotel Pedro I de Aragón, el Sercotel Aparthotel Suites Huesca o la Posada de La Luna. También podremos escoger entre las propuestas de Hoteles de dos y una estrellas, como el Joaquín Costa, el San Marcos, el Hostal Rugaca, el Lizana o el Lizana 2.

La ciudad de Huesca es siempre una apuesta segura, por su excelente oferta de alojamiento y restauración, por su atractivo legado monumental y cultural y por el bello entorno natural que rodea la localidad, donde podremos realizar un buen número de actividades deportivas o de aventura.

A la hora de visitar Huesca debemos saber que las pajaritas son el símbolo de la ciudad y que contamos con la posibilidad de sacarnos el Carnet de Turista en la Oficina de Turismo, gracias al cual podremos disfrutar de numerosos descuentos y regalos en una larga lista de establecimientos.

Entre las tradiciones y recomendaciones que no hay que saltarse si estamos en Huesca están la visita al patrón de la ciudad, San Lorenzo, que se encuentra en el interior de la basílica homónima; realizar la subida al Salto del Roldán para poder contemplar las magníficas vistas y observar a los buitres; entrar en la tienda más antigua de España, los Ultramarinos La Confianza, que abrió sus puertas en 1871, o hacer un recorrido por el Centro de Arte y Naturaleza, un museo de arte contemporáneo diseñado por Rafael Moneo.

Huesca es todo esto y mucho más. Sólo tienes que acercarte a esta ciudad aragonesa para comprobarlo.

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