Los miradores más bonitos de Valencia

La mejor forma de escapar del bullicio y las altas temperaturas veraniegas es ganando altura y subiendo a las terrazas de Valencia. Desde allí, además de poder contemplar unas vistas extraordinarias, podrás degustar las copas más selectas de la ciudad.

Edificios emblemáticos, históricos, hoteles o nuevas construcciones desde donde capturar una imagen imborrable para la retina. Elige sitio y disfrútalo, de tapeo, en una comida central o para acabar el día de la mejor manera posible. El skyline de Valencia ofrece su mejor versión la mires por donde lo mires.

El Miguelete

El campanario gótico de la catedral de Valencia es conocido como ‘la torre del Micalet’, en valenciano, y es un emblema de la ciudad. Se puede subir hasta lo más alto a través de una escalera de caracol en la que cada uno de los 207 escalones vale la pena una vez estás arriba. Allí las vistas de la ciudad son inigualables y, al tratarse de una terraza circular, la panorámica es más espectacular si cabe. A medida que uno sube se encuentra con tres salas: la prisión, la sala del campanero y la de las campanas. Como dato curioso, su perímetro y su altura miden exactamente lo mismo: 51 metros. ¿Casualidad?

En lo más alto cuenta con 14 campanas, cada una con su nombre. La mayor de ellas, con siete toneladas y media, se llama ‘Micalet’, que da origen al nombre del campanario, pues fue bendecida el día de San Miguel de 1418. La más antigua es de 1305 y se llama Caterina y la más moderna es Violant, del año 1735. Las campanas se hacían sonar para anunciar las misas pero también para avisar de la llegada de piratas a la ciudad. Se trata del conjunto de campanas góticas más numeroso de España.

Terraza 270 grados

En una de las zonas más nuevas de la ciudad, concretamente la Ciudad de las Artes y las Ciencias, se encuentra la terraza 270 grados, ubicada en la décima planta del Hotel Barceló Valencia. Ofrece un magnífico skyline de la ciudad, que aumenta su espectacularidad de noche, cuando se inunda de luces. Su nombre viene dado por la referencia a los grados de observación que permite su estructura en forma de L, 270º en concreto.

Cuentan con una de las mejores cartas de bebida de Valencia, desde cócteles a cavas pasando por vinos o refrescos. Todo acompañado por música chill out. Ideal para disfrutar de día con su piscina o durante las conocidas noches valencianas. Fuera de los meses más cálidos, la apertura de la terraza está sujeta a la climatología y disponibilidad del hotel, por lo que es aconsejable llamar antes de acudir. Se pueden hacer también fiestas privadas, para lo que es necesario reservar previamente.

Ateneo Sky Bar Restaurant

Esta terraza se encuentra en la azotea de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el Ateneo Mercantil de Valencia. El Ateneo Sky Bar Restaurant está decorado de manera minimalista y de fondo se escucha siempre música chill-out, creando un ambiente único que se ve acompañado por unas vistas increíbles de la Plaza del Ayuntamiento, el corazón de la ciudad.

En las alturas podrás elegir entre los 30 gin-tonics y vodka-tonic que tienen en su carta y preparan cuidadosamente. También cuentan con una buena oferta gastronómica con menús de cocina mediterránea que sabe mejor, si cabe, con esas vistas. Es ideal para disfrutar en cualquier momento del día: para reuniones de trabajo, por la tarde después de trabajar o de noche, con las luces encendidas de fondo. Actualmente se aconseja reservar previamente por teléfono o vía e-mail.

Veles e vents

En poco tiempo se ha convertido en uno de los lugares más populares de la ciudad, por su diseño y por su emplazamiento, en La Marina de Valencia. El edificio está situado frente al canal del puerto y separa el mar de la ciudad. El diseño, de David Chipperfiels y Fermín Vázquez, sigue un estilo minimalista compuesto por cuatro plataformas horizontales que generan sombras sobre las terrazas voladizas desde las que poder disfrutar de su panorámica. Cabe destacar que el edificio recibió el famoso premio europeo de arquitectura LEAF AWARDS.

Se trata de una especie de ‘contenedor’ cultural en el que se realizan exposiciones, puedes encontrar música en directo, teatro o conferencias pero, principalmente, se ha reservado al ocio gastronómico que destaca por el restaurante ‘La Marítima’, la barra de cervezas ‘Malabar’ y ‘la Sucursal’, de gran calidad. Su nombre hace alusión a las velas y los vientos como alusión al gusto por lo marinero, debido a su ubicación. Cuenta con un aparcamiento subterráneo y jardines a su alrededor, que junto con el mar por un lado y la ciudad por otro, crean un paisaje sin igual.