Bárcena Mayor, Cantabria
Bárcena Mayor, una preciosa aldea en la provincia de Cantabria, que como sacada de una película o interesante novela, nos mostrará todo su encanto con solo pisar un pie en sus calles adoquinadas. Conocido como el pueblo mas antiguo de los Montes Cántabros y conservando su antiguo estilo de vida, es perfecto para el viajero en busca de turismo rural.
Introducción
Se dice que este pequeño pueblo de los montes cántabros es el más antiguo de dicha comunidad. Sin duda su aspecto ha sabido conservar el devenir del tiempo, siendo este uno de los principales atractivos de esta aldea junto al río Argoza.
Asentado en el Valle de Cabuérniga, ya es mencionada esta tierra por el famoso geógrafo romano Plinio el Viejo, que la nombra como centro del territorio de los antiguos cántabros. Aunque existen numerosos restos megalíticos y de más tipos que nos hablan de poblaciones prehistóricas que ya habitaban esta región.
Conocida como Kaornega aún en la edad media, sus gentes recibieron muy baja romanización y conservaron su tradicional modo de vida. La llegada de cristianos huidos del sur conquistado por las fuerzas islámicas, supuso un aumento considerable de su población.
Durante un primer momento, los reyes dejaron en manos de los monasterios el control del valle y sus poblaciones, pero al fin estas entraron en la llamada behetría, un sistema por el que los campesinos escogían a su propio señor y establecían el acuerdo mediante.
Esto acabó en un paulatino control feudal que les dejó sin dicho beneficio, aún por cuantas veces se querellasen ante el rey para lograr recuperarlo.
Siempre se trató de una población humilde, dedicada a las cosas del campo. Tuvo su propio ayuntamiento a principios del siglo XIX, pero acabó por unirse al de la población vecina de Los Tojos; estando hoy considerada parte de este municipio.
Pueblo declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1979, por su bella arquitectura tradicional; suma a esta los paisajes de verdes arboledas del Parque Natural Saja-Besaya en el que se encuentra.
A día de hoy aún se conserva el estilo de vida que sus primeros moradores desarrollaron, dedicados al campo y ganado, en estas tierras que prefieren seguir siendo remotas al mundo.
Aproximándonos
Bárcena Mayor se encuentra a poco más de una hora desde Santander, en un viaje que podríamos dividir en dos etapas.
La primera es la más ágil, partiendo desde la capital cántabra conducimos por autovía en dirección Torrelavega. Tras cruzar dicha población tomaremos el desvío hacia el Valle de Cabuérniga, dejando la vía rápida.
Entonces comenzaremos a avanzar hacia los montes y las pequeñas poblaciones que ante ellos prosperan. Todas reúnen tal encanto que muchas veces merecerá la pena pararse un rato para disfrutarlas.
Tras dejar la última atrás, no aguarda un final de ruta que recorre los restantes kilómetros totalmente rodeada por arboledas y alguna finca aislada. El desvío hacia Los Tojos se nos presentará tentador cruzando un pequeño puente, pero nuestro destino nos aguarda más adelante.
Viajando por parajes con esta innegable belleza natural, también podemos fijarnos en las facilidades de que ahora disponemos. Solo con pensar que antaño eran caminos y caballos lo que comunicaba estas regiones remotas con el resto del mundo, no extraña a ojos de quien lo vea la dificultad que tuvieron las poderosas legiones romanas en poder hacerse con esta tierra; sin olvidar a sus belicosos guerreros.
Justo antes de alcanzar Bárcena Mayor, encontraremos el aparcamiento, porque esta pequeña población tiene restringido el tránsito de vehículos por ella. Lo cual es normal queriendo conservar su patrimonio y no causa un problema al visitante, al tratarse de una aldea que se recorre a pie en poco tiempo.
Atractivos
Así comenzamos a caminar por sus adoquinadas callejas, rodeadas por las bucólicas casas montañesas.
Bárcena Mayor nos regala un conjunto arquitectónico tradicional en un excelente estado de conservación, un maravilloso viaje en el tiempo.
El pueblo en sí es una obra compacta, ideada para aprovechar de la manera más económica el mismo suelo, de modo que queda limitado por las fachadas posteriores de las propias casonas y casas rectorales, mientras serpentean las calles entre ellas.
Sabedores del interés turístico, existen restaurantes y posadas donde quedarse unos días, para dejarse atrapar por esa magia antigua que posee.
El edificio más notable entre todas las viviendas es la Iglesia de Santa María. Se trata de un edificio original del siglo XVII, que será reformado en el XVIII, siglo del que es también el retablo que engalana el interior. Aunque se entiende que existió un templo previo en la zona.
Y si ya con el conjunto arquitectónico tenemos un gran motivo para acercarnos a este pequeño pueblo, el entorno en que se encuentra acaba por hacer la visita inolvidable.
Bárcena Mayor es la única población dentro del territorio del Parque Natural Saja-Besaya, el mayor entorno natural protegido de Cantabria, con sus más de 24.500 ha.
Por supuesto posee zonas recreativas, destinadas a que los visitantes puedan disfrutar del contacto con la verdadera naturaleza, siendo Llano Castrillo la que se encuentra en Bárcena Mayor. Las rutas que son posibles realizar en este magnífico paraíso resguardado son un privilegio que es de agradecer sea conservado. Sus bosques están considerados los más vastos de la cordillera cantábrica por su extensión ininterrumpida de arboledas, con más de 6.000 ha de robledales.
Eso sin contar con su numerosa y variada fauna, entre la que cuenta con venados, lobos, gatos monteses, nutrias, zorros y más de un centenar de especies de aves.
Si queremos conocer el profundidad este tesoro cántabro, el Centro de Interpretación del Parque Natural Saja-Besaya nos ayudará a ello; aunque no lo encontraremos en esta población, se puede acceder a su sitio web y ponerse en contacto con ellos para informarse de sus itinerarios guiados, salidas de avistamiento e interpretación cultural y natural de estas tierras.
Y la verdad, poco importa la estación para visitar estos lugares, porque son de una belleza que no conoce mal clima. Inviernos nevados o verdes veranos, primaveras lluviosas o rojizos otoños; en todos ellos se muestra atrayente.
Por último no olvidar degustar los platos montañeses, en especial su cocido, un tradicional menú destinado a llenar de energía al comensal, para que así pueda disfrutar al máximo de todo cuanto se le presenta.
Despidiéndonos
Está claro que Bárcena Mayor tiene buenos motivos para considerarse uno de los pueblos más hermosos de España, y muchos más para ser destino de cualquier amante del turismo rural.
Un paseo que nos acerca al medievo, o incluso más atrás, como también nos muestra el mundo natural en toda su viveza.
Es una visita que no defraudará a nadie.