Descubre Benadalid: encanto rural entre fortalezas, tradición y paisajes inolvidables
Benadalid es uno de los pueblos blancos más pintorescos de la Serranía de Ronda y ofrece al visitante patrimonio histórico, naturaleza exuberante y una atmósfera tranquila ideal para el turismo rural. Entre sus principales atractivos encontramos su fortaleza, la iglesia de San Isidoro y rutas entre castañares y alcornoques.

Situado en la Serranía de Ronda, en el corazón de la provincia de Málaga, Benadalid es un encantador municipio de los llamados pueblos blancos de Andalucía. A unos 23 kilómetros de Ronda, se configura como uno de los destinos de turismo rural más importantes de la zona.
Su ubicación, en un hermoso entorno natural, ofrece a los visitantes la posibilidad de disfrutar de un impresionante paisaje además de conocer su historia, cultura y degustar exquisitos platos que configuran una gastronomía muy particular.

El castillo de Benadalid
Sus empinadas calles conducen a la plaza principal donde se halla el Ayuntamiento, la iglesia parroquial, una fuente del siglo XVIII y casas que conservan sus escudos heráldicos. Parece que las primeras huellas históricas las dejaron los celtas, los cuales se sometieron al poder romano, aunque la creación del pueblo actual se remonta al siglo VIII y su nombre se debe a la tribu bereber que se estableció en la zona en este siglo, Al Jalid de Banu.
Se encuentra aquí un castillo de origen romano que los árabes utilizaron sin apenas modificarlo. Este castillo pudo haber sido construido sobre restos celtíberos. Conquistada en el año 711 por el imperio Bereber, Benadalid fue durante siglos frontera entre moros y cristianos y, por ello, lugar de numerosos enfrentamientos. Llegó a ser capital de la comarca controlada por Omar Ben Hafsun, caudillo muladí que se sublevó contra el emirato de Córdoba hasta que fue vencido por las tropas de los Omeya.
Conquistada en 1485 por el Marqués de Cádiz, se destruyeron los edificios árabes y pasó a formar parte del reino de Castilla. Musulmanes y moriscos fueron expulsados de la península en 1570 y Benadalid fue repoblada por cristianos viejos, entró en una etapa de decadencia y se convirtió en el siglo XIX en refugio de bandoleros. También en este siglo el castillo fue cedido a la localidad para su uso como cementerio.

Qué ver en Benadalid
Uno de los edificios destacados de Benadalid es la Iglesia Parroquial de San Isidoro. Construida en 1505, se encuentra en la Plaza de Bení Al Jalí. El edificio sufrió numerosas modificaciones y el templo actual es del siglo XVIII, cuando se construyeron dos portadas de acceso de influencia barroca. Del templo original conserva una puerta mudéjar cegada y el arco toral de la cabecera.
Junto al castillo – cementerio se encuentra la Cruz del Humilladero. Construida en 1776 según cuenta la tradición por dos hermanos de origen portugués que participaron en la rehabilitación de la Iglesia. Realizada en piedra caliza, conmemora la rendición árabe tras la conquista de Ronda por los Reyes Católicos. También es conocida como las “Gradillas” por las escalinatas que figuran en su parte delantera.
Visitar el Museo El Alambique ofrece la posibilidad de conocer la historia del pueblo a través de su etnografía y tradiciones. Ubicado en una antigua destilería, cuenta con un bar-restaurante con carta de platos típicos de la comarca. Otro de los rincones con encanto de Benadalid es el Museo del Agua. Se trata de un centro de interpretación de la historia situada en un antiguo lavadero que se abastecía de la Fuente Romana que se encuentra a su derecha. Para los amantes de la naturaleza Benadalid ofrece, por su estratégica ubicación, disfrutar en un entorno con una amplia oferta de deportes en la naturaleza. Un buen ejemplo son las diversas rutas de senderismo como la que va a Benalauría o la del Bosque de Cobre.