La Ciudad Encantada, naturaleza mágica en Cuenca

El río Júcar ha modificado a su capricho el entorno natural en la provincia de Cuenca, en Castilla-La Mancha. Una de sus mayores proezas es un gran cañón de 1.500 metros de altura ubicado entre las localidades de Uña y Villalba de la Sierra, y al que se conoce como la Ciudad Encantada. Se trata de un hermoso paraje que se encuentra en el término municipal de Valdecabras, dentro del Parque Natural Serranía de Cuenca, y que ha sido declarado Sitio Natural de Interés Nacional.

Lo que realmente llama la atención en este paraje son las peculiares formaciones que el Júcar, junto a otros factores como el viento, ha ido modelando con el paso del tiempo. Pero no sólo han sido las aguas del Júcar, también las de los ríos Escabas, Cuervo y Guadiela han colaborado en su creación.

Son fantásticas formaciones rocosas de tipo kárstico que empezaron a originarse durante el periodo Cretácico, hace casi 90 millones de años, y cada una de estas esculturas naturales tiene su propio nombre, el cual le ha sido asignado en función de los objetos, personas o animales a los que se parece. Este original museo rocoso está rodeado por un precioso y aromático entorno de pinos, sabinas, quejigos, enebros, romero, tomillo, bog y mejorana.

Las curiosas formaciones del la Ciudad Encantada

Tres kilómetros son los que hay recorrer para visitar toda la Ciudad Encantada, una curiosa ruta que no revierte ninguna dificultad, aunque no está adaptada para personas con movilidad reducida ni para coches de bebé. El recorrido suele durar una hora y media. Éstas son algunas de las formaciones más populares, que podremos identificar gracias al cartel que hay delante de cada una de ellas:

• El Tormo Alto: este gigantesco monolito de 20 metros que se mantiene milagrosamente en equilibrio se ha convertido en el principal símbolo de la Ciudad Encantada.
• El Perro: recuerda bastante a un perro de la raza Fox Terrier, y es una de las formaciones más famosas.
• El Mar de Piedra: se trata de una gran extensión de roca que ha sido erosionada durante siglos dando lugar a una especie de olas y ondas marinas.
• Los Hongos: no sólo se asemejan a grandes hongos, también se encuentran ubicados entre los pinos, lugar donde suelen surgir las setas.
• El Teatro: la naturaleza ha dado lugar en la Ciudad Encantada a este peculiar escenario natural.
• Los Amantes de Teruel: se trata de dos rocas con forma de hombre y mujer que parecen aproximarse para besarse.

Cómo llegar a la Ciudad Encantada

La Ciudad Encantada se encuentra a 36 kilómetros de la ciudad de Cuenca, y se llega a ella por la carretera que lleva a Tragacete. Durante el trayecto se pasa por un mirador llamado “el Ventano del Diablo", desde donde podremos disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas del río Júcar. Justo a cinco kilómetros del mirador se halla el desvío a la localidad de Valdecabras, y un poco antes está nuestro destino.

Desde el mismo aparcamiento de este original paraje natural se accede a una pista que en dos kilómetros nos acerca al Balcón de Uña, otro magnífico mirador sobre el río Júcar y, en este caso, también sobre la laguna de Uña.

La Ciudad Encantada está situada dentro en una finca particular, por lo que para poder visitarla es preciso pagar una entrada. Los precios son de 5 euros para los adultos; 4 euros para los niños entre 8 a 12 año; 4 euros para los jubilados y también 4 euros para las familias numerosas. Los menores de siete años entran gratis. El horario de visita es desde las diez de la mañana hasta la puesta del sol.