Descubre el corazón verde de Cantabria, que sorprende todo el año

El Valle de Campoo es un magnífico rincón ubicado en el sur de Cantabria próximo a Reinosa, que combina naturaleza salvaje, historia ancestral y tradiciones vivas. Se encuentra en el curso alto del Río Ebro, entre montañas, valles y vegas, siendo así un destino perfecto para todos aquellos que buscan aventura o tranquilidad.

Una de las características del Valle de Campoo es que allí no hay masificaciones turísticas, sino un paso del tiempo que parece más pausado, un impresionante contacto con la naturaleza y, sobre todo, una experiencia diferente.

¿Qué encontrarás en el Valle de Campoo?

El contraste entre picos montañosos y amplias vegas fluviales inundadas por el embalse del Ebro define el relieve del Valle de Campoo. En las zonas altas destacan montañas como el Pico Tres Mares, una cima especial porque desde sus cumbres nacen tres ríos: el Ebro, el Pisuerga y el Nansa, que desembocan en distintos mares.

Las Sierra de Híjar y Sierra del Cordel, con cotas por encima de los 2.000 metros, dominan el paisaje e invitan a actividades de montaña. Los bosques de robles, hayas, encinas y abedules, junto con la fauna, en la que se encuentran jabalíes, corzos, tejones, lobos e incluso osos en algunos puntos, que aportan ese aire salvaje y auténtico del Valle.

Más allá de su naturaleza, Campoo guarda vestigios históricos que revelan su pasado milenario. En la zona, existió la ciudad romana de Julióbriga, importante enclave romano en la Cornisa Cantábrica, cuyos restos nos recuerdan el papel relevante que tuvo esta tierra en la antigüedad. Además, el valle conserva también lugares de tradición ganadera: brañas, cabañas, pueblos de montaña donde la vida rural sigue marcando el ritmo. Estas construcciones y asentamientos conservan la cultura ancestral de pastores y montañeses.

¿Qué hacer en el Valle de Campoo?

Uno de los itinerarios que se pueden hacer en el Valle de Campoo comienza desde el Alto Campoo, donde poder esquiar o caminar, además de disfrutar de unas panorámicas impresionantes. Desde ahí, se puede descender hacia Fontibre, punto que es ideal para pasear por zonas rodeadas de bosque. También es muy recomendable perderse por pueblos y praderas tradicionales como los del área conocida como La Joyanca, que ofrecen una auténtica experiencia rural.

Además, según la temporada, se pueden realizar diferentes actividades. En invierno, se puede disfrutar de la estación Alto Campoo, que es la única estación de esquí de Cantabria, con picos que rondan los 2.200 metros. Es un destino perfecto para los amantes de la nieve: esquí, raquetas, paisaje nevado… En otoño y primavera, cuando la nieve desaparece, los bosques se tiñen de ocres, amarillos y rojizos, ofreciendo uno de los paisajes más bonitos de Cantabria para pasear, fotografiar o simplemente relajarse.

Por último, en verano, el Valle de Campoo se convierte en un destino perfecto para hacer rutas de montaña, senderismo, BTT, observación de fauna y flora, paseos por bosques y prados. Además, el contorno del pantano del Ebro y la zona recreativa de áreas como el Pinar de Corconte invitan a deportes acuáticos o simplemente a desconectar en plena naturaleza.