El Camino de Santiago por el Camino Olvidado

El Camino Olvidado tiene su origen entre los siglos IX y XIII cuando, para los peregrinos, era peligroso realizar la ruta por la costa, ya que podían sufrir ataques vikingos, o por el sur, con los musulmanes al acecho. Así pues, buscando el resguardo de las montañas, es como comenzó esta ruta que empezaba en Bilbao y terminaba en Cacabelos, donde enlaza con el clásico Camino Francés. Este recorrido, de unos 400 kilómetros, atraviesa zonas muy bonitas, de ambiente antiguo, con paradas obligatorias como Espinosa de los Monteros, Aguilar de Campoo, Guardo, Cistierna, La Robla, Fasgar y y el propio Cacabelos.

La mejor época para hacerlo es en la primavera ya entrada, verano o a principios de otoño, ya que durante el invierno el frío puede resultar incómodo para disfrutar del camino. Aunque se trata de una ruta poco frecuentada, es perfecta para volver a los orígenes del camino, con su pasado medieval más auténtico. Desde Bilbao hasta Santiago de Compostela distan cuatro semanas de camino, así que hay que cogerlo con ganas pero también con tiempo. ¡Buen camino!

Qué visitar y comer en el Camino Olvidado

A lo largo de todo este camino no faltan lugares en los que detenerse y descubrir, pues bien lo merecen. En Villafranca del Bierzo, por ejemplo, se pueden visitar el Castro de la Ercina y el Castro celta de Redodiña, en Camesa está Villa romana y en Aguilar de Campoo vale la pena parar a contemplar el Palacio de los Marqueses de Aguilar y de Villalobos. También hay restos de otras épocas, como el Torreón de los Velascos en Espinosa de los Monteros, o la Muralla con seis puertas en Aguilar de Campoo.

Para conocer bien un lugar es necesario descubrir también su gastronomía típica, y en las localidades por las que se pasa, el estómago quedará realmente saciado y encantado con las viandas características. En Balmaseda se puede degustar la ‘puchera ferroviaria’, un potaje con carne que solían elaborar los trabajadores del ferrocarril Bilbao-La Robla, de ahí su nombre.

También es recomendable no dejar pasar la oportunidad de probar los quesos pasiegos, la quesada o la mantequilla de Espinosa de los Monteros, una localidad de tradición ganadera, así como las galletas de Aguilar de Campoo, los hojaldres de Cistierna o la empanada berciana o de batallón de Villafranca del Bierzo, cuyos ingredientes principales son la patata y la acelga.

¿Qué saber del Camino Olvidado?

Antes de empezar este camino, es necesario saber que, al ser poco transitado, hay muy poca variedad de alojamientos por lo que es aconsejable asegurarse de que tendremos un lugar en el que dormir cuando lleguemos, bien sea un albergue, casas rurales u otros hospedajes privados.

Para su recorrido hay que estar con los ojos bien abiertos para no perdernos pues la señalética no es que sea mala, pero dista de otras rutas del Camino de Santiago. Si llega el caso de no saber dónde estamos lo más recomendado es volver sobre lo andado buscando la señal extraviada o preguntar a algún otro peregrino.

Por último, saber también que no es el mejor camino para realizar en bicicleta ya que tiene una gran dificultad en su itinerario, aunque no es imposible. Lo mismo pasa con las personas con movilidad reducida, ya que la complejidad de su trazado hace que el recorrido sea más costoso que en otras rutas. En este último caso se recomienda, si se quiere hacer, ir siempre acompañado por una persona de confianza en la que apoyarse.