La Isla de Garraitz, en Lekeitio

Belén Valdehita
Belén Valdehita 14 Agosto, 2020

Conocida también como la Isla de San Nicolás y Lumencha, la Isla de Garraitz es una de las atracciones del ya de por sí recomendable y atractivo pueblo de Lekeitio, en Vizcaya.

La isla de Garraitz, en Lekeitio, Vizcaya
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La Isla de Garraitz se encuentra en la villa marinera, y con clara vocación turística, de Lekeitio. Esta población vizcaína cuenta en el mar Cantábrico con varias playas, además de con este peculiar islote. Tiene 250 metros de largo y una altura de 48 metros en su cima, estando totalmente deshabitada. Aún así, es uno de los lugares más visitados de este encantador pueblo vasco.

Pero para visitar esta isla habrá que estar muy atentos al horario de mareas, porque puede que llegues al islote andando, pero si no tienes cuidado tendrás que regresar nadando. Una vez en la isla, y con marea baja, podremos bañarnos en su playa. También es recomendable subir al mirador situado en lo más alto y, si la marea lo permite, disfrutar de una espectacular puesta de sol.

La isla de Garraitz, en Lekeitio, Vizcaya
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La Isla de Garraitz

La forma de llegar hasta esta isla se puede considerar casi como un truco de magia, aunque sencillamente está sujeta a las subidas y bajadas de la marea que, eso sí, modifican el paisaje como si de algo mágico se tratase.

La Isla de Garraitz se halla frente al puerto pesquero de Lekeitio, pero es sólo una isla en determinados momentos del día. Cuando la marea baja se puede llegar andando, quedando unida por un malecón de piedra que comunica con la Playa de Isuntza, pero ojo, porque está cubierto de musgo y puede resbalar. También se puede llegar a pie por la arena desde la Playa de Karraspio cuando está la marea baja.

Su acceso gira en torno a los caprichos del mar y de la Luna, habiendo normalmente dos pleamares y dos bajamares cada 24 horas.

La villa de Lekeitio, en Vizcaya
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Qué ver y hacer en Lekeitio

La mejor forma de empezar la visita a Lekeitio es acercándose a su casco antiguo, donde podremos conocer algunos de sus principales monumentos, como la Basílica de la Asunción de Santa María, que en su interior acoge un impresionante retablo gótico bañado en oro, o la Plaza Arranegiko Zabala, donde desde hace siglos las mujeres de los pescadores venden el pescado capturado por sus maridos. Muy cerca se halla el puerto Txatxo.

Y diseminados por el pueblo están los palacios de Uriarte, Oxangoiti, Uribarri y Abaroa. Nos quedan por conocer lugares como el Faro de Santa Catalina, la Ermita de San Juan Talako o el Monte Lumentza, al que se sube en sólo 10 ó 15 minutos, y desde cuya cima disfrutaremos de las mejores vistas de la localidad.

Dejamos para el final las auténticas joyas de Lekeitio, sus playas, como la familiar Playa Isuntza, que cuenta con aparcamiento, duchas, aseos, socorrista, servicio de alquiler de piraguas y con un bar; la Playa Karraspio, que con más de medio kilómetro es la más larga de la población, disponiendo de duchas, aseos, vestuarios, socorristas y aparcamiento, y la Playa la Salvaje, el arenal más pequeño, que está en la desembocadura del río Lea, y sólo aparece cuando la marea baja.

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