El pueblo pesquero de Lekeitio, en Vizcaya
De tradición marinera y con clara vocación turística, el encantador pueblo vasco de Lekeitio pasa todos los años del letargo invernal a la animación de la época estival, obsequiando a sus visitantes con sus bonitas playas, su pintoresco puerto o su transitado casco antiguo.
Fuente de la imagen: Turismo Euskadi
A una distancia equidistante de las ciudades de Bilbao y San Sebastián, una hora en coche, la localidad de Lekeitio es uno de los destinos más recomendables de la costa del País Vasco. Se encuentra en la comarca de Lea-Artibai, ubicada sobre las laderas de los montes Otoio y Lumentza.
Poseedor de una gran tradición pesquera, este pueblo fue famoso durante siglos por sus pescadores de ballenas. Entre los siglos XVII y XVIII, las ballenas empezaron a desaparecer, pero no la pesca, constituyendo una de sus principales actividades económicas.
En el siglo XIX irrumpió en la localidad una nueva oportunidad de ganar dinero, el turismo. Los primeros turistas eran de lo más ilustres, incluyendo a la reina Isabel II, a la emperatriz austro-húngara Zita y a diversos miembros de la aristocracia europea. La actividad turística ha ido evolucionando hasta convertir a Lekeitio en un reputado destino veraniego con una intensa agenda cultural, que incluye festivales, conciertos o exhibiciones.
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Qué ver en Lekeitio
Lo primero que llama la atención en esta villa vasca es su playa urbana con sorpresa. Y es que cuando baja la marea en la playa de Isuntza queda a la vista una senda de piedra y cemento que nos lleva hasta la pequeña isla de San Nicolás.
Su casco antiguo acoge algunos de sus mejores joyas monumentales, como la Basílica de la Asunción de Santa María, que alberga un impresionante retablo gótico bañado en oro. Aquí se encuentra también la popular Plaza Arranegiko Zabala, donde es tradición desde hace siglos que las mujeres de los pescadores vendan el pescado capturado por sus maridos. Se encuentra a sólo unos metros del puerto Txatxo.
Repartidos por el pueblo se hallan los palacios de Uriarte, Oxangoiti, Uribarri y Abaroa. Otras sugerentes visitas son las del Faro de Santa Catalina, la Ermita de San Juan Talako o la del Monte Lumentza. Sólo se necesitan entre 10 y 15 minutos para acceder a su cima, desde donde podremos disfrutar de las mejores vistas de la localidad.
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Playas de Lekeitio
- Playa Isuntza: es la principal playa local, y se halla junto al casco viejo y al puerto. Se trata de un arenal muy familiar por su fácil acceso y sus aguas tranquilas. Cuenta con el atractivo de que, al bajar la marea, deja al descubierto un camino conocido popularmente como malecón, y que nos lleva hasta la isla de San Nicolás. La playa cuenta con un bar, servicio de alquiler de piraguas, duchas, baños, socorrista y aparcamiento.
- Playa Karraspio: es la más larga de la población, con más de medio kilómetro. Tiene una ocupación menor que la de Isuntza, y desde ella también se puede llegar a la isla de San Nicolás con la marea baja, pero andando sobre la arena. Dispone de duchas, baños, vestuarios, socorristas y aparcamiento.
- Playa la Salvaje: es la más pequeña de las playas locales. Está originada por la desembocadura del río Lea, y sólo aparece cuando la marea baja. Desde ella se contemplan unas espectaculares vistas de Lekeitio, y posee una gran riqueza de aves. A un lado de esta playa se hallan las ruinas de un edificio del antiguo astillero.
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La Kaxarranka, un baile sobre un arcón
Entre las muchas tradiciones de Lekeitio hay una que destaca por su singularidad. Es el tradicional baile de la "Kaxarranka", en el que el danzante baila sobre un arcón sostenido por ocho marineros. Podremos ver su ejecución durante las fiestas de San Pedro, que tienen lugar a finales de junio.
Otro señalado evento son las fiestas patronales de San Antolin, que se celebran del 1 al 8 de septiembre. Su programa festivo incluye actos como la Fiesta de los Gansos, que tiene lugar el día 5 de septiembre.
A orillas del mar Cantábrico, el pueblo marinero de Lekeitio es siempre un agradable destino en cualquier época del año, pero especialmente en los meses de verano.