La villa ducal de Alba de Tormes, en Salamanca
Alba de Tormes es una de esas localidades que rebosa esencia castellana, tanto por su históricos monumentos, como por su entorno natural o su gastronomía y tradiciones.
La villa ducal de Alba de Tormes constituye una visita imprescindible si visitamos la ciudad de Salamanca, ya que se encuentra a sólo 19 kilómetros de la capital salmantina. Para acceder al municipio hay que atravesar un gran puente sobre el río Tormes, que nos introduce en una villa histórica y monumental.
Esta población castellano-leonesa mantiene una estrecha relación con el ducado de Alba, de ahí la primera parte de su nombre. La segunda es más que evidente. También existe una gran vínculo con Santa Teresa de Jesús que, aunque nació en Ávila, pasó en esta villa ducal sus últimos días, y aquí se encuentra enterrado una parte de su cuerpo incorrupto.
La monumental Alba de Tormes
Rodeada por un paisaje de páramos y tierras de cultivo, el paisaje de Alba de Tormes es un tacto agreste, a excepción de las arboladas zonas de ribera junto al Tormes. Pero el conjunto de la población y su entorno proporciona unas espectaculares vistas panorámicas, en las que destaca el skyline de sus grandes monumentos.
La lista de lugares monumentales comienza por el puente medieval sobre el Tormes que nos introduce en la villa. Una vez dentro el recorrido incluye el Castillo de los Duques de Alba, del siglo XV; la Iglesia de San Pedro, del siglo XVI; la Ermita de la Virgen de Otero, de principios del siglo XVII; la Iglesia de San Juan de la Cruz, del siglo XVII; el Torreón, que es un resto de la antigua muralla medieval, o el Monasterio de San Leonardo, del siglo XII.
Hay otros edificios religiosos que merecen nuestra atención, especialmente el Convento de la Anunciación de Nuestra Señora de Carmelitas Descalzas, fundado por Santa Teresa de Jesús en el año 1571. En su interior se hallan los restos mortales de la santa y algunos de sus relicarios, como su corazón y uno de sus brazos. Y nos queda por ver la Basílica de Santa Teresa, cuyas obras comenzaron en el año 1898, quedando inacabada por falta de fondos. Aunque las obras se reanudaron en 1982, la iglesia sigue a la espera de los suficientes fondos para ser finalizada.
Qué hacer en Alba de Tormes
Existe una buena oferta de restauración en Alba de Tormes, que incluye un gran número de bares, mesones y restaurantes donde poder degustar la típica gastronomía albense. Es imprescindible probar el plato más típico, la chanfaina, que se prepara con arroz y menudillos de cordero. Otras recetas tradicionales son las sopas de ajo, los asados de cordero, las judías blancas con chorizo y oreja, el hornazo, las perdices guisadas, estofadas o en escabeche, y los platos elaborados con los peces del Tormes.
Un buen plan durante nuestra visita es realizar, entero o en parte, el Camino Natural Vía Verde de la Plata, un recorrido lineal de 21 que enlaza con la ciudad de Salamanca. El camino transcurre por el antiguo trazado de la Vía Férrea Monfragüe-Astorga. Se puede hacer a pie o en bicicleta, y es un trayecto rico en paisajes naturales, lugares históricos y propuestas culturales.
Y del calendario festivo de Alba de Tormes destacamos las Fiestas de la Transverberación de Santa Teresa, que tienen lugar en agosto. Con un gran componente religioso, también tienen su lado lúdico, incluyendo verbenas, concursos, conciertos, encierros o actividades infantiles, pero sobre todo mucho fervor por Santa Teresa.
