La idílica Isla de Ré, en Francia
La Île de Ré es una preciosa isla francesa ubicada en el Océano Atlántico.
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Situada frente a La Rochelle, en el departamento francés de Charente Marítimo, la Isla de Ré es un maravilloso y cómodo destino. Y no sólo por lo cercano que nos resulta el país galo, también por el pequeño tamaño de esta bonita isla.
Con una extensión de 30 kilómetros de longitud y cinco kilómetros de ancho, su superficie es totalmente plana, por lo que resulta ideal para ser recorrida a pie, en bicicleta o en Segway.
A la isla se accede a través de un puente de casi tres kilómetros de largo, que posee un carril gratuito para peatones y bicis, aunque los coches y motos deben pagar un peaje. Si piensas viajar a la Isla de Ré, ten en cuenta su clima de tipo oceánico. Esto significa que en invierno y otoño no será raro que llueva, y que las temperaturas máximas tienen lugar en el mes de agosto, y aún así no suelen superar los 25 grados centígrados.
Fuente de la imagen: Poitou-Charentes
Recorriendo la Isla de Ré
La belleza de esta isla se debe, principalmente, a su encanto natural. Descubrirás maravillosos parajes de bosques o marismas, y lugares tan especiales como la playa de la Conche, que está rodeada de dunas con abundante vegetación.
Si quieres contemplar la isla en toda su extensión, y hacer buenas fotos panorámicas, te recomendamos el Faro de las Ballenas. A su mirador se accede tras subir 257 peldaños por una escalera de caracol, pero merece la pena. Está en el pueblo de Saint Clement des Baleines, y recibe su nombre porque éste es también un buen punto para avistar ballenas en su época de migración.
No te pierdas las fortificaciones de Vauban, que están en Saint Martin de Ré, la capital de la isla, consideradas Patrimonio Mundial por la UNESCO; el Museo Ernest Cognagq, ubicado en el palacio Clerjotte y una buena muestra de la historia de la isla, o las Salinas y su Ecomuseo.
Fuente de la imagen: Guías Viajar
Comer en la Isla de Ré
En Ré existen unas importantes salinas, en las que extraen la llamada flor de sal, un tipo de sal dotada de un sutil sabor a violetas y un suave aroma marino. Se trata de una sal muy codiciada por los gourmets.
Los platos más típicos y exquisitos se preparan con productos del mar, estando las ostras de la isla muy bien consideradas. Los pescadores locales reservan a diario una pequeña cantidad de la pesca obtenida para venderla directamente en los muelles. Aprovecha esta oportunidad, aunque también puedes comprar buen pescado y marisco en los principales mercados de la isla, que abren a diario.
En los meses de verano podrás darte un homenaje en alguna de las muchas heladerías de la isla, que ofrecen helados de todo tipo de sabores, algunos tan atrevidos como el helado de ostras o el de caviar.
Fuente de la imagen: Absolut Viajes
Al sol de la Isla de Ré
A pesar de estar en la mitad norte de Francia, la Isla de Ré disfruta de las mismas horas de sol que la Costa Azul, aunque es normal que sople una ligera brisa y que la temperatura del agua sea más bien baja. Se trata de uno de los destinos favoritos de los franceses, por lo que en la época estival la población pasa de 16.000 a más de 160.000 personas.
En la isla encontrarás todo lo necesario para hacer más agradable tu visita, como calles preparadas para circular en bicicleta, grandes supermercados, restaurantes, tiendas e instalaciones dedicadas al ocio, además de una gran variedad de alojamientos. Por las noches, la localidad de Saint-Martin posee mucha animación, especialmente en la zona del puerto.
No te limites a visitar la capital, porque en la isla hay preciosas y encantadoras localidades repletas de flores, como Ars en Ré, considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia.
En la Isla de Ré hay unos peculiares habitantes, los burros con pantalones, llamados así por sus peludas patas. Son todo un símbolo de la isla, y se venden todo tipo de recuerdos relacionados con ellos.