Motivos para visitar Andorra en verano
Andorra, paraíso de la nieve, es también un excelente destino para los meses de verano.
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Hay un pequeño país situado entre España y Francia que se cotiza muy alto en invierno. El motivo, su privilegiada situación en los Pirineos, que convierte a Andorra en uno de los mejores lugares para practicar los deportes de nieve. Pero hay que tener también muy en cuenta este diminuto principado el resto del año, porque su espectacular entorno natural ofrece un montón de posibilidades de ocio y diversión para toda la familia.
Actividades de verano
Desde primavera a otoño, Andorra proporciona a sus visitantes la posibilidad de realizar numerosas actividades que se pueden practicar al aire libre. La lista es realmente larga, e incluye el rafting, el barranquismo, la hípica, el golf, el mushin, los circuitos de buggies, los paseos en quads, las rutas 4x4, el senderismo, el trekking, los recorridos por las vías ferratas, el paintball o el bike park.
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Estaciones de esquí como las de Vallnord o Grandvalira abren sus puertas en la época estival para seguir ofreciendo a sus visitantes un animado programa de actividades que, además de las anteriores, también incluyen el jump, el tiro con arco, los paseos en pony, los karts eléctricos o las tirolinas.
La naturaleza andorrana
Rodeada por las grandes montañas de los Pirineos, la naturaleza es la nota predominante. El 90 por ciento del principado es terreno forestal, y en su superficie de sólo 468 kilómetros cuadrados encontraremos 72 picos que superan los 2.000 metros de altura y hasta tres Parques Naturales Protegidos: el Valle del Madriu-Pedrafita- Claror, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2004; el Parque Natural Comunal de les Valls del Comapedrosa, donde se halla el pico más alto de este país pirenaico, el Comapedrosa, con 2.942 metros de altura, y el Parque Natural de la Vall de Sorteny.
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De compras en Andorra
Andorra es un paraíso fiscal, y salir de compras es toda una experiencia, especialmente por Andorra la Vella. Más de 1.500 tiendas y grandes centros comerciales nos esperan, tanto de día como de noche, durante todo el año, incluyendo festivos. Las posibilidades son infinitas: moda y calzado, farmacias y parafarmacias, perfumería y cosmética, tiendas de electrónica y fotografía, tiendas de música, ópticas, joyerías y relojerías, macrotiendas de deportes, tabaco y licores o tiendas gourmet, entre otras muchas propuestas.
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Andorra la Vella es el punto neurálgico del shopping. Cuenta con un largo paseo comercial de 10 kilómetros lineales, en los que podremos comparar entre precios de por sí ya muy competitivos.
Patrimonio monumental andorrano
Gracias a la creación de los parques culturales, el patrimonio de Andorra se encuentra especialmente protegido. Uno de los lugares con mayor valor etnológico es el Parque Natural del Mestrazgo, que ofrece una excelente muestra del legado histórico y cultural de los pueblos y villas del país, estando muy presente la huella de los caballeros templarios y hospitalarios, las dos órdenes militares que durante la Edad Media dominaban estas tierras.
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Son de gran interés también las iglesia románicas de San Clemente de Pal, ubicada en La Massana; la de San Martín de la Cortinada, en Ordino; la Iglesia de San Miguel de Engolasters, en Escaldes-Engordany; la Iglesia de San Román de Les Bons, en Encamp; la Iglesia de San Sernín de Nagol, en San Julián de Loria o la de Santa Coloma, que encontraremos en Andorra la Vieja. También de la época medieval son el Puente de la Margineda, en Andorra la Vieja; el Pont de Sant Antoni de la Grella, en La Massana o el Pont dels Escalls, en Escaldes-Engordany.
La excelente oferta de hoteles en Andorra, así como de restauración, completan la larga lista de motivos por los que tienes que visitar el principado también en verano.