La villa medieval de Almazán, en Soria

Belén Valdehita

Si te gusta el turismo de interior por España, este verano, o en cualquier momentos del año, te recomendamos una escapada a la localidad de Almazán, en Soria, Comunidad Autónoma de Castilla y León. Ubicada junto al río Duero, Almazán fue fundada durante la época de la ocupación árabe. Hoy en día ofrece al visitante un magnífico patrimonio monumental, que incluye los restos de su muralla medieval, dos puertas de acceso, la del Mercado y la de Herreros, y algunas iglesias muy antiguas.

Almazán es el municipio más importante de la Comarca de Tierras de Almazán. A esta comarca pertenecen otras poblaciones, como La Muela, Los Chopazos, El Guijar, Soto Ocaliz o Cerro del Cinto.

La villa de Almazán posee un clima tipo mediterráneo, aunque con influencia continental. Esto se traduce en unos veranos cortos y en unos inviernos bastante fríos. La temperatura media anual de Almazán oscila entre los 8 y los 12 grados centígrados. Enero es el mes más frío, con una media de 0 grados, mientras que julio y agosto son los más cálidos, con temperaturas medias que suelen superar los 20 grados. Las precipitaciones medias anuales oscilan entre los 450 y los 750 mm.

Almazán es una de esas localidades castellanas que hay que recorrer a pie, disfrutando de todos sus monumentos, sus murallas, sus estrechas calles empedradas y sus encantadores rincones. Cuando lleguemos a la Plaza Mayor de la villa podremos ver el Palacio de los Condes de Altamira, además de la Iglesia de San Vicente, del siglo XII, y la de San Miguel, de mediados del siglo XII, que está clasificada como Monumento Nacional. En esta última iglesia se aprecia una curiosa combinación del estilo cisterciense con el lombardo-catalán y el mudéjar. Otra iglesia que no hay que dejar de visitar en Almazán es la de San Pedro, edificada durante el siglo XVIII. Consta de una planta de tres naves, y en su interior hay un imponente retablo barroco. Podemos terminar la visita monumental por Almazán acercándonos a las ruinas del Convento de la Merced y visitando el Palacio de los Hurtado de Mendoza, del siglo XVI.

Como no podía ser de otra forma, la oferta gastronómica de Almazán está basada en la cocina castellana, que es de lo más contundente. Podremos degustar platos tan tradicionales como el cocido con su bola, un guiso que incluye morcilla, verduras y carnes; las sopas de ajo, los asados de cordero, la trucha ahumada o asada, el somarro de cerdo asado y una gran variedad de recetas de caza. No podemos irnos de Almazán sin haber probado y adquirido las deliciosas Yemas o las Paciencias de Almazán.

En cuanto al alojamiento, la oferta de hoteles en Almazán incluye el Hotel Villa de Almazán, de cuatro estrellas, que se encuentra en el número 29 de la Avenida de Soria. Se puede reservar habitación en este estupendo hotel a través de la página web de Hoteles.net a un excelente precio. Además, registrándonos gratis en la web de Hoteles.net obtendremos descuentos directos de entre un 1 y un 7% en todas las reservas. También se acumulan puntos canjeables para descuentos adicionales en las próximas reservas.

La villa medieval de Almazán es una excelente elección para todos aquellos que busquen una buena oferta de patrimonio monumental y estupendas propuestas gastronómicas. Pero, además, Almazán está rodeado por un bello entorno natural de frondosos pinares, ideal para la práctica del senderismo o para realizar recorridos en bicicleta. Los parajes del término municipal resultan perfectos también para aquellos a los que les gusta buscar setas en otoño y primavera o pescar. Pero, sobre todo, Almazán es el lugar idóneo para desconectar del estrés y disfrutar con el paisaje, la cultura y las originales tradiciones de esta bella localidad soriana.