Dos grandes destinos europeos para los aficionados a la montaña

Belén Valdehita
Belén Valdehita 10 Octubre, 2019

La atracción del ser humano por las montañas viene de antaño, y es una pasión que continúa viva hoy en día en lugares como las Dolomitas o el Mont Blanc.

Cordillera de las Dolomitas, en Italia
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Desde hace siglos el hombre ha sentido una gran necesidad de coronar las cumbres más altas de la Tierra. Se trata de una hazaña que ha llevado a muchos escaladores y montañeros por todo el mundo, y que a lo largo del tiempo se ha cobrado unas cuantas vidas.

Pero no hace falta llegar hasta lo más alto para disfrutar de la belleza de las montañas. Se pueden ver las grandes cimas desde los valles y laderas, contemplándolas en todo en su esplendor. Y es que la afición por ascender hasta la cumbre ha hecho que el ecosistema de algunas de las montañas más importantes se haya degradado.

La continua sucesión de grupos de escaladores que pretenden llegar a la cima ha ido dejando una gran cantidad de desechos en el camino de ascenso. Es muy importante concienciarse de que hay que conservar las montañas y su entorno, preservando su biodiversidad. Tenlo en cuenta si tienes intención de visitar uno de los dos destinos que te proponemos: las Dolomitas, en Italia, y el Mont Blanc, entre Italia, Francia y Suiza.

Las Dolomitas, en Italia
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Las Dolomitas, en Italia

Aunque la cadena montañosa de las Dolomitas forma parte de los Alpes, en este caso nos muestra su lado menos duro, y su belleza es innegable. Se extienden por las provincias de Belluno, Trento, Udine, Pordenone y Bolzano, y su pico más alto es el Marmolada, con 3.342 metros de altura. Reciben su nombre del geólogo francés Dieudonné Dolomieu, que fue el descubridor de las propiedades de la dolomía, una roca caliza rica en mineral dolomita, y muy abundante en estas montañas italianas.

Situadas bajo el mar hace más de 250 millones de años, salieron a la superficie con numerosos restos de corales, conchas y algas, contando en la actualidad con un gran patrimonio geológico de fósiles del Mesozoico. La dolomía es la que proporciona su peculiar blanco a estas montañas, que al ponerse el sol reflejan las tonalidades rosas y rojizas del atardecer, un fenómeno también producido por la dolomía, y que se conoce como enrosadira.

Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2009, las Dolomitas cuentan con una zona protegida de 141.903 hectáreas que se reparten por tres regiones italianas: Trentino Alto Adigio, Véneto y Friuli Venecia Julia.

Mont Blanc, entre Francia, Suiza e Italia
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El macizo del Mont Blanc, en los Alpes

El Mont Blanc es la montaña más alta de los Alpes, contando con una altura de 4.810 metros. También ostenta el título de ser el pico más alto de la Unión Europea, y es uno de los más altos del resto de Europa. Se encuentra rodeado por varios valles de origen glaciar que también tienen el mismo nombre, por pertenecer al macizo, y se extiende desde las demarcaciones del Valle de Aosta, en Italia, hasta la Alta Saboya, en Francia.

Es una de las cumbres favoritas de los escaladores de todo el mundo, y las expediciones a su cima se iniciaron en el siglo XVIII. Los primeros en coronarlo fueron Jacques Balmat y el doctor Michel Gabriel Paccard, y lo hicieron el 8 de agosto de 1786.

Abundan los glaciares en este macizo, algunos de los cuales descienden desde la cumbre, como el de Bruillard, el glaciar de Bionnassay, el de Brenva o el glaciar de los Bossons. Este último glaciar llegaba hasta el fondo del valle a principios del siglo XX, a 1.000 metros de altura, pero en el año 2005 había retrocedido hasta los 1.400 metros debido al calentamiento global.