El Cementerio Alegre de Sapanta, en Rumania

Belén Valdehita

El de Sapantza, en Rumania, es uno de los cementerios más coloridos y especiales del mundo.

Cementerio Alegre de Sapanta, en Rumanía
Fuente de la imagen: Otra Fachada de Rumanía

Durante la primera semana del mes de noviembre, es una tradición en medio mundo visitar las tumbas de los seres queridos que nos han dejado. Los cementerios se llenan de personas que acuden con ramos de flores para adornar las sepulturas.

Acostumbrados como estamos a cementerios serios, grises e incluso tristes y deprimentes, la invasión de flores en estos días pone una nota de color. Eso es algo que no necesita el Cementerio de Sapanta, o Săpânţa en rumano, uno de los campos santos más alegres del planeta. Una encantadora ciudad cercana, es Baia Mare.

Se encuentra situado en la localidad de Sapantza, una pequeña aldea rumana del condado de Maramures, a sólo 8 kilómetros de la frontera con Ucrania. Es un lugar que pasaría totalmente desapercibido si no fuese por su peculiar cementerio, un estallido de color, originales epitafios y un auténtico museo al aire libre. Una forma muy diferente de concebir la muerte es la que tienen en el Cementerio Alegre de Sapanta.

Cementerio Alegre de Sapanta, en Rumanía
Fuente de la imagen: Otra Fachada de Rumanía

Historia del Cementerio de Sapanta

La curiosa historia de este original cementerio se remonta al año 1935. Un artista local, Stan Ioan Patras, tuvo la idea de darles a las lápidas de las tumbas un nuevo aire. Y no sólo se trataba de imprimirles color, también de personalizarlas con cruces que incluían grabados de la vida de los hombres y mujeres que terminaron sus vidas en ellas.

Las viñetas de los grabados también combinan imágenes de las vidas de los santos, pero con un cierto toque satírico. En la década de los 60 del siglo pasado ya había más de 800 lápidas “customizadas”, cada una de ellas con sus pintorescas cruces de madera de roble, que están protegidas de la intemperie bajo un tejadillo.

Patras se volcó en este trabajo durante 40 años, hasta que murió en el año 1977. Su obra no cayó en el olvido, ya que uno de sus aprendices, Pop Dumitru, ha continuado con su entretenida labor. Vive en que fuera la casa de su maestro, y sigue siendo fiel a su peculiar estilo. Los restos de Stan Ioan Patras también descansan en este campo santo, en una tumba tan colorida y alegre como las demás.

Cementerio Alegre de Sapanta, en Rumanía
Fuente de la imagen: Viajes a Rumanía

El arte naïf de Sapanta

Antes de adentrarte en el cementerio, ya se se pueden vislumbrar sus divertidas cruces tras las vallas. Hay un color que predomina en ellas, un intenso azul añil, que enmarca y da relieve a los textos blancos. Asemejan claramente a una pintura naïf.

Cada cruz, de cada tumba, además de una imagen del finado, cuenta una historia. Están escritas en forma de poema, y narran momentos malos y buenos de los difuntos, sus virtudes y sus pecados. Te recomendamos asistir a una misa en la iglesia del cementerio donde, además de tener un momento espiritual, podrás conocer mejor las costumbres y tradiciones del pueblo rumano.

A la salida encontrarás varios puestos de recuerdos, donde venden objetos típicos del condado de Maramures y souvenirs del cementerio, como imanes, gorros tradicionales, cerámica y muchas cosas más.

Lejos de la idea general que se tiene en Europa de la muerte, más bien lúgubre y demasiado solemne, en el Cementerio Alegre de Sapanta se toman las cosas con otra filosofía, plena de alegría y esperanza para una vida mejor.