Guía de Pollensa

Belén Valdehita
Belén Valdehita 02 Septiembre, 2020

La zona Norte de la isla balear de Mallorca nos reserva lugares tan espectaculares como el Cabo de Formentor y la localidad de Pollensa, un tradicional pueblo mallorquín con un maravilloso litoral.

La localidad de Pollensa, en Mallorca
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El político Winston Churchill, la actriz Audrey Hepburn, la escritora Agatha Christie o la princesa Grace de Mónaco ya eligieron hace muchos años el Norte de la isla de Mallorca para pasar sus vacaciones, y escogieron para establecerse la población de Pollensa, por entonces un pequeño pueblo que ya apuntaba maneras.

Hoy en día esta localidad balear cuenta con más 15.000 habitantes, aunque no ha crecido tanto como otros núcleos urbanos de la isla. Por eso sigue manteniendo todo el encanto de un tradicional pueblo mallorquín, con el añadido de contar con un precioso litoral salpicado de playas y calas paradisíacas, además de con una buena oferta de alojamiento y restauración.

Situada a 58 kilómetros de la ciudad de Palma de Mallorca, Pollensa limita con las poblaciones de Alcudia, Sa Pobla, Campanet y Escorca. El pueblo se encuentra en el interior, a 13 kilómetros de la costa, donde se hallan los núcleos costeros de Cala San Vicente, Formentor y Puerto de Pollensa. Es este ultimo el principal destino costero del término municipal, contando con la oferta más completa de alojamiento, restauración, ocio y entretenimiento, además de con magníficas playas. Descubre todo lo que necesitas saber, y más, en nuestra Guía de Pollensa.

Playa del Playa del Puerto de Pollensa, en Mallorca
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Playas de Pollensa

A lo largo del término municipal de Pollensa se reparten hasta 16 playas, muy diferentes ente ellas pero con algo en común, la transparencia de sus aguas.

Playa Port de Pollença: también conocida como la Playa de Llenaire, tiene 1.000 metros de largo y 35 metros de ancho. De fina arena blanca, dispone de aparcamiento gratuito junto al puerto, además de servicio de alquiler de sombrilla, hamacas y velomares, socorristas, chiringuitos o restaurantes. Situada en la Bahía de Pollença, es una de las más concurridas de la zona.

Playa Albercuix: en realidad este arenal está formado por una serie de playas que se encuentran situadas junto al paseo Voramar, entre el Port de Pollença y Punta de l’Avançada, al lado de la Fortaleza d'Albercuix. De fina arena dorada, dispone de servicio de alquiler de sombrilla, hamacas y velomares, y hay varios restaurantes en los alrededores.

Playa de Tamarells: situada en el Port de Pollensa, es una playa totalmente adaptada para personas con movilidad reducida y con dependencia psíquica o sensorial. Cuenta con silla anfibia para adultos y niños, grúa, hamaca adaptada, andador, muletas anfibias, chaleco salvavidas, sistema de alerta para sillas anfibias, brazaletes identificativos o servicio de primeros auxilios.

Cala Murta: se halla en un privilegiado escenario de acantilados, encinares y pinares, y para llegar a ella hay que caminar casi dos kilómetros por un camino asfaltado. Es de grava y arena, y tiene un grado de ocupación media. Tiene 60 metros de largo y 25 metros de ancho, y la profundidad del fondo marino llega a los 4 metros a 100 metros de la costa, contando con bancos de arena.

Cala Formentor: esta playa se halla dividida por un muelle. Tiene una longitud de 900 metros y una anchura de 10 metros, y es de fina arena blanca. Frente a ella se encuentra la pequeña isla de Formentor, y está bordeada por un pinar. Tiene aparcamiento de pago, y cuenta con duchas, un chiringuito donde dan de comer y servicio de alquiler de sombrillas, hamacas y velomares.

Cala Murta, en Pollensa, Mallorca
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Playa El Caló: este arenal virgen de pequeñas dimensiones está compuesto de cantos rodados grandes y grava, contando con 55 metros de largo y 20 metros de ancho. Para llegar a ella hay que andar cuatro kilómetros, y en la zona hay una base aérea militar de hidroaviones. Sus fondos marinos son rocosos, pero con abundante vegetación, siendo ideal para bucear.

Cala Gossalba: se trata de varias playas vírgenes de reducido tamaño. Bordeada por un pinar, tiene 30 metros de largo y otros 30 de ancho. A ella se llega desde Cala Murta caminando durante dos kilómetros y medio junto a los acantilados.

Cala Figuera: con 50 metros de largo, y compuesta de arena y cantos rodados, es una playa virgen en la que suelen abundar las algas. Cuenta con una zona de aparcamiento desde donde sale un camino que llega descendiendo hasta la playa.

Cala Boquer: es una de las playas más tranquilas de la zona. De cantos rodados y grava, tiene una extensión de 45 metros de largo por 10 de ancho. En ella suelen recalar los barcos. Se accede a este arenal desde el Puerto de Pollensa por la carretera que va a Formentor. Tras aparcar, hay que andar un kilómetro y medio.

Otras playas en Pollensa: Cala Carbó, Cala Clara, Cala Barques, Cala Castell, Cala en Feliu, Cala Estremer, Cala Figuera y Cala Molins.

Capilla del Calvario, en Pollensa, Mallorca
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Qué ver en Pollensa

Pollensa es mucho más que playas y sol, y es que este pueblo mallorquín cuenta con una gran herencia histórica que se puede apreciar en sus calles y edificios, remontándose su casco histórico al siglo XII. Entre los lugares que merece la pena conocer se encuentran la Capilla del Calvario, situada en el monte del mismo nombre, y construida a finales del siglo XVIII; la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, original del siglo XIII, pero reconstruida en el siglo XVIII, o el Convento de Santo Domingo, del siglo XVI.

El recorrido por el pueblo también debe incluir lugares tan especiales como los Jardines Joan March, que es encuentran junto al Convento de Santo Domingo; Can Llobera de Plaça, que fue la vivienda de los Llobera de Gotmar, y cuyo aspecto actual se debe a una reforma del siglo XIX; el Oratorio del Roser Vell, del siglo XIV; el Oratorio de Sant Jordi, del siglo XVI; el Santuario del Puig de María, que se halla a 330 metros de altura y fue construido entre los siglos XIV y XV; la Atalaya d’Albercuix, una torre de defensa del siglo XVI ubicada a 380 metros de altura, sobre la Bahía de Pollença, o el Castillo del Rey, situado en la Sierra de Tramuntana, a 492 metros de altura. Se trata del último reducto de los moros ante las tropas de Jaime I de Aragón en 1229. Desde esta fortaleza rocoso se disfruta de las mejores vistas de Pollensa.

Los aficionados a la naturaleza también tienen mucho que ver y hacer, empezando por recorrer la hermosa Sierra de Tramuntana, una cadena montañosa de 90 kilómetros de longitud que termina precipitándose en el mar Mediterráneo por el Cabo de Formentor. En este punto da lugar a bellos acantilados y barrancos,y a preciosas calas y playas. Hay infinidad de rutas para realizar en esta zona, como la de la Talaia de Albercuitx, la que lleva al faro o la del Mirador de Mal Pas.

Puerto de Pollensa, en Mallorca
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Puerto de Pollensa

Puerto de Pollensa, o Port de Pollença en mallorquín, es uno de los destinos más solicitados de la isla de Mallorca. Antaño pueblo de pescadores, hoy en día es un turístico núcleo situado a seis kilómetros de la villa de Pollensa. Se encuentra en la bahía homónima, y ofrece a sus visitantes una gran variedad de propuestas relacionadas con el mar, la montaña, la cultura o o el ocio. Cuenta con un animado paseo marítimo que discurre junto a la gran playa local. Desde él se contemplan unas espectaculares vistas de la Bahía de Pollensa y de la isla de Menorca.

La playa local es la de Llenaire, más conocida como la Playa del Port de Pollensa, que tiene casi un kilómetro de longitud y suele contar con la distinción de la Bandera Azul. Otras playas en su entorno son la Cala San Vicente, la Playa de Formentor o la Playa de Albercuix, y si preferimos pequeñas calas, más tranquilas, contamos con Cala Murta, Cala en Gossalba y Cala en Feliu.

No hay monumentos históricos en el Puerto, pero en los alrededores se pueden visitar el Puente Romano situado sobre el Torrente de Sant Jordi, el Calvario o el Museo Municipal de Pollensa. Lo que sí abundan son los planes, como ir de compras por el Paseo de los Pinos, hacer senderismo por el valle de Bóquer buscando su escondida cueva, o hacer la Ruta de Piedra en Seco GR-221, que llega hasta el antiguo Monasterio de Lluc. Otras propuestas en la zona son salir en barco a atisbar delfines; hacer inmersiones en el mar, tanto de día como de noche; jugar al golf en un campo de nueve hoyos, el Golf Pollensa, o ver atardecer desde el mirador de la antigua torre de vigilancia que hay en el camino de Cap d’Formentor.

Feria del Vino de Pollensa, en Mallorca
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Comer en Pollensa

En Pollensa, como sucede en resto de Mallorca y de las Islas Baleares, predomina una gastronomía de gran tradición mediterránea. Tanto en el pueblo como en los núcleos que pertenecen a su término municipal hay una gran oferta de restauración, y no sólo de cocina local, también de cocina internacional.

Sin nos decantamos por la cocina tradicional de la isla podremos probar platos especiales como el tumbet, que es una fritada de patatas, berenjenas, calabacín y pimientos acompañada de salsa de tomate; el pa amb oli o pan con tomate; las cocas de trempó, una especie de pizza hecha con masa de pan que lleva tomate, cebolla y pimiento; el arròs brut, un guiso de arroz acompañado de diferentes tipos de carne; las empanadas, la lechona o el lomo con col, entre otras muchas propuestas. Y para postre, nada mejor que un buen gató, un pastel hecho con harina, huevos, azúcar y almendras.

Y para acompañar nuestras comidas contamos con los vinos de elaboración propia que se elaboran en las pequeñas bodegas de la zona, y cuya producción ha sido calificada de excelente.

De compras por Pollensa, en Mallorca
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Qué hacer en Pollensa

Salir de compras es siempre un buen plan en Pollensa. Y es que en esta población existe una gran tradición artesanal, que se traduce en primorosos objetos de artesanía. Podremos adquirir muebles rústicos, artículos de hierro forjado, bordados hechos a mano, objetos de cerámica o las robes de llengües, o telas de lenguas mallorquinas, que se realizan con la técnica del ikat, consistente en teñir las hebras antes de empezar a tejer la tela. Un buena forma de ver concentrada toda la artesanía local es visitando la Feria de Artesanía de Pollensa, que se celebra en el mes de noviembre.

Los aficionados a la acción y al deporte disfrutarán en esta localidad mallorquina de una gran oferta de actividades. Desde deportes náuticos, como la vela, el buceo, el piragüismo, el windsurf, la natación o la pesca, hasta las actividades que se realizan en plena naturaleza, como el senderismo, el ciclismo, el barranquismo, la espeleología o la escalada. No faltan instalaciones para practicar otros deportes, como el baloncesto, el fútbol, la natación en piscina cubierta, el tenis, el golf, el squash, el voleibol o el bádminton.

Para los que prefieren la cultura, en el municipio hay interesantes museos que visitar, como el Museu de Pollença, y diversas iniciativas privadas, como la Casa-Museu Dionís Bennàssar o el Museu Martí Vicenç, además de contar con una gran variedad de galerías de arte.

Fiesta de la Patrona, en Pollensa, Mallorca
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Pollensa en fiestas

  • Fiestas de la Patrona: celebradas en honor de Nuestra Señora de los Ángeles, la Patrona de Pollença, se celebran el 2 de agosto, y duran varios días. Uno de sus actos más populares es la Fiesta de Moros y Cristianos, junto con la danza de los “cossiers”.
  • Fiestas de Sant Antoni y Sant Sebastià: tienen lugar los días 16, 17 y 20 de enero, y están ligadas a las figuras del "dimoni" y de los "foguerons". El fuego y las hogueras son los protagonistas.
  • Feria del Vino en Pollença: se celebra entre los meses de abril y mayo para promocionar los vinos de las bodegas mallorquinas. Se viene realizando desde el año 2004.
  • Fiestas de Sant Pere: se trata de un gran evento en el Puerto de Pollensa en honor de San Pedro, patrón de los pescadores. Tiene lugar los días próximos a su festividad, el 29 de junio.
  • Fiestas de la Virgen del Carmen: la patrona de los marineros es también festejada en el Puerto de Pollensa en su día, el 16 de julio. Incluyen conciertos y muchas actividades, siendo el acto principal la tradicional procesión marinera.
  • Festival de Música de Pollença: todos los años tiene lugar este gran certamen musical al que acuden artistas de todo el mundo. Se celebra en el mes de agosto en el Claustro del Convento de Santo Domingo.

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