El nuevo Parador de León, buque insignia de Paradores

Después de tres años en obras y 15 millones de euros invertidos, el antiguo Hostal San Marcos, reconvertido hoy en día en el Parador de León, ha abierto de nuevo al público. A lo largo de sus siete siglos, este conjunto monumental ha pasado por numerosas etapas y funciones, desde ser la Hospedería de la Orden de Santiago a un instituto, pasando por un hospital penitenciario, un cuartel de caballería e incluso un campo de concentración franquista.

Antes de la reforma, el Parador estaba dividido en dos espacios: el edificio histórico y la construcción más moderna, de los años 70. Así pues, Paradores decidió dividir también la reforma en dos fases. La primera ha coincidido con el trabajo en la parte más antigua y la segunda ha constado de la demolición del edificio más moderno y se pretende la construcción de uno nuevo, para el que todavía no hay fecha prevista. ¿Preparado para conocerlo todo sobre el nuevo Parador de León? Te animamos a que sigas leyendo.

El Parador de León

Los Reyes Católicos enviaron 300.000 maravedíes para la construcción de un hospital de peregrinos y varios siglos después se han transformado en 51 habitaciones repartidas en más de 14.000 metros cuadrados de espacio. Así ha abierto al público el histórico edificio del Parador de León tras su restauración. Se ha querido recuperar el patio como el ‘corazón’ a partir del cual se estructura todo y lo han cubierto, pero han seguido manteniendo la entrada de luz. Allí está ahora la cafetería, bajo el techo de Lucio Muñoz, artista coetáneo de Antonio López y cuya obra tiene una gran representación en todo el hotel.

Los elementos que predominan en esta rehabilitación son la piedra natural, las maderas naturales y el color oscuro. El visitante puede llevarse una primera impresión equivocada de estar en un lugar frío y duro, sin embargo, ese sentimiento se va tornando en una sensación carismática por toda la vida que ha acogido este alojamiento.

Durante las obras, se encontraron restos del siglo XI de lo que pudo ser el edificio original en tiempos de doña Urraca I de León. Este hallazgo retrasó los plazos de la restauración pero se ha trabajado para dejarlos visibles en la recepción del hotel. Otro de los restos encontrados en estos tres años ha sido un alquerque, un típico juego medieval del que incluso Alfonso X el Sabio habló en el ‘Libro de los Juegos’.

Historia viva en el Parador de León

Se cree que el mismo Quevedo pudo estar preso en este lugar entre los años 1639 y 1643 ya que, aunque ningún documento lo acredita, en los textos del escritor se encontró una descripción que recuerda mucho a este sitio ‘donde se escucha el sonido del río Bernesga’, que se encuentra al lado del Parador.

Por otro lado, en el techo de la Sala capitular, la zona laica del antiguo monasterio, hay una especie de artesonado conocido como alfarje con madera de alerce, del siglo XVI. Se trata de una obra única a la que acompañan tres tapices colgando de sus paredes. Un conjunto único que dota al hotel de una gran importancia artística.

Siguiendo la estela del gran patrimonio artístico del Parador de León cabe destacar una de las piezas más valiosas del Renacimiento Español, una obra de Juan de Juni en el siglo XVI que se encuentra en el claustro antiguo. Actualmente se puede contemplar en su máximo esplendor gracias a una intervención para su recuperación.