Niebla, un destino inolvidable en Huelva
El milenario pueblo de Niebla nos espera junto a la orilla del río Tinto para sorprendernos con toda la magia que envuelve a esta bella localidad onubense.
Encontraremos a la histórica localidad de Niebla sobre una colina ubicada al lado del río Tinto, en la provincia de Huelva, Andalucía. Y que su nombre no te nuble la vista, porque hay mucho que ver y hacer en esta villa que antaño llegó a ser Reino de Taifas.
Situada a sólo 30 kilómetros de la ciudad de Huelva, recorrer este pueblo andaluz del Condado de Niebla es como dar un paseo por la historia. Acompáñanos a visitar esta bonita población cuyo casco antiguo se halla totalmente rodeado por una muralla de casi dos kilómetros de longitud.
El conjunto monumental de Niebla
La mayor parte de los lugares de interés de esta villa onubense los encontraremos dentro de la zona amurallada. Intramuros están monumentos como la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada, del siglo XIII; el Alcázar de los Condes de Niebla o Castillo de los Guzmanes, cuya planta actual se remonta al siglo XV; la Iglesia de San Martín, una antigua sinagoga de la que sólo queda en pie el ábside, o el Hospital Nuestra Señora de los Ángeles, original del siglo XIV, que actualmente alberga la Casa de la Cultura.
La muralla de la villa es su bien más preciado. Con una longitud de alrededor de dos kilómetros, y jalonada por más de cuarenta torres, se encuentra en perfecto estado de conservación. También mantiene las antiguas puertas por las que todavía se puede acceder al municipio, como la Puerta del Agujero, la del Agua, la Puerta del Buey, la del Socorro o la de Sevilla.
Extramuros no podemos perdernos el Puente Romano sobre el rojizo río Tinto, que todavía conserva elementos originales, como algunos arcos de medio punto. Y desde Niebla podemos acercarnos a un cercano paraje conocido como la Mesa de las Huecas, donde veremos un conjunto megalítico de la Edad del Cobre compuesto por tres dólmenes.
La belleza del Río Tinto
Aprovechando nuestra estancia en la localidad de Niebla, merece la pena hacer una visita al Paisaje Protegido Río Tinto, considerado único en el mundo por su peculiar gama de colores y por sus extraordinarias condiciones ambientales e históricas.
Debe su nombre al color rojizo de sus aguas, aunque cuenta con otras tonalidades, como el ocre de sus orillas. Su coloración es debida al alto contenido que posee en sales ferruginosas y sulfato férrico. Tiene un pH muy ácido, lo que provoca una gran escasez de vegetación de ribera, salvo el llamado brezo de las minas.
Todo lo contrario ocurre con la vida, ya que las aguas del río Tinto están plagadas de microorganismos que se alimentan con minerales. Son condiciones biológicas tan excepcionales que la agencia espacial norteamericana, la NASA, se dedica a estudiarlas, ya que sus expertos consideran que sobreviven en unas condiciones ambientales muy parecidas a las que se dan en el planeta Marte.
