El turismo "slow" en España es posible

Maria Reig 02 Mayo, 2022

Si eres de los que huyen de las aglomeraciones, el ruido, las prisas y el estrés, seguro que encuentras aquí tu destino ideal. Una selección de los mejores lugares para disfrutar del turismo ‘slow’.

Begur
Travel Inspires

¿Qué es el turismo ‘slow’? Se preguntarán algunos. Para los que todavía no estén familiarizados con este movimiento, deben saber que nació en Italia en el año 1999, ampliando la ya existente filosofía del ‘slow food’. El objetivo estaba claro, compatibilizar la tradición y la identidad propia con las comodidades actuales, fomentando el concepto del buen vivir.

En todo el mundo, ya son más de 200 ciudades de unos 30 países las que forman parte de este movimiento. Entre los requisitos, deben tener un centro histórico peatonal, que los productos que se aporten de la agricultura, ganadería y la pesca sean de gran calidad y se obtengan con respeto al medio ambiente, y que tengan un turismo sostenible, responsable y respetuoso con el patrimonio. En España, hay varios lugares con estas características, entre los que destacan Begues, Begur, Balmaseda, Morella, Rubielos de Mora y Benabarre.

Balmaseda
Hotel País Vasco

Cataluña y País Vasco

A tan solo 20 minutos de Barcelona está Begues, un pequeño municipio de montaña situado en el Parque Nacional del Garraf. El entorno natural de Begues brinda a todo aquel que lo visita unas condiciones óptimas para la realización de actividades físicas y deportivas, pero también que tengan que ver con la meditación. Este lugar del Baix Llobregat ofrece tranquilidad, silencio y preservación del medio ambiente, todo lo que necesita un destino para ser considerado ‘slow’. Además, posee un gran patrimonio y algunas masías, todo en buen estado de conservación.

Otra de las paradas recomendadas en Cataluña es Begur, un destino de mar en el que las calas de aguas turquesas llegan hasta los pinos y bañan un mágico casco histórico a los pies del Mediterráneo. Sin duda, se trata de uno de los lugares más mágicos de la Costa Brava; y no es para menos, pues este pueblo situado en el corazón del Empordà se ha formado a base de las huellas que han ido dejando pescadores, indianos o los trabajadores del corcho.

Ya en el País Vasco, concretamente en la provincia de Vizcaya, está Balmaseda. Se trata de un municipio que se encuentra apenas a 30 kilómetros de Bilbao, en la comarca de Enkaterri, y que es característico por el entramado de sus calles, propio del medievo. Desde hace años, trata de conservarse como en sus años de máximo esplendor, alejándose del jugo del asfalto y manteniendo el encanto de sus calles. Goza de una localización geográfica privilegiada, bañada por el río Kadagua y protegida por el monte Kolitza.

Morella
Comunitat Valenciana

Comunidad Valenciana y Aragón

En este ranking de turismo ‘slow’ no podía faltar la localidad castellonense de Morella, que además se encuentra entre los Pueblos más Bonitos de España. Ha sido declarada Conjunto Histórico-Artístico por sus murallas centenarias, así como por su imponente castillo o su encantador casco histórico. Cuenta también con una gran tradición arqueológica en la que destacan el Museo de los Dinosaurios y las pinturas rupestres. Morella es un lugar en el que conviven tradición y modernidad en el esplendor de su belleza, su tradición y gastronomía.

La archiconocida Rubielos de Mora se cuela entre los destinos ‘slow’ de Aragón. Por su ubicación privilegiada a modo de mirador del altiplano de Teruel, se le llama popularmente el ‘Pórtico de Aragón’. Entre sus encantos destaca el respeto que muestra por su entorno natural así como por su pasado y presente cultural. Ostenta la declaración de Conjunto Histórico Artístico y cuenta con el premio Europa Nostra, por su magnífica restauración; además forma parte del Camino del Cid.

También en Aragón, pero esta vez a las puertas del Pirineo y rodeado por numerosas sierras, se encuentra Benabarre, en Huesca. El elemento patrimonial más representativo es su castillo, que aunque de origen musulmán, conserva su mayor parte de las ampliaciones realizadas en el siglo XIV, momento de máximo esplendor para el Condado de Ribagorza, del que Benabarre era su capital. Reflejo de su historia, se conservan dólmenes, pinturas rupestres, retablos góticos, iglesias, ermitas, casas señoriales y un largo etcétera que convierten a éste en un lugar único.

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