El castillo de Morella, en Castellón

Maria Reig 22 Junio, 2020

El castillo de Morella ha sido una de las fortalezas más imponentes del Mediterráneo. Hoy en día sigue manteniendo su poderío en un enclave privilegiado al norte de Castellón.

Morella
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Morella está muy cerca de la frontera entre Aragón y Valencia, justo en el camino que recorría de norte a sur la antigua Corona de Aragón. La localización confirió a esta localidad castellonense una posición notoria en el que destacaron el desarrollo urbano y su fortaleza, un imponente castillo situado en lo alto de un cerro, desde donde se tenía y tiene una amplia perspectiva de todo su entorno.

La colina ha sido habitada ininterrumpidamente desde 3000 años antes de Cristo y por ella han pasado numerosas culturas. De uno u otro modo, ha sido siempre una fortaleza inquebrantable debido a su situación estratégica, construida en la zona más alta de una muela, aprovechando la roca natural. Morella permitía el dominio y el control del paso natural del interior a la costa y viceversa.

Entrada al Castillo de Morella
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Historia del Castillo de Morella

En esta localidad castellonense se han encontrado restos del Neolítico, de la Edad del Bronce y del Hierro, así como de los íberos que pasaron por esta zona. Sin embargo, se supone que es en la época romana y, a partir de entonces, en los siglos posteriores con la llegada de los visigodos, los árabes y los cristianos cuando el castillo comienza a erigirse, adaptándose a cada una de las culturas que lo habitan.

En su interior, el Castillo de Morella ha albergado a personajes tan representativos en la historia como Abderramán III, el Cid, Jaume I, el rey Fernando de Antequera, el Papa Luna, San Vicente Ferrer, el príncipe de Viana o el general Cabrera, también conocido como ‘El tigre del Maestrazgo’.

El castillo tiene forma circular y está dividido en tres plantas que ascienden hasta la parte más alta. Hoy en día tiene su entrada por el convento de San Francisco y, hasta llegar a lo más alto, se puede visitar la sala de guardia, la plaza de armas y las principales estancias del castillo. Hay dos torres importantes en la fortaleza, una es la de la Pardala, del siglo XIV, y la torre del homenaje, de origen hispanomusulmán y de la que apenas quedan restos.

Puerta y torres de Sant Miquel
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El recinto amurallado de Morella

Morella está rodeada por una muralla que sigue en pie prácticamente en su totalidad. Es probable que la primera construcción fuera de época musulmana, aunque la que se puede contemplar hoy en día es la realizada en período cristiano.

A lo largo de la muralla hay ventanas saeteras y torres de diferentes plantas: circular, poligonal y cuadrada. Dos son las puertas más importantes a través de las cuales se accede a Morella, la de San Miguel y la de San Mateo. Junto a la primera de ellas está la ‘Cruz de las Tres Cabezas Coronadas’, construida para homenajear la visita en el año 1414 de San Vicente Ferrer, el Papa Luna y Fernando I de Antequera.

Dentro del recinto amurallado destaca el entramado urbano, que invita a recorrerlo y disfrutarlo con calma. En cuanto a los monumentos resalta sobre el resto la Iglesia Arciprestal de Santa María la Mayor, un templo de estilo gótico valenciano con dos puertas repletas de decoración escultórica y un interior envolvente. Cuenta con un coro al que se accede por una escalera de caracol muy trabajada escultóricamente y policromada que deja a todo el que la ve sin palabras. Otros de los edificios referentes para visitar son el antiguo Ayuntamiento y las ruinas del Convento de San Francisco.

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