El estilo neoárabe de Barcelona, una ruta alternativa al modernismo catalán

Barcelona tiene un pasado musulmán, como muchas de las ciudad españolas. Sin embargo, no quedan huellas de esta época ya que, después de que el rey franco Ludovico Pío derrotara al ejército árabe, se fueron destruyendo a lo largo de los siglos. Sin embargo, la Ciudad Condal nunca deja de sorprender y, en la segunda mitad del siglo XIX se produjo un auge de la arquitectura neomudéjar debido al crecimiento de la ciudad, causado por el derribo de las murallas medievales en 1854, y ampliada hacia lo que hoy en día conocemos como el Eixample.

Ildefons Cerdà fue el ingeniero encargado de planificar esta ampliación, y estableció una serie de condiciones estéticas. Sin embargo, los nuevos ricos que ocuparon el Eixample las desoyeron, llenos como estaban de ganas de tener viviendas llamativas y extravagantes. La burguesía francesa fue uno de sus referentes en cuanto a las modas orientales que seguían en esos momentos.

Grandes ejemplos de arquitectura neomudéjar en Barcelona

A principios de la década de 1870 fue cuando surgió aproximadamente el estilo mudéjar en Barcelona. Uno de los mayores ejemplos es la casa Pere Llibre, en el paseo de Gracia, construida en 1872 por el arquitecto Domènec Balet i Nadal. Destaca por la gran riqueza de motivos geométricos, arcos polilobulados, barandillas de hierro con aires modernistas y ventanales con arcos de herradura.

Del mismo arquitecto es la conocida como la casa del alemán o Edificio Alhambra. Se encuentra en la zona de Sant Gervasi y fue construida en el año 1875. Cuenta con una fachada impresionante, que destaca por la gran diferencia de aspecto entre el resto del conjunto urbanístico, y rara vez se puede visitar su vestíbulo, una reproducción a escala del Patio de los Leones de la Alhambra de Granada.

En el año 1891, una ley permitió decorar con mayor abundancia las fachadas y fue uno de los puntos de inicio del modernismo. Antes de esta fecha, el estilo neoárabe fluyó sin ataduras, sin ser tachado de excéntrico. Otro ejemplo es la Casa Marsans, en el Passeig Mare de Déu del Coll. Por fuera parece un castillo, que no es más que la antesala a un palacete del año 1907, pero su interior esconde un claustro arábigo que impresiona por su policromía.

Desarrollo y fin del estilo nemudéjar en Barcelona

Próximo a la Casa Marsans, hay un arco de herradura mozárabe coronado con dos águilas, única reminiscencia de la residencia familiar de Joan Batllori en Vallcarca que fue derribada entre los años 2009 y 2011 a causa de una reforma urbanística. La Casa de les Altures fue proyectada por el arquitecto Enric Figueras Ribas, en el año 1890, para la Compañía Genera de Aguas de Barcelona. Este edificio ha tenido más suerte que el anterior nombrado, pues sigue en pie y es usado como parque por el vecindario.

Otros ejemplos de arquitectura neoárabe en Barcelona son el Arco del Triunfo, de José Vilaseca, que se construyó como entrada principal de la Exposición Universal de Barcelona, en 1888, o la Plaza de Toros de las Arenas, reconvertida actualmente en un centro comercial.

El neoárabe en Barcelona forma parte, como en cualquier otra ciudad, de una mezcla de estilos fruto del paso del tiempo y las modas. Este, en concreto, se difuminó con la llegada del modernismo, pues rápido se convirtió en una forma de expresión común como símbolo de la fortaleza de su población. El visitante que huye de la convencional ruta turística puede optar por esta ruta y descubrir una de las caras ocultas de la Barcelona menos conocida.