Rutas únicas para descubrir Badajoz en otoño: senderismo, bici y escapadas de fin de semana

Badajoz en otoño es sinónimo de paisajes cambiantes, colores intensos y rutas perfectas para desconectar entre naturaleza, historia y buena gastronomía.

El verano quedó atrás y con él las altas temperaturas. Ahora llega el otoño, la época en la que los días invitan a perderse por caminos rurales, a pasear entre encinas y a recorrer pueblos llenos de historia. Y Badajoz se convierte en un destino perfecto para quienes buscan aire puro, calma y experiencias diferentes en la época otoñal.
La provincia extremeña ofrece rincones poco transitados, ideales para caminar, pedalear o incluso recorrer en coche o moto. Aquí te contamos varias rutas y escapadas imprescindibles para aprovechar al máximo el otoño en Badajoz.
Senderos para disfrutar a pie el otoño en Badajoz
El otoño en Badajoz se vive paso a paso. Los senderos atraviesan paisajes donde la dehesa, el bosque mediterráneo y las aves rapaces son las protagonistas.

Una primera opción es la Cañada de las Urracas, en la zona de Tamurejo-Siruela. Se trata de una senda sencilla, algo menos de 10 kilómetros, que atraviesa pastizales y dehesas bien conservadas. El itinerario se adentra en la Reserva de la Biosfera de La Siberia y es un lugar privilegiado para escuchar la berrea de los ciervos en esta época del año.
Otra alternativa es el camino de Las Riberas, en Medina de las Torres. En este caso hablamos de un recorrido circular de más de 23 kilómetros que se completa en unas seis horas. Se atraviesan encinares y alcornoques, campos de olivos y viñas, además de los cauces del río Bodión y la rivera Atarja. Aquí conviven especies como el búho real, la cigüeña negra o el gato montés, lo que convierte la ruta en un espacio perfecto para amantes de la fotografía de fauna.
Rutas en bicicleta para pedalear sin prisa
Explorar Badajoz en bicicleta es una forma de cubrir más terreno sin perder el contacto directo con el paisaje. El pedaleo invita a descubrir pueblos, riberas y tierras agrícolas a un ritmo relajado.

Uno de los trayectos más conocidos es la Vía de la Plata, vinculada al Camino de Santiago. A su paso por Badajoz, se pueden recorrer dos etapas que suman casi 110 kilómetros. El primer tramo conecta Monesterio con la localidad de Zafra, atravesando dehesas y campos de cultivo. El segundo une Zafra con Mérida, pasando por Villafranca de los Barros, tierra de vinos con D.O. Ribera del Guadiana. La llegada a Mérida es el broche, con su impresionante patrimonio romano.
Otra propuesta es el Camino Natural Vía Verde Vegas del Guadiana. Son 57 kilómetros que parten de Logrosán, donde aún se puede visitar la histórica Mina Costanaza. El recorrido cruza campos de regadío, zonas de arroz y frutales, además de atravesar el Guadiana. En noviembre, este entorno celebra el Festival de las Grullas, un espectáculo natural único en el que cientos de aves sobrevuelan el cielo extremeño.
Escapadas para disfrutar del otoño en Badajoz
Además de caminar o pedalear, el otoño Badajoz ofrece la posibilidad de combinar rutas cortas y trayectos en coche para conocer algunos de sus paisajes más emblemáticos. En el norte, La Siberia extremeña y La Serena destacan por sus embalses, dehesas y restos arqueológicos. La carretera panorámica EX-322 es perfecta para recorrer lentamente, disfrutando de vistas a pastizales y lagos como el de La Serena.

Más al sur, Zafra y Tierra de Barros ofrecen historia, vino y arquitectura. Zafra conserva un valioso casco histórico, mientras que otros pueblos cercanos, como Burguillos del Cerro o Fuente del Maestre, muestran la riqueza patrimonial de la zona. Almendralejo, por su parte, sorprende como epicentro del cava extremeño.
El itinerario se completa con la Sierra Suroeste, Tentudía y Campiña Sur. Castillos, monasterios y museos se reparten entre localidades como Fregenal de la Sierra, Jerez de los Caballeros o Fuente de Cantos. En esta última se puede visitar la Casa Museo de Zurbarán. La carretera EX-103 guía al viajero hacia Llerena, Azuaga y enclaves naturales como la Mina La Jayona o el parque periurbano de Berlanga.