4 pueblos de Extremadura a los que hacer una escapada en cualquier momento del año
Extremadura es uno de los destinos más eclécticos y completos de España, y sus pueblos son auténticos tesoros por descubrir.
Explorar Extremadura equivale a sumergirse en un territorio totalmente impregnado de historia y arraigo, dotado de un espectacular y variado entorno natural. Sus pueblos se reparten por impresionantes entornos, que abarcan desde las cordilleras del sudoeste de Badajoz y la Sierra de San Pedro hasta la Reserva de la Biosfera de la Siberia Extremeña, e incluyen parajes tan especiales como el Valle del Jerte, la Vera, Ambroz, la Sierra de Gata o Las Hurdes.
Te invitamos a realizar una maravillosa travesía por tierras extremeñas para visitar cuatro de sus pueblos más emblemáticos: Jerez de los Caballeros, Guadalupe, Hervás y Jarandilla de la Vera.
Jerez de los Caballeros, un bello pueblo de Extremadura
Jerez de los Caballeros sobresale por su excepcional dehesa y por su legado histórico. En el skyline de esta ciudad ubicada en el extremo suroeste de Badajoz destacan cuatro torres: las de Santa María de la Encarnación, San Miguel Arcángel, San Bartolomé y Santa Catalina. Estas fortificaciones medievales, con sus 18 torreones aún en pie y las dos históricas entradas que resisten el paso del tiempo, relatan la historia de una población que fue determinante en distintas etapas de la historia española.
Además, Jerez de los Caballeros conserva varias residencias señoriales, como el Palacio de los Marqueses de San Fernando, el Palacio de Guzmán Sotomayor o el Solar de los Condes de la Berrona. Todos ellos reflejan la opulencia de épocas pasadas.
Además, hay un Centro de Interpretación dedicado al explorador del Océano Pacífico, Vasco Núñez de Balboa. El Dolmen de Toriñuelo, proclamado Monumento Nacional en 1926 y localizado en la finca La Granja, es otro de los atractivos imperdibles.
Guadalupe y su renombrado monasterio
Guadalupe, asentada en la comarca de Las Villuercas, en Cáceres, se erige como uno de los pueblos más encantadores de Extremadura. El monumento más destacado de la localidad es el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, distinguido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Este conjunto monumental, junto con el entorno histórico que lo rodea, ofrece una profunda visión de la historia y la espiritualidad que caracterizan a este pueblo extremeño.
Explorar Guadalupe implica embarcarse en un viaje a través del tiempo. Desde el Arco de Chorro Gordo, que da la bienvenida a los visitantes, hasta el Arco del Tinte de estilo mudéjar, cada paso revela una parte de la historia y las costumbres de la localidad. La leyenda del pastor Gil Cordero y la manifestación de la Virgen de Guadalupe añaden un toque místico al lugar.
La ruta por el casco antiguo, incluyendo la calle de Ruperto y la plazuela de los Tres Chorros, junto con las visitas al hospital de San Juan Bautista y la Iglesia de la Santísima Trinidad, completan una experiencia altamente enriquecedora en tu escapada rural.
Hervás, entre los pueblos más pintorescos de Extremadura
Hervás, emplazado en el valle del Ambroz y resguardado por la Sierra de Béjar, constituye otro de los destinos imprescindibles en el corazón de Extremadura. Su barrio judío es un vivo testimonio de la tradicional arquitectura de casas entramadas. En sus calles sobresale la mansión de los Dávila, del siglo XVIII y de estilo barroco. Igualmente relevante es la antigua enfermería franciscana de la Bien Parada, que cuenta con un atractivo patio interior con ocho columnas y una escalera de granito.
Las iglesias de Santa María de Aguas Vivas y de San Juan Bautista de la Concepción, así como el puente medieval de la Fuente Chiquita, son otros lugares que podrás explorar en Hervás.
Además, la villa se enorgullece de su bosque de castaños, el monte Castañar, de 300 hectáreas y declarado Paisaje Protegido. Y es que Hervás es el paraíso ideal para el senderismo, con más de 200 km de senderos señalizados que atraviesan paisajes de ensueño.
Jarandilla de la Vera, un destino de reyes
Ubicada en la comarca de La Vera, en el norte de Cáceres, Extremadura, Jarandilla de la Vera no sólo sirve como el punto de partida idóneo para la reconocida Ruta del Emperador Carlos V hacia el Monasterio de Yuste. También cautiva por su paisaje, donde los bosques de robles, castaños y encinas se entrelazan con la fragancia de tomillos, brezos y jaras.
El Castillo de los Condes de Oropesa, actualmente un Parador Nacional de Turismo, resalta por la belleza de su patio, convirtiéndose en una visita obligada. Además, la iglesia fortaleza de Nuestra Señora de la Torre, la iglesia renacentista de San Agustín y diversas ermitas como la del Santísimo Cristo del Humilladero, enriquecerán tu viaje.
El puente medieval de Jaranda, que evoca las historias de los monjes del monasterio de Yuste, no puede pasarse por alto. Y para aquellos que prefieren una experiencia más dinámica, o desean disfrutar de un refrescante baño, la ruta hacia la Garganta de Jaranda, cuyo origen se encuentra en la localidad de Guijo de Santa Bárbara, es una excelente opción.
