Riópar: naturaleza, bronce y esparto en Albacete

Belén Valdehita
Belén Valdehita 14 Febrero, 2020

El pueblo de Riópar nos espera en Albacete, donde disfrutaremos de su espectacular entorno natural, su patrimonio, su gastronomía y sus productos artesanales de esparto y de bronce.

Nacimiento del Río Mundo, en Riópar, Albacete
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Las Sierras de Alcaraz y del Segura son el imponente escenario natural en el que encontraremos el pueblo de Riópar, en Albacete. Destino de naturaleza por excelencia, en su término municipal se encuentran parajes tan impresionantes como las cascadas conocidas como los Chorros del Río Mundo, ubicadas en el Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima. Este paraje constituye la única zona de protección especial de esta provincia castellano-manchega.

Situado a poco más de 100 kilómetros de la capital provincial, desde la ciudad de Albacete se llega por la N-322 hasta Alcaraz, y 11 kilómetros después se toma la CM-412 hasta Riópar.

El municipio cuenta con varias pedanías, como Casa de la Noguera, Cortijo del Cura, La Dehesa, El Gollizo, El Laminador, El Lugar Nuevo, El Noguerón, Umbría-Angulo, El Villar y Riópar Viejo, considerado el casco histórico de la villa.

Castillo de Riópar Viejo, en Riópar, Albacete
turismocastillalamancha.es

Qué visitar en Riópar

El Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima, con parajes como el Nacimiento y los Chorros del Río Mundo, es el principal objetivo de cuantos visitan la localidad albaceteña de Riópar. Este paraje está formado por un circo de origen glaciar en cuyas altas paredes, totalmente verticales, se encuentra la Cueva de los Chorros. Ahí nace el Río Mundo, que se precipita en una caída de más 80 metros, dando lugar a una de las cascadas más bonitas e impresionantes de España.

Ya en el pueblo, hay que acercarse a la pedanía de Riópar Viejo para ver sus dos monumentos más antiguos. Uno de ellos es un castillo de origen musulmán que tras la Reconquista pasó a ser propiedad del Conde de Paredes. El otro es la Iglesia del Espíritu Santo, del siglo XV, que actualmente se encuentra totalmente restaurada. Durante su restauración salieron a la luz unos magníficos frescos que permanecían ocultos en el muro.

El pueblo cuenta además con dos museos que representan su artesanía tradicional. Hablamos del Museo de Las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz, del siglo XVIII, que demuestra la importancia que tuvo este localidad en la elaboración artesana de objetos de bronce. El otro es el Museo del Esparto, un material mucho más humilde. Pero en este espacio nos muestran, a través de 120 piezas, la gran variedad de artículos que se pueden crear con esta increíble planta.

Vista panorámica de Riópar, en Albacete
Juan Fernández - Riópar

La riqueza gastronómica de Riópar

Otro de los valores de Riópar es su cocina tradicional. Sus platos más típicos se elaboran con productos del campo, como las collejas, los espárragos, las moras, las setas, los caracoles o la carne de conejo, liebre o paloma torcaz. También hay un destacado sector ganadero, que proporciona los corderos y cabritos con los que se cocinan las calderetas, los estofados y los asados.

En las casas y restaurantes de la localidad es habitual tener en la despensa orzas de chorizos, morcillas y lomos adobados. También es normal que de los techos cuelguen salchichones, jamones y paletillas, además de tener secando pimientos y racimos de uvas pasas.

El recetario local incluye platos como las migas ruleras, el guisado de calabaza, los gazpachos, el caldo moreno, las carnes en pepitoria, las perdices, los estofados o los potajes. En cuanto a los dulces, están las flores con miel, las tortas mantecosas, los suspiros o las hojuelas, entre otras deliciosas propuestas. Son muchos los atractivos turísticos con los que nos sorprenderá la localidad albaceteña de Riópar.

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