Albarracín, un pueblo lleno de encanto en Teruel

Belén Valdehita

Que “Teruel también existe” es una cuestión que quedó muy clara hace ya unos años para todo el mundo, tras la magnífica campaña publicitaria que la diputación provincial llevó a cabo. Los amantes de la naturaleza, el arte, la cultura y las tradiciones ya lo sabían desde hace mucho más tiempo. Sin duda la provincia de Teruel tiene bastante que ofrecer, entre otros lugares tan bellos y singulares como la localidad de Albarracín.

Se trata de un municipio literalmente colgado de unos agrestes cerros ubicados en los Montes Universales. Construido a situada a 1.171 metros sobre el nivel del mar, su origen se remonta a la Edad Media, y la zona fue una excelente elección para ubicar el pueblo, ya que la mayor parte de la población está rodeada de profundos tajos que hacían las veces de foso, convirtiendo el lugar en inexpugnable. Para hacer el lugar más seguro, una gran muralla rodea el histórico castillo del Andador.


Al atardecer, los tonos rojizos que surgen desde Albarracín son todo un espectáculo visual, pero ya metidos en el municipio su belleza se hace todavía más patente. Es por todos sus encantos que la población turolense está considerada Monumento Nacional desde junio de 1961, posee desde diciembre de 1996 la medalla de oro al merito en las bellas artes y actualmente ha sido propuesta por la UNESCO para ser declarada Patrimonio de la Humanidad.

Hay mucho que ver en Albarracín, desde el ya mencionado castillo del Andador, pasando por la Catedral, la Iglesia de Santa María, la casa de Julianeta o el Palacio Episcopal. Pero recorrer sus calles es ya de por sí toda una experiencia, disfrutando a cada paso de sus edificios con entramado de madera y el peculiar yeso rojizo que le confiere su original color, sus mansiones señoriales o las calles que han conseguido superar el accidentado terreno, llenas de pasadizos y escalinatas. Albarracín está plagado de rincones difíciles de olvidar, como la Plaza de la Comunidad, la Plaza Mayor o la calle Azagra.

Las viviendas de Albarracín poseen numerosos detalles, como sus fantásticas puertas y sus elaborados llamadores, realizados en hierro con formas fantásticas como dragones. Sus pequeñas ventanas ocultan la vida cotidiana con preciosos visillos de encaje, y sus moradores se asoman al pueblo desde increíbles balcones realizados en forja y de madera tallada. Sin duda Albarracín es todo un monumento en sí mismo.

Su magnífico entorno natural, la Sierra de Albarracín, rodea la localidad de barrancos, cañones, peñas y cortados. Ya en el valle las praderas se alternan con los bosques, formando un bello marco para este increíble conjunto monumental.

Por si tantos encantos no fueran suficientes, en Albarracín podremos degustar una deliciosa cocina aragonesa, con platos tan tradicionales como el estofado de ciervo, la caldereta de cordero, el ternasco de Aragón, el gazpacho de pastor, las sopas de ajo, el conejo escabechado, las gachas, las migas con uvas, las farinetas, los huevos con jamón, o las truchas al vino. De postre las típicas almohábanas de ben Razin, y todo ello acompañado de un buen pan y un mejor vino.

Los amantes de las compras encontrarán en Albarracín impresionantes objetos de forja, de cantería y de cerámica, y los adictos a las emociones fuertes podrán practicar actividades como el senderismo, montar a caballo, las travesías en mountain bike o la escalada.

La localidad turolense de Albarracín está lleno de encantos. ¿A qué esperas para descubrirlos?

REPORTAJES RELACIONADOS

Turismo rural en Torre del Compte, Teruel

Turismo rural en Torre del Compte, Teruel

Con sus elegantes calles empedradas y sus ilustres monumentos, y rodeado por un bello entorno natural, el municipio turolense de Torre del Compte es un magnífico destino para los aficionados al turism...

Mora de Rubielos, un paraíso entre montañas

Mora de Rubielos, un paraíso entre montañas

A los pies de la Sierra de Gúdar, te espera este pueblo turolense de estilo medieval y gran tradición gastronómica. Su casco histórico y su entorno natural no te dejarán indiferente...