Saldaña, arte romano y gastronomía en el corazón de Palencia

Silvia Gonzalez Fernandez

Silvia Gonzalez Fernandez 19 Noviembre, 2020

Visitar La Villa Romana de La Olmeda, acercarnos a Saldaña para disfrutar de la cocina tradicional de la provincia de Palencia y comprar excelente legumbre, es nuestra misión en el transcurso de las próximas lineas.

Villa Romana de La Olmeda (Pedrosa De la Vega, Palencia)
villaromanadelaolmeda.com

Pese a que la cultura romana fue durante su imperio eminentemente urbana, Roma también colonizó la meseta norte de nuestro pais con las Villas Romanas. Dichas Villas eran majestuosas edificaciones en mitad de enormes latifundios que se dedicaban al cultivo del cereal para abastecer al Imperio Romano –o al menos a lo que quedaba de él–.

Para iniciar nuestro viaje de hoy, debemos remontarnos al s. I d.C. y así poder entender el porqué de estas edificaciones. Es probable que la respuesta se halle en una época de hambruna en Roma, durante la cual se permitió el uso de cualquier terreno improductivo para el cultivo de cereales que después sirvieran de alimento a quienes los habían sembrado.

Pero no os asustéis, ni pretendo impartir una clase de historia ni vamos a pasar hambre, únicamente quiero entrar en situación para hablaros sobre La Villa Romana de La Olmeda -en Pedrosa de la Vega (Palencia)– y despertar todo vuestro interés, y si de paso consigo ‘despertar’ también vuestro estómago, pues genial, porque he reservado mesa en Saldaña -localidad a 6 km de la Villa romana y a 62 km de Palencia– y tras la visita podemos comer todos juntos ¿Quién se anima?

Casa Torcida (Saldaña, Palencia)
clickturismo.es

La Villa Romana de La Olmeda, arte romano en estado puro

Descubierta de manera casual en 1968 durante la realización de unas labores agrícolas, es sin duda un magnífico tesoro arqueológico que vivió su época de esplendor hace 1600 años y que ahora, gracias a la fortuna y a los trabajos de excavación e investigación, podemos admirar de nuevo.

Esta gran mansión rural está repleta de mosaicos polícromos tan sorprendentemente bien conservados que harán que casi te sientas uno de sus primigenios moradores. Recorrer esta villa palaciega, declarada bien de interés cultural, es una excelente forma de acercarse a la vida y costumbres durante el Imperio Romano, y tal vez plantearse cómo una civilización capaz de llevar a cabo semejantes logros arquitectónicos terminó abocada al fracaso.

Tras la visita ‘in situ’ a la Villa Romana de La Olmeda, nuestra recomendación es completar el círculo de arte visitando el Museo complementario instalado en la Iglesia de San Pedro de Saldaña. Contiene interesantes objetos encontrados durante las excavaciones arqueológicas en la Villa y que fueron utilizados en la antigüedad por sus habitantes en la vestimenta, alimentación, ocio, rituales religiosos y funerarios etc.

Alubia de Saldaña
saldana.es

Saldaña: cultura, naturaleza y excelente legumbre

Una vez finalizado nuestro recorrido por el Imperio Romano podemos pasear las calles de Saldaña y situar en la historia, un poquito más reciente, todos los puntos de interés turístico que en ella encontramos, por ejemplo;

La Casa Solariega del Marqués de la Valdavia –en este punto os propongo el juego de buscar la gran garra de oso que cuelga de una de sus vigas y descubrir lo que cuenta su leyenda–, la curiosa Casa Torcida –y no me refiero a la novela de Agatha Christie, sino a una construcción civil de finales del siglo XVI–, el Castillo de los Duques del Infantado –o mejor dicho sus ruinas, situadas en el yacimiento de La Morterona, una loma con excelentes vistas del pueblo–, el Hospital de la Misericordia, la Ermita de Santa María del Castillo, el Convento de los Mínimos, el Puente Viejo o las Plazas del Trigo y del Lino –que sin duda remarcan el carácter agrícola de esta pequeña villa palentina–, etc.

Seguramente que tras es este ‘histórico’ paseo tengamos ganas de disfrutar de los manjares que nos ofrece esta tierra, pues bien, son muchos y variados; sopas de ajo, lechazo, raciones de callos, morcilla, chorizo o queso de oveja. Pero lo que sin duda se lleva la palma en reconocimiento y fama, es la deliciosa legumbre de Saldaña, que podemos tanto probar en el pueblo como comprar y degustar en casa (su mercado semanal, uno de los más concurridos y con mayor historia de la provincia, se celebra todos los martes). Su excelente calidad está garantizada.

No podemos terminar este recorrido sin ofrecer dos planes a los amantes de la naturaleza, ya que Saldaña también es para ellos; el primero es dar un agradable paseo y relajarse a la orilla del río Carrión en el Parque Javier Cortés y el segundo, disfrutar del precioso abrigo natural que nos ofrecen los pinares que rodean el pueblo.

Hagas lo que hagas, Saldaña merece la pena, eso es seguro.

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