Qué ver y qué hacer en Palencia

Belén Valdehita

La ciudad de origen medieval de Palencia es un excelente y completo destino en Castilla y León.

Cristo del Otero, en la ciudad de Palencia

Fuente de la imagen: Palencia

Ubicada en Tierra de Campos, a 235 kilómetros de la ciudad de Madrid, Palencia es una ciudad castellana con un rico patrimonio monumental. Surcada por el río Carrión, posee un precioso casco antiguo, y está considerada como una de las ciudades españolas con mayor superficie ajardinada. Además, cuenta con la primera universidad que se construyó en nuestro país.

El tiempo en Palencia

El duro clima continental que posee la villa palentina la ha hecho merecedora de ser considerada una de las capitales más frías del año. Pero eso es en invierno, cuando las heladas son continuas y los termómetros alcanzan una temperatura media de tres grados centígrados. Se han llegado a alcanzar mínimas absolutas históricas de hasta 14 grados bajo cero.

Pero en verano la ciudad disfruta de una agradable temperatura media de 21 grados, y es raro que llueva. De hecho, las precipitaciones anuales son más bien escasas, con una media de 414,2 mm.

Qué ver en Palencia

No hay mejor lugar para comenzar nuestra visita a la capital palentina que por su Catedral. Su construcción se realizó por orden del rey Sancho III durante el siglo VIII, aunque experimentó varias renovaciones entre los siglos XIV y XVI.

Catedral de la ciudad de Palencia

Fuente de la imagen: tapices.flandesenhispania.org

Nuestro recorrido continúa por otras joyas del patrimonio histórico de la villa, como la Iglesia de la Compañía, que fue construida durante el siglo XVI por la Compañía de Jesús; la Iglesia de San Miguel, edificada entre los siglos XI al XIII; la Iglesia de San Lázaro, con un marcado estilo gótico; el Convento de San Francisco, que fue fundado por la orden de los franciscanos en el siglo XIII; el Convento de San Pablo, fundado por Santo Domingo de Guzmán en el siglo XIII; el Ayuntamiento, del siglo XIX; la Plaza Mayor, del siglo XVII; el Puente Mayor, del siglo XVI, o el Monasterio de las Claras.

A la entrada de la ciudad, sobre un cerro, se encuentra vigilante el majestuoso Cristo del Otero, de 30 metros de altura. Es uno de los principales símbolos de Palencia, y fue construido en el año 1931. Su diseñador fue el escultor palentino Victorio Macho, que le confirió un ecléctico estilo, mezclando características Art Déco, cubistas e incluso un aire hierático típico del Antiguo Egipto.

Qué comer en Palencia

Hay que partir de la base de que en Palencia encontraremos restaurantes con todo tipo de cocina internacional, procedente de todos los continentes del planeta. Pero si lo que buscamos es conocer y degustar la gastronomía local, debes saber que se trata de una cocina muy hogareña, con abundancia de platos de cuchara y asados. Siguiendo esta línea, son recetas muy típicas el lechazo asado, las sopas de ajo, la sopa castellana, la perdiz y la codorniz en escabeche, las truchas en escabeche, la menestra palentina, el pisto o la sopa negra, que se elabora con morcillas de sangre de Palencia.

Panorámica de la ciudad de Palencia

Fuente de la imagen: panoramio.com

No debes abandonar Palencia sin haber probado sus ricos panes, preparados con la excelente harina de Tierra de Campos, como el pan de Nogales, el pan bonito, el lechuguino, los molletes o las tortas de chicharrones.

Qué hacer en Palencia

Después de haber escogido alojamiento entre la amplia oferta de hoteles en Palencia, tendrás toda el tiempo del mundo para sumergirte en esta antigua ciudad castellana. Tras disfrutar de su magnífico patrimonio monumental, nada mejor que relajarte en alguno de sus muchos parques, como el de San Pablo, el de los Jardinillos, el Parque de la Carcavilla, el Parque de la Huerta Guadián, el Parque de Isabel II, las Eras de Santa Marina, El Sotillo de los Canónigos o Las Huertas del Obispo. Si deseas más propuestas de naturaleza, a sólo seis kilómetros se halla el Monte El Viejo.

El río Carrión a su paso por Palencia

Fuente de la imagen: El Norte de Castilla

Si te gusta salir de compras y adquirir productos locales, los artesanos palentinos elaboran prestosas mantas de lana o magníficos objetos de forja, y puedes comprar cerámica procedente de Astudillo, Guardo y Paredes de Nava.

El lado más festivo de Palencia los podrás vivir en fechas como el día 2 de septiembre, cuando se celebra San Antolín; el 2 de febrero, festividad de la Virgen de la Calle, patrona de la ciudad, o durante la ceremoniosa e impresionante Semana Santa.

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