La cascada secreta de Castilla y León que se esconde entre montañas y cuevas con una ruta fácil de senderismo

Belén Valdehita
Belén Valdehita 29 Septiembre, 2025

Un rincón natural sorprendente en el norte de Castilla y León guarda una cascada escondida entre formaciones rocosas únicas, a la que se llega tras un paseo corto y accesible.


Cascada de Covalagua, en Palencia
La cascada de Covalagua entre hayedos y formaciones rocosas, un destino de senderismo imprescindible en Castilla y León. Imagen: Wikiloc / Cantabria Paraíso

Entre las tierras altas que separan Palencia y Burgos se levanta un territorio poco conocido fuera de la zona, el Geoparque Mundial de la UNESCO Las Loras. Este espacio natural ocupa un área extensa en la que la geología, la historia y la vegetación se combinan en un escenario difícil de repetir. Sus crestas y mesetas se asemejan a murallas naturales que han marcado la vida de quienes lo habitaron durante miles de años.

La zona conserva huellas de ocupación desde tiempos prehistóricos y, a lo largo de los siglos, sus cuevas y relieves han servido de refugio a distintas comunidades. Quien se adentra en este espacio no sólo se encuentra con la roca caliza y los barrancos, también con cascadas que brotan de sus entrañas. Entre todas ellas, la más conocida es la Cascada de Covalagua, un salto de agua que sorprende por su fuerza y por el entorno que lo rodea.

Para los visitantes, el camino hacia este enclave se convierte en parte del atractivo. La ruta comienza en un aparcamiento habilitado y continúa por un hayedo que en otoño se transforma en un espectáculo de colores cálidos. Apenas diez minutos de caminata bastan para alcanzar el destino, lo que la convierte en una excursión perfecta para todos los públicos. La cascada se encuentra en la localidad palentina de Pomar de Valdivia, a menos de 10 kilómetros de Aguilar de Campoo.

La Cascada de Covalagua y su entorno natural

El origen de la Cascada de Covalagua está en el río Ivia, que emerge cargado de carbonato cálcico y, al precipitarse, forma terrazas y depósitos característicos de la piedra caliza. El salto alcanza casi 200 metros, distribuidos en pequeños escalones que generan un efecto visual muy llamativo. En épocas de deshielo o después de lluvias intensas, el caudal aumenta y la fuerza del agua multiplica el atractivo del lugar.

Lo interesante es que el agua no es el único protagonista. La vegetación que enmarca la cascada crea un contraste continuo: hayas, quejigos y avellanos rodean el espacio, con un juego de tonalidades que cambia según la estación. La frescura del ambiente y el sonido del agua convierten la visita en una experiencia relajante, ideal para quienes buscan desconexión en plena naturaleza.

Cueva de los Franceses, en Palencia
Entrada a la Cueva de los Franceses, un espacio histórico y geológico cercano a la cascada de Covalagua en Castilla y León. Imagen: Belén Valdehita.

Muy cerca del salto de agua aparece la Cueva de los Franceses, una cavidad que añade misterio al recorrido. Su nombre se relaciona con una historia ligada a la Guerra de la Independencia, cuando en su interior se hallaron restos humanos de soldados. Hoy se puede visitar de forma guiada, lo que permite descubrir un subsuelo lleno de formaciones kársticas.

El itinerario puede completarse con una parada en el Mirador de Valcabado. Desde este balcón natural se domina el valle y se distinguen pueblos cercanos, además de la Reserva de Ciervos de Covalagua. En pocos kilómetros, el visitante encuentra agua, piedra, historia y fauna en un entorno compacto y accesible.

Cómo llegar a la Cascada de Covalagua y planificar la visita

Acceder a la Cascada de Covalagua no supone grandes complicaciones. Desde la ciudad de Palencia, el recorrido en coche dura aproximadamente una hora y diez minutos siguiendo las carreteras N-611 y A-67. Si se parte desde Burgos, el trayecto se reduce a unos 55 minutos, en dirección norte por la A-73 y la N-627.

La facilidad de acceso y la brevedad de la ruta convierten este enclave en una escapada perfecta para una mañana o una tarde. Además, el sendero que lleva al salto es sencillo, lo que lo hace apto para familias con niños o para quienes no están habituados a caminatas largas.

Más allá de la cascada, la zona ofrece varios planes que pueden completar la visita: explorar el laberinto rocoso de Las Tuerces, recorrer el hayedo de Monte Ahedo o acercarse a los pueblos próximos, que aún conservan su atractivo carácter rural. La combinación de geología, paisaje y cultura convierte este rincón en un destino que sorprende a quienes se animan a descubrirlo.

En definitiva, la Cascada de Covalagua y su entorno representan uno de esos lugares poco conocidos de Castilla y León que merece la pena visitar, ya sea en una excursión corta o como parte de un viaje más amplio por la comarca.

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