La ruta secreta de Murcia donde gira la noria más grande de Europa: historia, agua y paisaje en Abarán
Un sencillo recorrido junto al río Segura descubre un conjunto único de históricas norias, puentes centenarios y huerta viva en uno de los paisajes más singulares del Valle de Ricote.

En el imaginario colectivo, una noria suele asociarse a las luces, las alturas y el vértigo festivo. Sin embargo, lejos de las ferias, estas ruedas también fueron una pieza fundamental para llevar el agua a los cultivos. En Abarán, al norte de la Región de Murcia, ese legado sigue girando.
La llamada Ruta de las Norias de Abarán propone un paseo tranquilo por la huerta tradicional del valle de Ricote. A lo largo del camino aparecen cuatro norias en funcionamiento o restauradas, rodeadas de acequias, senderos y otras construcciones históricas que nos cuentan cómo se organizaba la vida alrededor del agua.
Ruta de las Norias de Abarán: un recorrido fácil y cargado de historia
Este itinerario circular suma algo más de cuatro kilómetros y apenas presenta desnivel, lo que lo convierte en una opción accesible para casi cualquier caminante. En poco más de una hora se completa un trazado que combina naturaleza, ingeniería tradicional y memoria rural.

El reconocimiento oficial llegó en 2018, cuando el entorno fue declarado Bien de Interés Cultural como Lugar de Interés Etnográfico. Y se trata de un título muy merecido, ya que el conjunto de norias que se conservan aquí forma el mayor grupo de norias funcionales de toda España.
El punto de partida se sitúa en el parque de las Norias, una zona verde junto al río Segura que sirve como antesala del recorrido. Desde ahí, el sendero se adentra de inmediato en un paisaje marcado por el sonido del agua y el ritmo pausado del entorno agrícola.
La noria más grande de Europa y otras joyas hidráulicas
La primera protagonista del camino es la conocida como la noria Grande. Esta noria destaca por su tamaño, pero también por su relevancia histórica. Entró en servicio a comienzos del siglo XIX para elevar el caudal de la acequia principal que abastecía los campos de Abarán y Blanca. Tras varias reconstrucciones a lo largo de los años, su rueda alcanza hoy casi doce metros de diámetro, una cifra que la sitúa como la noria más grande de Europa. Verla girar sigue siendo una escena hipnótica que resume siglos de relación entre el ser humano y el agua.
Siguiendo por el paraje de Las Canales, el sendero conduce hasta la noria de la Hoya de Don García. Es la segunda en tamaño del conjunto y también ha sido modificada en distintas etapas desde que comenzó a funcionar en 1818. Su estructura actual data de mediados del siglo XX.
El camino cruza después el río Segura por una pasarela y continúa junto a la antigua acequia de Charrara. Allí aparece la noria del Candelón, activa desde el siglo XIX y destinada al riego de los terrenos colindantes. De madera en su origen, más tarde adoptó una rueda metálica.
Puentes, molinos y sabores del valle de Ricote
El tramo final lleva hasta la noria conocida como la Ñorica o de la Pacha. Con cinco metros de diámetro, es la más pequeña del recorrido. Aunque dejó de utilizarse durante décadas, fue recuperada para uso particular en los años sesenta y desde entonces se mantiene operativa.

Más allá de las norias, la ruta también conecta con otros elementos patrimoniales. Uno de los más destacados es el Puente Viejo, levantado en el siglo XIX para comunicar ambas orillas del Segura tras repetidas destrucciones provocadas por las riadas. Este histórico puente, protegido como Bien de Interés Cultural, fue durante décadas el único paso estable de la zona. Muy cerca se localiza el molino de las Pilas, activo hasta los años setenta y construido sobre unos restos mucho más antiguos, ligados a la historia medieval del lugar.
El paseo termina donde empezó, pero la experiencia puede continuar en la mesa. La cocina del valle de Ricote ofrece platos tradicionales como guisos de arroz con verduras, gachasmigas, zarangollo o dulces artesanos a base de almendra y caramelo, el broche perfecto para cerrar una entretenida jornada entre agua, huertas y norias.