El Parque Natural de Timanfaya, en Lanzarote: historia, leyenda y realidad

Maria Reig 12 Abril, 2024

La isla de Lanzarote cuenta con un lugar singular cuya belleza parece de otro mundo. Timanfaya sorprenderá a los visitantes por sus Montañas del Fuego, un paisaje impresionante en el que el suelo es lava.

Parque Natural de Timanfaya, Lanzarote.
Parque Natural de Timanfaya, Lanzarote. Fuente: Hola Islas Canarias

Lanzarote es una isla canaria de gran belleza, especialmente natural. Las que hoy conocemos como Montañas de Fuego surgieron en la aldea de Chimanfaya y la lava fue devorando aldeas, pueblos y casas. De este lugar se dice que no es tierra muerta, sino recién nacida, no en vano, en ella se puede encontrar una gran riqueza biológica.

En relación a la imagen representativa que todos tenemos del parque, cuenta la leyenda que el 1 de septiembre de 1730, día en el que comenzó la primera erupción, se estaba celebrando una boda cuando empezaron a llover cientos de rocas. Desafortunadamente la novia quedó sepultada por una roca y el novio, al ver lo ocurrido, trató de liberarla con una forja de cinco puntas. Cuando lo logró, y vio que nada se podía hacer, la levantó y corrió por todo el valle en busca de ayuda. Quien contempló la escena, entre cenizas y lluvia de bombas de lava, lamentaron la suerte de la pareja, “pobre diablo”, decían. Y es precisamente ese Diablo de Timanfaya, con la forja de cinco puntas, quien recuerda constantemente aquel día de 1730, que cambió la isla para siempre.

Parque Natural de Timanfaya, Lanzarote.
Parque Natural de Timanfaya, Lanzarote. Fuente: Turismo Lanzarote

Las erupciones en la isla de Lanzarote

Las erupciones que se produjeron entre los años 1730 y 1736 afectaron seriamente a una cuarta parte de la isla. Hay mucha documentación histórica que narra los procesos eruptivos que formaron lo que hoy se conoce como el Parque Nacional de Timanfaya. Uno de los documentos más populares es el del párroco de Yaiza, Don Andrés Lorenzo Curbelo, que recoge los acontecimientos desde el comienzo de la erupción hasta que la población emigró entre el año 1731 y el 1732, debido a los continuos procesos volcánicos.

"El 1º de Septiembre (de 1730) entre las nueve y diez de la noche la tierra se abrió de pronto cerca de Timanfaya a dos leguas de Yaiza. En la primera noche una enorme montaña se elevó del seno de la tierra y del ápice se escapaban llamas que continuaron ardiendo durante diez y nueve días. Pocos días después un nuevo abismo se formó y un torrente de lava se precipitó sobre Timanfaya, sobre Rodeo y sobre una parte de Mancha Blanca. La lava se extendió sobre los lugares hacia el Norte, al principio con tanta rapidez como el agua, pero bien pronto su velocidad se aminoró y no corría más que como la miel”, decía el documento del párroco de Yaiza.

La descripción sigue con las erupciones posteriores, del 7 y el 11 de septiembre y del 18 de octubre, y la catástrofe acontecida. Los científicos han calculado que pudo haber un volumen de lava de 1000 millones de metros cúbicos, lo que cambió por completo la anterior morfología de la isla. En el siglo XIX se produjeron nuevas erupciones de las que surgieron tres volcanes: Tao, Volcán Nuevo del Fuego y Tinguatón. Este período duró desde el 31 de julio de 1824 hasta el 25 de octubre de ese mismo año. Desde entonces, los volcanes de Lanzarote permanecen en calma, aunque han dejado una importante huella, impidiendo la habitabilidad de toda la zona.

Parque Natural de Timanfaya, Lanzarote.
Parque Natural de Timanfaya, Lanzarote. Fuente: Turismo Lanzarote

Qué ver en el Parque Nacional de Timanfaya

El Parque Natural de Timanfaya, en Lanzarote, es el único parque nacional de la red española de carácter eminentemente geológico, resultado de las erupciones volcánicas antes mencionadas. Su extraordinaria belleza es debida precisamente a la rugosidad de sus formas, la gran variedad de colores que se pueden observar y lo abrupto de su costa.

El acceso al parque se hace por el Taro de Entrada, donde se puede comprar una entrada que incluye el servicio de aparcamiento, las demostraciones geotérmicas y el recorrido en autobús por la Ruta de los Volcanes. También se puede pasar por el Centro de Visitantes, desde el que conocer el Parque gracias a su programa audiovisual y exposición, así como descubrir su tienda, con detalles curiosos.

Al tratarse de un Parque Natural, hay que tener en cuenta ciertas recomendaciones a seguir, como respetar la paz y la conservación del entorno, no perturbar a los animales y tampoco alterar ningún elemento natural arrancando plantas y minerales. No se puede circular con los vehículos fuera de las zonas asfaltadas y habilitadas para ello, así como tampoco se debe caminar sobre lava o material piroclástico. Pero sobre, hay un consejo a seguir al pie de la letra, disfrutar de todas las maravillas del Parque Natural de Timanfaya, un lugar único en el mundo.

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