Boltaña, villa con encanto en el Pirineo Aragonés

Belén Valdehita
Belén Valdehita 10 Septiembre, 2018

Boltaña es el lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza en la provincia de Huesca, y está muy cerca de destinos tan especiales como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Boltaña, en el Pirineo Aragonés
Fuente de la imagen: Mágicos Pirineos

La bella comarca de Sobrarbe, en la provincia aragonesa de Huesca, esconde pueblos tan bonitos como el de Boltaña. Esta localidad comparte la capitalidad de la comarca con el municipio de Ainsa.

Situada sobre la ladera de un monte que está coronado por un castillo, Boltaña es una de las poblaciones más famosas del Pirineo Aragonés. Entre otros motivos porque posee todo el encanto típico de muchas localidades de montaña de esta zona. Una buena parte de su término municipal está incluido dentro del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara.

El clima local es de tipo continental, proporcionando una temperatura media anual de 12 grados centígrados. Durante el verano la temperatura media asciende hasta unos agradables 28 grados. En invierno es otro cantar, ya que la temperatura media se desploma hasta los -2 grados, pero eso no le resta ningún atractivo a este municipio aragonés.

El río Ara a su paso por Boltaña, en Huesca
Fuente de la imagen: Qué Hacer en Huesca

Recorrido monumental por Boltaña

La zona que ocupa el pueblo lleva estando habitada desde la época romana, aunque el pueblo no se fundó hasta la época de la ocupación musulmán. A esta parte de la historia pertenece el castillo de Boltaña, conocido popularmente como el castillo de los condes de Sobrarbe, el cual ha sido declarado Bien de Interés Cultural de Aragón.

Un paseo por la villa nos llevará a descubrir la antigua Colegiata de San Pedro, de estilo románico del siglo XII; su empedrada Plaza Mayor, el Puente Románico sobre el río Ara, el Real Monasterio de San Victorián, el Monasterio del Carmen, que actualmente es un hotel balneario, o la Biblioteca Municipal, la más antigua de todo el Pirineo aragonés.

Colegiata de San Pedro, en Boltaña, Huesca
Fuente de la imagen: Pasoapalmo.com

La cocina tradicional de Boltaña

Como sucede en toda la gastronomía de la provincia, los platos tradicionales de la localidad se preparan con un gran contenido cárnico, especialmente cordero. Pero también hay recetas elaboradas con pescados frescos de río, como el popular el abadejo ajorriero.

En esta zona de Huesca se prepara también un pescado de mar, el bacalao, el cual se hace de múltiples maneras: ajoarriero, a la baturra, con patatas y huevos cocidos o como buñuelos. También son tradicionales las preparaciones al chilindrón, sobre todo de pollo o de cordero.

Otra forma de hacer el cordero es asado al espetón, con sal, ajo y grasa. Mucho más ligeros son los espárragos montañeses, un producto tradicional en la cocina de los pastores del Pirineo Aragonés.

Castillo de Boltaña, en Huesca
Fuente de la imagen: Esta tierra es mi Aragón

Planes para disfrutar de Boltaña

Boltaña es un un buen destino para los aficionados a la naturaleza. Es un punto de partida ideal para realizar excursiones al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y al Parque Natural de la Sierra de Guara, con cañones tan populares como el del Río Vero. Desde aquí también se pueden hacer escapadas para esquiar en la estación francesa de Piau-Engaly, situada cerca de la población de Saint Lary-Soulan, una localidad hermanada con la villa de Boltaña.

En cuanto a sus fiestas, son muy populares las de la Convivencia, que tienen lugar a finales de agosto. Durante cuatro días y cinco noches se suceden los bailes, las tradiciones y las actividades culturales y deportivas.

El calendario local de eventos también incluye la Fiesta de San Pablo (25 de enero), que se celebra con una hoguera en la Plaza Mayor y bailando el palotiau; la Fiesta de las Aguedetas, o fiesta de las mujeres en honor de Santa Águeda (5 de febrero); la fiesta de San Jorge, patrón de Aragón (23 de abril); el Pirenostrum, una feria pirenaica de Luthiers, artesanos de instrumentos musicales (21 a 23 de julio, bianual) o la Feria de Otoño, el tercer domingo de octubre.

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