La Playa de Cuesta Maneli, en Huelva

El que algo quiere, algo le cuesta, y llegar a la Playa de Cuesta Maneli tiene lo suyo, pero merece la pena. Y es que tras un recorrido a pie de algo más de un kilómetro, y a pleno sol en verano porque no hay muchas zonas de sombra, llegaremos al maravilloso paraje costero virgen donde se encuentra esta playa.

La playa se halla entre las poblaciones de Mazagón y Matalascañas, en pleno Parque Nacional de Doñana, y pertenece al término municipal de Almonte. A su alrededor hay un bello paisaje de dunas y vegetación mediterránea de pinos y arbustos, y su tranquilidad y aislamiento es todo un reclamo para el naturismo, y también para poder disfrutar de la playa con nuestros perros.

A la Playa de Cuesta Maneli se accede por una pasarela de madera que está en perfecto estado, y que discurre por un sendero que da nombre a la playa, y que atraviesa el Monumento Natural Acantilado del Asperillo. Se trata de un impresionante sistema de dunas fósiles que se extiende a lo largo de doce hectáreas de costa.

Datos de la Playa de Cuesta Maneli

• Situación: a medio camino entre Mazagón y Matalascañas, en Huelva.
• Superficie: 11,85 hectáreas.
• Tipo de playa: virgen y aislada. Abierta al Océano Atlántico. Su oleaje es moderado.
• Composición: arena fina casi blanca.
• Acceso: se llega por la carretera A-494 desde Matalascañas, y tomando el primer acceso que hay tras pasar el Camping Rocío.
• Servicios: esta playa de Huelva carece de servicios, tan sólo tiene un chiringuito que abre en temporada alta, y la zona de aparcamiento se halla a un kilómetro y medio del arenal.
• En esta playa está permitido el nudismo en la zona izquierda del arenal, y también la presencia de perros.
• Valor añadido: quédate en la Playa de Cuesta Maneli hasta que caiga la tarde, porque desde esta playa se disfruta de unas espectaculares puestas de sol.
  
  

El Monumento Natural Acantilado del Asperillo

Al hacer el recorrido del sendero de Cuesta Maneli comprobaremos que la pasarela se halla en buen estado, y es que muy nueva, ya que la anterior se quemó durante el incendio de Las Peñuelas en el verano de 2017. La pasarela nos ayuda a recorrer la duna del Asperillo hasta llegar al acantilado y la playa. Tiene una longitud de 1.371 metros y su acceso es libre. Al llegar a un mirador veremos unas escaleras que salvan el desnivel que existe para acceder a la playa.

Pero antes de llegar, hay que disfrutar del trayecto, y de la impresionante vegetación que hay en el paraje protegido del Monumento Natural Acantilado del Asperillo. Son las raíces de toda esta flora mediterránea las que han estabilizado las dunas móviles, haciendo que las arenas se asentasen y evitando que se desplazasen.

Veremos muchos ejemplares de barrón, una planta que suele colonizar los suelos arenosos, y de camarina, que es una especie que sólo se da en del litoral atlántico peninsular. También podremos contemplar numerosos pinos, sabinas y enebros. En cuanto a los habitantes de este paraje protegido, las que más se dejan ver son las aves, sobre todo gaviotas, chorlitejos, charranes y correlimos, que suelen pasearse por la playa.