Cinco pueblos que no puedes dejar de visitar en Guadalajara

Guadalajara es un paraíso castellanomanchego de más de 12.000 kilómetros cuadrados en los que viven 262.000 habitantes repartidos en 288 municipios, 224 de los cuales tienen menos de 200 habitantes. Una zona de España que guarda rincones poco conocidos que sin embargo son auténticos paraísos.

En sus pueblos se mezclan la pizarra y el adobe, los castillos y los escudos de un glorioso pasado medieval. Pantanos y lagos con aguas turquesas y naturaleza con formas caprichosas que forman paisajes que parecen de otro país.

La cercanía a la capital de esta provincia tiene sus ventajas e inconvenientes. Por un lado, ha hecho que sus poblaciones se vacíen en busca de la prosperidad de la gran ciudad. Por el otro, la han mantenido como ese pequeño paraíso para las escapadas de varios días. No hay duda que es una provincia con muchos parajes secretos aún por descubrir. Hoy hacemos una selección de cinco pueblos que no debes dejar de visitar.

SIGÜENZA

Esta villa monumental que celebra su IX Centenario en 2024 lleva una larga temporada aspirando a ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus palacios, sus museos o su alcazaba de origen árabe la convierten en una de los pueblos más bonitos de España. Todo ello sin olvidar su Plaza Mayor, con soportales sostenidos por una hilera de columnas, y su imponente catedral. Pasear por sus calles es hacerlo por un museo al aire libre cargado de historia y arte.

HITA

Medio kilómetro de murallas recorren esta villa marcada por el legado de escritor y clérigo Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita. Hita es sin duda uno de los pueblos medievales con más encanto de toda España, de hecho pertenece a la asociación de "pueblos más bonitos de España". El momento más especial para visitar la localidad es el primer sábado de julio cuando celebran el Festival Medieval de Hita y hay auténticos torneos caballerescos.

ATIENZA Y SU ESPLENDOR PASADO

Hasta el mismísimo Cid Campeador pasó por estas tierras de la Serranía de Guadalajara. El castillo de Atienza, verdadero icono de la provincia, debía impresionar lo suya en la época, porque en el Cantar aparece descrito como “peña fuerte”. Hoy, el castillo parece mantenerse en equilibrio sobre el filo de un promontorio rocoso. En la Edad Media, fue tan importante que aparte del castillo, Atienza llegó a contar con catorce iglesias.

BRIHUEGA Y LA LAVANDA SUBLIME

Cualquiera podría confundir a Brihuega con la Toscana o Provenza cuando sus campos se llenan de lavanda y se tiñen de morado. Sus huertas y jardines le han valido el sobrenombre del Jardín de la Alcarria e hicieron que Alfonso VI de Castilla quisiera vivir aquí. Cada mes de julio, cuando comienza la cosecha de esta flor, arranca el Festival de la Lavanda y este es un momento único para visitar la localidad. Aunque la zona tiene encanto y mucho que ver también el resto del año.

PASTRANA Y SU ESTÉTICA DE OTRO TIEMPO

Pueblos como éste fueron los que empujaron a Camilo José Cela a hacer su famoso viaje por la Alcarria. Esta localidad, importante en el Siglo de Oro, mantiene hoy su trazado medieval, y sobre todo, la riqueza artística que atesoró en aquel periodo de la historia. Por su cercanía con la capital es una escapada perfecta para pasar el día. Destacan monumentos importantes como el imponente Palacio Ducal o la iglesia de La Colegiata y, en general, su Barrio del Albaicín.