El Castillo de Arbeteta, en Guadalajara
El pueblo de Arbeteta, en Guadalajara, acoge un gran castillo medieval cuyo origen exacto se desconoce, y al que se accede por una bonita ruta por el campo.
Arbeteta es un pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara que tiene una buena parte de su término municipal dentro del precioso Parque Natural del Alto Tajo. Está situado en el inicio de las serranías del Alto Tajo, cerca de La Alcarria y del embalse de Entrepeñas. La ciudad de Guadalajara queda a una distancia de casi 100 kilómetros.
Sus poco más de 25 habitantes tienen la suerte de contar con un castillo roquero situado sobre toda la superficie de un gran peñasco ubicado a las afueras del pueblo. Está tan ceñido a este peñasco que desde lejos parece que la propia roca formar parte de la muralla de la fortaleza.
El castillo se encuentra junto al arroyo de la Rambla, un afluente del río Tajo, y aunque se desconoce cuando fue construido exactamente, sí se sabe que en el siglo XV pertenecía al mayorazgo de la familia La Cerda, condes de Medinaceli. Recientemente ha sido restaurado, y su acceso es libre.
Historia y descripción del Castillo de Arbeteta
Aunque no hay documentación de su origen, se cree que este castillo se remonta a la época de la Reconquista, que en esta zona fue llevada a cabo por el rey Alfonso VIII. Sí se sabe, gracias al fuero de la ciudad de Cuenca, que este monarca donó en 1190 un antiguo castillo musulmán al Alfoz o Común de Cuenca. Años después, los Reyes Católicos concedieron a Arbeteta el título Villa, y cedieron el castillo a don Luis de la Cerda, Conde de Medinaceli.
Casi 100 años después, el castillo estuvo a cargo del comendador Alonso Osorio, y en el siglo XVI la fortaleza pasó a manos de don Gómez Carrillo de Sotomayor, a cuya familia permaneció durante varios siglos más.
Este castillo fue prácticamente inexpugnable. Y lo fue gracias a su elevada situación y a su capacidad defensiva, lo que hizo totalmente innecesario que tuviera torres. Se limitaron a instalar unos refuerzos semicirculares en dos de las esquinas de la muralla. Cuenta con un gran patio central en el que se conserva un aljibe, que funcionaba como depósito de aguas, y mantiene los restos de la torre del homenaje. En el muro norte están instaladas las aberturas que se utilizaban para las armas de fuego en el siglo XV.
La leyenda de Arbeteta
El pueblo de Arbeteta está ligado a una leyenda y a una gran veleta situada sobre la torre de su iglesia. La veleta lleva el nombre de “El Mambrú”, y cuenta la leyenda que fue erigida para recordar la historia de un amor imposible que no pudo ser entre un soldado del lugar y la joven Giraldina. La figura de esta última, también en forma de veleta, gira sobre la torre del campanario del cercano pueblo de Escamilla.
Para llegar al castillo de Arbeteta hay que realizar una corta ruta a pie para la que es conveniente llevar el calzado adecuado. También es recomendable llevar pantalón largo, para evitar rozarnos con las ramas de los arbustos.
Un buen momento para visitar esta villa castellano-manchega es durante las fiestas patronales en honor del Santísimo Cristo de la Vera Cruz. Se celebran durante el último fin semana de agosto, e incluyen actividades como la actuación de una orquesta, bailes, concursos de cartas o una gran caldereta.
