Peñiscola, las vacaciones ideales en Castellón

Belén Valdehita

Peñíscola es una de las localidades con mayores atractivos turísticos de Castellón, en la Comunidad Valenciana. Se encuentra en la costa norte de la provincia, en la comarca del Bajo Maestrazgo (Baix Maestrat). Con 17 kilómetros de costa, la zona de litoral de Peñíscola se halla separada por el Peñón Jurásico, de 64 metros de altura, que da lugar por un lado a la Costa Sur, que es escarpada y rocosa, y por otro a la Costa Norte, baja y arenosa.

El turismo es el principal motor económico de Peñíscola, ya que los viajeros llegan atraídos por la belleza de esta localidad castellonense y por lo cuidadas que están sus playas. Peñíscola forma parte de la red Los pueblos más bonitos de España.

El clima de Peñíscola es de tipo mediterráneo, siendo cálido, templado y con pocas precipitaciones anuales. La temperatura media anual es de 17 grados, y la precipitación media anual es de 499 mm. Julio es el mes más seco, mientras que octubre es el más lluvioso. El mes más cálido del año es agosto, con una temperatura media de 25 grados, siendo enero el mes más frío, con una media de 10 grados.

Lo primero que llama la atención al llegar a Peñíscola es su castillo-palacio, llamado del Papa Luna. Se trata de una impresionante construcción de estilo románico que edificaron los templarios sobre los restos de una antigua alcazaba árabe, entre los años 1294 y 1307. También destacan las murallas que el rey Felipe II mandó construir al arquitecto Giovanni Battista Antonelli, realizadas entre 1576 y 1578. Al precioso casco histórico de Peñíscola se puede acceder por El Portal Fosc, también conocido como de Felipe II, que es una de las tres entradas a la zona antigua de la localidad.

Otros lugares de interés en Peñíscola son la Iglesia Parroquial de Santa María, que combina elementos del estilo románico y el gótico; el marjal de Peñíscola, uno de los últimos humedales del Mediterráneo que alberga samaruc, un pez autóctono en peligro de extinción; la Ermita de la Virgen de la Ermitana, del siglo XVIII; el Parque de Artillería, el Museo del Mar o el Bufador, que es un gran agujero entre las rocas por el que sale el agua del mar expulsada en los días de temporal. Los aficionados a la naturaleza cuentan con el Parque Natural de la Sierra de Irta, una preciosa reserva de fauna y flora en la que se encuentran la Ermita de San Antonio, la Torre de la Badum o el Mas del Senyor.

Situada junto al mar Mediterráneo y rodeada de fértiles huertas, Peñíscola ofrece a sus visitantes una variada oferta gastronómica. Los productos del mar están muy presentes en sus platos más típicos, como el All i pebre de rape, el Suquet de pescado, los Caragols punxents o su estupenda oferta de marisco fresco, como las cigalas o los langostinos.

La huerta de Peñíscola produce magníficas verduras y hortalizas, como alcachofas, espárragos trigueros, cebollas, berenjenas o habas, además de arroz, elemento imprescindible en muchas de sus recetas. Para postre, o para endulzar cualquier momento del día, en Peñíscola podremos degustar los Pastissets de carabassa, que es pulpa de calabaza con miel y requesón, o los Flaons de Peñíscola, un rico pastel de requesón y almendra.

La oferta de hoteles en Peñíscola es abundante y variada. Incluye más de 70 alojamientos de todas las categorías y precios. Se puede reservar habitación en este hotel a través de la página web de Hoteles.net a un excelente precio. Además, registrándonos gratis en la web de Hoteles.net obtendremos descuentos directos de entre un 1 y un 7% en todas las reservas. También se acumulan puntos canjeables para descuentos adicionales en las próximas reservas.

Además de poder disfrutar de su estupenda oferta monumental, gastronómica, de ocio, de turismo náutico o de turismo de belleza y salud, Peñíscola nos reserva su maravilloso entorno natural y sus magníficas playas. La ciudad se halla rodeada por paisajes tan bellos como la Sierra de Irta, la Reserva Marina de las Islas Columbretes, el Parque Natural del Delta del Ebro o el Maestrazgo interior, una zona de gran riqueza paisajística y monumental.

Finalmente, pero no menos importante, Peñíscola dispone de una buena colección de calas y playas bañadas por las cálidas aguas del Mar Mediterráneo: la Playa Basseta, La Cala Argilaga, la Playa Torrenova, la Playa Irta, la Playa de la Petxina, la Playa del Pebret, la Playa del Russo, la Playa de las Viudas, la Playa de Santa Lucía, la Cala Badum, la Cala del Volante, la Cala L’Aljub, la Cala Ordi, la Cala Puerto Azul, la Playa Sur y la Playa Norte.

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