Torrelavega, capital mundial del hojaldre

Silvia Gonzalez Fernandez

Silvia Gonzalez Fernandez 15 Enero, 2021

Sentir debilidad por este dulce y crujiente bocado es algo normal, sentir devoción por el hojaldre es sinónimo de Torrelavega. Hoy nos acercamos a esta localidad cántabra para conocerla un poquito mejor y descubrir por qué allí se elabora el mejor hojaldre del mundo.

Tarta de hojaldre Santos, Torrelavega.
Jugando a las cocinitas

Decir hojaldre es decir Torrelavega, lo mismo a la inversa. Parece mentira que una mezcla tan sencilla de harina, agua, sal y mantequilla, derive en algo tan rico. Mezclar, laminar, plegar, reposar, volver a laminar y así pliegue tras pliegue hasta conseguir esas finas e infinitas capas que tanto nos gustan. Su elaboración no es cosa fácil, requiere unas condiciones ambientales específicas –se lleva bien con el frío y fatal con la humedad– y manos expertas que lo trabajen con paciencia y mimo. Generación tras generación las diferentes familias de artesanos pasteleros torrelaveguenses –Santos, Blanco, Vega etc.–, han perfeccionado su método de trabajo hasta obtener un sublime resultado.

En dulce o en salado, el hojaldre lo soporta todo. Delicioso en las tradicionales tartas milhojas o en los pasteles, donde suele ir acompañado crema o de nata montada. Y sorprendente en aperitivos, donde un trocito de un buen quesuco de Liébana o una fantástica anchoa de Santoña lo coronan.

Una Cofradía, la del hojaldre de Torrelavega por supuesto, se encarga de velar, difundir y ayudar a disfrutar todo lo relacionado con este producto. Además, a lo largo del año se celebran diferentes actividades y jornadas gastronómicas en restaurantes de la zona. En estas jornada, el hojaldre es el protagonista de los menús pero siempre va perfectamente acompañado por otros muchos productos de la deliciosa y variada cocina cántabra.

Elaboración tarta de hojaldre en Confitería Santos, Torrelavega.
Jugando a las cocinitas.

En Torrelavega la 'Polka' no es un baile

Las polkas de Torrelavega son algo inolvidable, pequeñas tiras de hojaldre a las que se las añade una delicada capa de glasa por encima y que después de horneadas, se convierten en toda una tentación. Es imposible comer solo una polka cuando dejan una caja a tu alcance. Después no digas que no te hemos avisado.

Si la exquisitez tuviera forma, estamos completamente seguros que elegiría ser una polka. Haber nacido en Torrelavega y que la disfrutases si te acercas un 14 de agosto, durante las fiestas de la Virgen Grande (patrona de la Villa), sería su otro deseo en la vida. Aunque también, en este dulce lugar, es posible que soñara con ser lacito, palmerita o cualquier otra exquisitamente hojaldrada manifestación pastelera.

Las encontrarás sin problema en cualquiera de las especializadas confiterías que existen en Torrelavega. Las polkas continuan estando elaboradas de forma artesanal con una materia prima de excelente calidad. Resultan la opción ideal si buscas algo para regalar como recuerdo de tu paso por esta bonita ciudad.

'Polkas' de hojaldre, Torrelavega.
Jugando a las cocinitas.

Torrelavega, el lugar ideal desde donde conocer Cantabria

Situada en el centro de la comunidad de Cantabria, Torrelavega es una ciudad eminentemente industrial y ganadera. Si lo que buscas es un lugar desde donde desplazarte al resto de puntos de interés turístico de la región, elegir Torrelavega como ‘campamento base’ es una muy buena idea.

A un paso de San Vicente de la Barquera, Cabezón de la Sal, Santillana de Mar, Comillas, Suances o el Parque de la Naturaleza de Cabárceno y perfectamente conectado con el resto de pueblos de Cantabria. Está muy bien comunicado también con Santander, la capital cántabra. Si te desplazas en coche tardarás únicamente unos 20 minutos en recorrer los casi 27 km que los separan.

Si la opción es disfrutar y conocer en profundidad la capital del Besaya, seguro que vas a disfrutar un montón porque pasear por las alegres calles de Torrelavega, tomar un blanco (como por allí se dice) y comer unas rabas en cualquiera de las muchas terrazas dispuestas en sus soleadas plazas para finalizar degustando un menú con el hojaldre como protagonista, se convierte en toda una experiencia. Torrelavega te espera, anímate.

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