Vejer de la Frontera: calles blancas, miradores y tradición al sur de Cádiz

Maria Reig 15 Septiembre, 2025

Vejer de la Frontera es uno de los pueblos blancos más emblemáticos de la provincia de Cádiz y su historia se remonta a miles de años atrás, contando con huellas de numerosas civilizaciones.

Vejer de la Frontera, Cádiz.
Vejer de la Frontera, Cádiz. Fuente: Wikipedia. Autor: Diego Delso, delso.photo.

Vejer debe su nombre “de la Frontera” a que ejercía de frontera entre la Castilla cristiana y los reinos musulmanes de Granada. Fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1976 y recibió el Premio Nacional de embellecimiento de pueblos en el año 1978. Además, desde el año 2014, forma parte de la red de “Pueblos más bonitos de España”.

Es un pueblo que enamora al visitante al instante, ofrece unas vistas al mar inesperadas (y magníficas), y sus calles están llenas de flores, buen ambiente, y una mezcla que ha sabido guardar los equilibrios entre turismo y tradición. Vejer de la Frontera es un recorrido por la evolución de Andalucía a través de los siglos: una combinación de culturas que dejó monumentos y tradiciones que siguen vivos hoy en día, en las calles empedradas y blancas del pueblo.

Vejer de la Frontera, Cádiz.
Vejer de la Frontera, Cádiz. Fuente: Wikipedia. Autor: Diego Delso, delso.photo.

Historia de Vejer de la Frontera

Vejer de la Frontera tiene su origen en unos primeros asentamientos que datan del Paleolítico. Aprovechando su ubicación estratégica, en lo alto de una colina cercana a la costa, los fenicios, tartesos y cartagineses también lo habitaron. Posteriormente, los romanos fundaron la ciudad de Baesippo (Besipo) y, de esta época, se conservan el acueducto de Santa Lucía y las columnas de la iglesia parroquial.

La dominación de Vejer pasó de los romanos a los visigodos y, de estos, a los musulmanes. Durante más de cinco siglos, los musulmanes estuvieron viviendo en lo que ellos llamaban Bekkeh o Bashir, y dejaron una importante huella en la arquitectura urbana, como sus calles estrechas o el castillo para la defensa.

En el año 1250, Fernando III “El Santo” conquistó Vejer, pero 14 años más tarde lo toman de nuevo los musulmanes hasta 1285, que los cristianos recuperaron la ciudad. Alonso Pérez de Guzmán, también conocido como “Guzmán el Bueno”, se convirtió en su señor hasta que quedó bajo el dominio de diferentes casas nobiliarias y órdenes militares. Ya en el siglo XX, especialmente durante la Segunda República y la Guerra Civil, el municipio vivió tensiones políticas y sociales que llevaron a la destrucción del patrimonio y la violencia política. Más recientemente, en el año 1939, Vejer se separó de Barbate, adquiriendo así su independencia administrativa.

Vejer de la Frontera, Cádiz.
Vejer de la Frontera, Cádiz. Fuente: Wikipedia. Autor: Diego Delso, delso.photo.

Qué ver en Vejer de la Frontera

El corazón social de Vejer es la Plaza de España, popularmente conocida por la fuente que alberga, decorada con azulejos sevillanos y rodeada de bares, restaurantes y palmeras. Es un lugar ideal para descubrir y sentir el ambiente del pueblo, así como, por supuesto, degustar la gastronomía local. Otro lugar que no debe faltar en el recorrido por Vejer es su Castillo, una fortaleza fe origen medieval ubicado en la parte más alta del pueblo.

Siguiendo con los vestigios históricos, Vejer de la Frontera tiene un bello casco antiguo rodeado de murallas bien conservadas, con cuatro accesos principales, como la Puerta de Sancho IV y la Puerta Cerrada. En cuanto a construcciones religiosas, destaca la iglesia del Divino Salvador, levantada sobre una antigua mezquita que llama la atención por su mezcla de estilos románico y gótico mudéjar.

Otros punto de interés son el Arco de las Monjas, un emblemático rincón del que todo visitante quiere llevarse un recuerdo fotográfico, así como la Casa Palacio Marqués de Tamarón y Museo de Vejer, un palacio del siglo XVIII que alberga el museo local, y en el que se pueden contemplar colecciones de arqueología y de arte. Y si antes hemos hablado de lugares ideales para realizar fotografías, encontramos también el Mirador de la Cobijada y el Mirador de Don Quijote, con unas magníficas panorámicas del pueblo y de la campiña. Por último, están los molinos de viento, en la zona de Santa Lucía, que forman parte del patrimonio agrícola e histórico de Vejer, e incluso pueden visitarse algunos de ellos.

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