Escapada al pueblo de Jerte, en Cáceres

Belén Valdehita
Belén Valdehita 10 Enero, 2019

Cualquier estación del año es un buen momento para conocer la localidad cacereña de Jerte, más allá de la impresionante explosión primaveral de sus famosos cerezos.

El pueblo de Jerte, en Cáceres
Luis Fernández García / Wikimedia

La localidad de Jerte, en la provincia extremeña de Cáceres, es conocida en todo el mundo por el popular valle homónimo donde se ubica, y especialmente por el precioso espectáculo que los miles de cerezos en flor provocan todas las primaveras. Se trata de un espectáculo que merece la pena contemplar, al menos, una vez en la vida. Este bonito fenómeno natural incluye un buen numero de actos paralelos que se celebran en torno a la Fiesta del Cerezo.

Pero Jerte es mucho más que cerezos en flor en primavera, ya que se trata de un bello lugar que se puede visitar en cualquier época. El resto del año sigue ofreciendo su magnífica oferta de naturaleza, en la que practicar actividades como los recorridos de montaña, el senderismo, las rutas a caballo o en bicicleta, el parapente, la pesca, la escalada, el barranquismo o la búsqueda de setas.

Toda la zona del Valle del Jerte cuenta con un peculiar clima de tipo continental que está marcado por el relieve y la orientación geográfica, creándose un microclima propio. Éste se caracteriza por contar con unos meses invernales moderadamente fríos y unos veranos no muy calurosos.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Jerte, Cáceres
Amgc56 / Wikimedia

Una visita a Jerte

Para descubrir el patrimonio monumental de esta localidad de Cáceres es preciso adentrarse en las angostas callejuelas de la localidad y conocer su peculiar arquitectura. Las viviendas disponen de sus característicos balcones llenos de flores, y llaman también la atención varias casas señoriales, como las de la calle Ramón Cepeda, que muestran sus grandes escudos familiares de granito en las fachadas.

Son de obligada visita lugares como la Iglesia de la Asunción y la Ermita del Santo Cristo del Amparo, y no hay que dejar de conocer la popular Plaza de la Independencia con sus tradicionales soportales, el parque del Nogalón o la calleja de Los Bueyes, que alberga el mayor número de edificios de arquitectura popular del Valle del Jerte. Incluye en tu recorrido el Museo de la Cereza, la Fábrica de Alabastro, la Destilería de Licores del Valle del Jerte o el Espacio Morán de Arte Contemporáneo.

En cuanto al patrimonio natural, el Valle del Jerte es por sí solo un paraje excepcional con parajes como la Garganta de los Infiernos, y al que hay que añadirle sus espectaculares alrededores, como las sierras de Gredos, de Candelario, de Tormentos, de San Bernabé o la sierra de Tras la Sierra.

Garganta de los Infiernos, en el Valle de Jerte, Cáceres
Turismo de Extremadura

Comer en Jerte

La cocina de Jerte posee sus propias recetas típicas, elaboradas con los productos tradicionales de la zona. Los platos más populares son las sopas de tomate, que se preparan con tomates maduros y pimientos verdes principalmente; las sopas canas, que están elaboradas con ajos, pimentón, aceite virgen extra, huevo y leche; las patatas rebolcás, que llevan panceta, pimentón picante de la Vera y pimientos verdes y rojos; las migas o la caldereta de cabrito.

Los amantes del turismo rural tienen en el municipio de Jerte la posibilidad de disfrutar de uno de los más fantásticos espectáculos de la naturaleza, la floración de los miles de cerezos del valle en primavera. Pero también el resto del año contarán con numerosos alicientes turísticos que harán de su viaje una experiencia inolvidable.

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