Alcalá del Júcar, el pueblo más visitado de Albacete

Fuente de la imagen: Tienes ganar de viajar y lo sabes

Nada más llegar a Alcalá del Júcar, por las carreteras CM-3254 o CM-332, quedaremos gratamente sorprendidos. Y es que este pueblo albaceteño nos recibe como si fuera una auténtica postal, grandioso y ubicado en el bello paisaje que forma la Hoz del río Júcar.

Declarado Conjunto Histórico Artístico, sus casas están situadas sobre una gran roca o excavadas en ella, formando las populares casas-cueva, que han tenido y tienen múltiples usos: para nidificación de palomas, como establos o como farmacias naturales. Otras ha sido reconvertidas en bares, como la cueva de Masagó o la cueva del Diablo.

Las calles del municipio van ascendiendo hasta llegar a la parte más alta, donde se encuentra el castillo árabe.

Fuente de la imagen: Turismo Alcalá del Júcar

Una visita a Alcalá del Júcar

Puedes escoger donde empezar el recorrido, desde la parte más alta del pueblo o desde abajo, desde el río Júcar. Arriba del todo, presidiendo la localidad, encontramos los restos de un castillo de origen árabe, pero que poco tiene ya de su herencia musulmana, ya que experimentó diversas reconstrucciones a lo largo de su historia.

Descendiendo por las estrechas calles de esta villa albaceteña llegaremos hasta uno de sus monumentos más señalados, la Iglesia de San Andrés. Su construcción se extendió entre los siglos XVI y XVIII, y está integrada por una única y larga nave con crucero y cúpula, que conserva una magnífica bóveda de crucería con terceletes del XVI.

Nuestra visita a Alcalá del Júcar también debe incluir la Ermita de San Lorenzo, las curiosas viviendas excavadas en las rocas, las cuevas de Masagó, del Diablo y del Garadén o el Puente Romano.

Fuente de la imagen: Cuevas del Diablo

Qué comer en Alcalá del Júcar

Llegado el momento de reponer fuerzas, tendremos la oportunidad de descubrir la exquisita cocina tradicional de la comarca de la Manchuela, donde se halla Alcalá del Júcar, además de poder probar y adquirir algunos de los productos típicos de la zona, como la miel de romero, el aceite de oliva virgen, el azafrán, el aguardiente de Casas del Cerro o el vino de La Mancha.

Entre los platos más tradicionales se encuentran los gazpachos manchegos, que llevan carne de caza; el atascaburras, las gachas, la olla de aldea, las patatas a lo pobre, el moje, el caldo de patatas con caracoles, las migas ruleras, las migas dulces, el arroz con serranas de monte o los cangrejos fritos.

Las carnes suelen estar muy presentes en la mayoría de las recetas el pueblo, sobre todo las de cordero y cabrito, seguidas de piezas de caza como la liebre, el conejo o la perdiz. No te pierdas los embutidos locales, sobre todo el delicioso lomo de orza.

Fuente de la imagen: Tourismaniac

Planes en Alcalá del Júcar

Una vez hayas visitado el pueblo de Alcalá del Júcar, prepárate para descubrir su fascinante entorno natural. Sus parajes invitan a realizar preciosas rutas de senderismo, a hacer excursiones a caballo o en bici, y a practicar actividades como la espeleología, el rafting, el paintball, el piragüismo, el rapel o el puenting, entre otras propuestas.

La localidad albaceteña también cuenta con un animadísimo calendario de eventos, que incluye las Fiestas Mayores, del 7 de agosto al 15 de agosto, en honor a su patrón, San Lorenzo; la festividad de San Blas, el 3 de febrero, con la tradicional rifa de tortetes; San Andrés, el 30 de noviembre; la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre; San Isidro, el 15 de mayo, patrón de los agricultores, o San Juan, el 24 de junio, sin olvidar el divertido Mercado Medieval, que se celebra durante la Semana Santa.

No es extraño que Alcalá del Júcar sea el pueblo más visitado de Albacete y uno de los más pintorescos de Castilla-La Mancha, por su belleza, su encanto, su originalidad y sus excelentes propuestas como destino turístico.