La Ruta de Don Quijote de La Mancha

Si hay un libro que es conocido a nivel mundial, ese es el Don Quijote de la Mancha, escrita por Miguel de Cervantes en el siglo XVI. En esta obra se narran las aventuras y desventuras de un caballero andante por las tierras de La Mancha, Don Quijote, acompañado siempre por su fiel escudero, Sancho Panza.

En torno a esta obra universal del Siglo de Oro existe una ruta en Castilla-La Mancha, y recorriéndola disfrutaremos de muchos de los pueblos y lugares que aparecen retratados en este libro. Se trata de un itinerario para disfrutar de los monumentos, de los espacios naturales, de la gastronomía y de las tradiciones de Castilla-La Mancha.

En Hoteles.net hemos elaborado un pequeño recorrido que comienza en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, y que pasa por varias localidades, todas ellas relacionadas con el libro de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha.

• Alcalá de Henares: resulta inevitable comenzar este recorrido en esta localidad madrileña, lugar de nacimiento de Miguel de Cervantes. Tanto su universidad como su recinto histórico han sido declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, y cuenta con lugares tan especiales como el Corral de Comedias o la Casa Natal de Cervantes, a cuya entrada podrás hacerte una foto con las dos figuras que representan a Don Quijote y a su escudero Sancho Panza.
• Esquivias, en Toledo: en esta población toledana nació la que fuera esposa de Miguel de Cervantes, Catalina de Salazar y Palacios, aunque el escritor tuvo una amante madrileña, Ana de Villafranca y Rojas, con la que tuvo una hija. Cervantes y su mujer vivieron durante un tiempo en la conocida como “Casa de Cervantes”, que actualmente acoge un museo dedicado al escritor.
• Consuegra, en Toledo: lo primero que llama la atención en este pueblo toledano, desde la lejanía, son sus molinos de viento, grandes protagonistas de algunas escenas del mítico libro. En total son 12 molinos muy bien conservados, y sus nombres están relacionados con El Quijote. Destacamos el llamado “Sancho”, que todavía cuenta con toda la maquinaria del siglo XVI, y también el molino “Bolero”, que siempre está abierto para las visitas.
• Alcázar de San Juan, en Ciudad Real: este municipio ha hecho a Cervantes hijo predilecto de la localidad, y sus habitantes aseguran que fue bautizado en uno de sus templos, la Iglesia de Santa María la Mayor. Aquí también hay molinos de viento que visitar, además del Museo Casa del Hidalgo y el Centro de Interpretación Cervantino.

• Campo de Criptana, en Ciudad Real: de nuevo, el horizonte de esta localidad está marcado por los molinos de viento, aunque cuentan que estos fueron los que realmente inspiraron a Cervantes para las aventuras de Don Quijote. Podremos disfrutar de sus entretenidas visitas guiadas durante todo el año.
• El Toboso, en Toledo: el gran amor de Don Quijote era de esta localidad toledana, la famosa Dulcinea del Toboso. De ella decía en el libro que “es la más hermosa mujer del mundo y yo el más desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta verdad”. En este pueblo podremos visitar el Museo Casa de Dulcinea, que recrea un caserón manchego del siglo XVI, y en la Plaza Mayor podremos ver un monumento dedicado a Dulcinea y a su enamorado.
• Argamasilla de Alba, en Ciudad Real: en la llamada Casa Medrano de esta localidad se conserva la Cueva Medrano, donde Cervantes estuvo prisionero y donde, según la leyenda, comenzó a escribir las aventuras del Ingenioso Hidalgo.
• Ossa de Montiel, en Albacete: en el término municipal de esta población albaceteña se desarrollan dos de los pasajes más relevantes de las aventuras de Don Quijote: el que discurre en la mágica Cueva de Montesinos, donde descendió a través del tiempo, y el que acontece en las ruinas del Castillo de Rochafrida. Conviene saber que, para visitar la cueva, es imprescindible concertar cita con alguna de las empresas autorizadas, y podremos informarnos previamente en una oficina de turismo.
• Ciudad Real y Almagro, en Ciudad Real: terminamos nuestro recorrido visitando dos lugares emblemáticos de Castilla-La Mancha. En primer lugar, Ciudad Real donde, además de conocer la Puerta de Toledo y la Catedral de Santa María del Prado, podremos recorrer su Museo del Quijote. A sólo media hora se halla el municipio de Almagro, poseedora de una espectacular Plaza Mayor, un Corral de Comedias del siglo XVII y un interesante Museo Nacional del Teatro.