Toro, en Zamora: historia, patrimonio y enoturismo

Maria Reig 13 Mayo, 2024

Hay quien dice que es la ciudad más bella de Zamora, y no es de extrañar, pues cuenta con numerosos monumentos que hace de Toro un hermoso conjunto histórico.

Toro, Zamora.
Toro, Zamora. Fuente: Guía Repsol

Situada al sureste de la provincia de Zamora, a unos 30 kilómetros de la capital, en plena vega del río Duero, asentada sobre un altozano y rodeada de campos de trigo y vides, encontramos la villa de Toro. Se trata de una localidad histórica, lugar de batallas y con numerosos monumentos declarados Bien de Interés Cultural. Toro se nos presenta como una ciudad medieval y uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Zamora.

Conocida internacionalmente por sus vinos, su precioso casco viejo, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1963; compite en fama con otras ciudades históricas castellanas. Ciudad monumental, es reflejo de su notable papel histórico entre los siglos XII y XVI, en la que fue sede real y lugar de celebración de Cortes. Su colegiata, sus iglesias mudéjares, palacios medievales y bodegas repartidas por el subsuelo de la propia localidad y sus alrededores, bien merecen una visita.

Toro, Zamora.
Toro, Zamora. Autor: Zarateman. Fuente: Wikipedia.

Historia de Toro, Zamora

Existen vestigios arqueológicos de origen celtíbero que indican la presencia de un castro conquistado por Aníbal. De esta época sería uno de los principales símbolos de la ciudad: el famoso “verraco”, un toro de granito que fue hallado por los repobladores cristianos en los tiempos de Alfonso III de Asturias y que, según muchos estudiosos, dio nombre a la ciudad.

Con el siglo XIII se inicia la etapa de mayor esplendor de Toro. Una gran actividad comercial se desarrolló en la zona después de que Alfonso IX de León promulgara el fuero de la Villa en 1222. De esta forma se crearon una diversidad de oficios y actividades que se agruparon por gremios en calles y plazas. En esta ciudad nació Juan II de Castilla en 1406 y más tarde fue el escenario de la batalla de Toro (1476) en la guerra de sucesión entre Juana la Beltraneja y su tía la infanta Isabel. Más tarde, las tropas portuguesas permitieron el acceso al poder de Isabel y su esposo Fernando de Aragón.

La expulsión de los judíos de España en 1492, afectó de pleno a Toro, ya que contaba con un importante barrio de la Judería. Tras la muerte de Isabel la Católica, las Cortes de Castilla se reunieron en la villa en 1505, donde se tomaron dos importantes decisiones: proclamar reina de Castilla y heredera de todos los reinos a Doña Juana, hija de Isabel, según contemplaba su testamento, y proclamar las llamadas Leyes de Toro, que recogían numerosas cuestiones relacionadas con el derecho civil.

Toro, Zamora.
Toro, Zamora. Autor: Lacantermerrin88. Fuente: Wikipedia

Qué ver en Toro, Zamora

Pasear por sus calles nos permite disfrutar de sus numerosos monumentos, pero si alguno destaca entre ellos es la Colegiata de Santa María la Mayor. Comenzó a construirse en el siglo XII en pleno románico de la transición y en su sacristía se encuentra el famoso cuadro de la Virgen de la Mosca del siglo XVI, y un Calvario de marfil único en España. Su famoso Pórtico de la Majestad, antigua puerta principal del siglo XIII, esculpida en piedra, conserva aún su policromía original.

El Alcázar de Toro es, quizá, la edificación más antigua de la ciudad. Construido en el siglo X, está totalmente remodelado, siendo la actual sede de la Oficina de Turismo, vale la pena visitarlo por las vistas que ofrece sobre la campiña y el río Duero. Frente a su puerta encontraremos el famoso toro celtibérico, seña de identidad de la ciudad. En el paseo por Toro podemos ver numerosos palacios y casas solariegas construidas entre los siglos XV al XVIII, que aunque de propiedad privada en la actualidad, vale la pena admirar sus fachadas.

Mención aparte merecen las iglesias mudéjares que veremos en el centro histórico de Toro. Se hallan bajo esta denominación la forma en que se fusionaron el románico, el gótico y el arte islámico fundamentalmente entre los siglos XII y XVI. Así, la iglesia de San Lorenzo el Real es una de las más hermosas, pero también vale la pena visitar la iglesia del Santo Sepulcro y la iglesia de San Sebastián de los Caballeros. Visitar el Monasterio de Sancti Spiritus el Real, que alberga el Museo comarcal de Arte Sacro, un claustro renacentista y hermosos sepulcros. Mucho más nos queda por visitar en Toro, pero no hay que despedirse sin acudir a alguna de sus famosas bodegas y degustar algunas excelencias de su gastronomía.

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