Bodegas Protos: la bodega más visitada de la Ribera del Duero

En Peñafiel, una bodega que combina tradición subterránea y arquitectura vanguardista se ha convertido en parada obligada en Valladolid.

En el epicentro de la Ribera del Duero, Bodegas Protos ha sabido convertir su herencia centenaria y su espectacular ubicación en un imán para los visitantes. Situada al pie del Castillo de Peñafiel, en Valladolid, combina lo mejor de la tradición vitivinícola con un diseño arquitectónico que llama la atención incluso desde lo alto de la fortaleza.
Desde que abrió sus puertas al público en 2009, más de un cuarto de millón de personas han recorrido sus galerías y salas de cata. El atractivo va más allá de sus vinos: es una experiencia completa que conecta historia, innovación y cultura del vino.
Bodegas Protos: un cruce de caminos con siglos de historia
El emplazamiento de Bodegas Protos se encuentra donde confluyen antiguas rutas ganaderas y calzadas romanas. En el pasado, la zona estaba parcialmente cubierta por una pequeña laguna formada por el arroyo Botijas. Muy cerca, bajo la ladera del Castillo, siguen existiendo las viejas galerías excavadas en roca, comunicadas con la bodega actual.

La construcción moderna reinterpreta la tradición de excavar bodegas en el terreno, técnica empleada durante siglos para conservar el vino. Desde el exterior, su elemento más llamativo es la cubierta formada por cinco bóvedas alineadas hacia el Castillo, pensada como una fachada visible desde la cima.
Esta integración entre arquitectura contemporánea y entorno histórico refleja la filosofía de la bodega: mantener la esencia mientras se apuesta por la innovación. El resultado es un espacio donde cada rincón cuenta parte de la historia del vino en la Ribera del Duero.
Bodegas Protos: casi un siglo de evolución
La historia comienza en 1927, cuando un grupo de viticultores unió esfuerzos con un lema claro: “SER PRIMERO”. Apenas dos años más tarde, sus primeros vinos ya eran reconocidos con una medalla de oro en la Exposición Universal de Barcelona de 1929.

En 1970 se inició la excavación de una bodega de crianza bajo la montaña del Castillo de Peñafiel, creando un laberinto de más de dos kilómetros de galerías. En 1982, el nombre de Protos dio identidad al recién creado Consejo Regulador de la D.O. Ribera del Duero.
La expansión continuó con la compra de una bodega en Anguix en 1986, rodeada de viñedos antiguos, y con la entrada en la D.O. Rueda en 2006 para elaborar blancos de calidad. En 2008, la apertura de la actual sede diseñada por Rogers Stirk Harbour + Partners junto a Alonso Balaguer marcó un salto en modernidad y tecnología.
Visitar Bodegas Protos en Peñafiel: experiencias para todos los públicos
Las visitas combinan historia, arquitectura y cata. La opción más popular incluye recorrido por la bodega subterránea y el edificio contemporáneo, cata de tres vinos y aperitivo. La propuesta más exclusiva añade un cuarto vino de alta gama y está enfocada al público adulto.

El “Menú Ribera” es el complemento perfecto para quienes quieran sumar gastronomía a la experiencia. Morcilla, chorizo casero, pimientos asados y lechazo al horno se maridan con vinos de la casa en un ambiente relajado.
Las tarifas varían según el tipo de visita y el aforo es reducido, lo que garantiza una experiencia más personalizada. Con su mezcla de patrimonio, diseño y vino, Bodegas Protos se ha convertido en una de las paradas imprescindibles para quienes recorren la Ribera del Duero.