Chulilla, uno de los pueblos más bellos de Valencia

Belén Valdehita

Naturaleza, monumentos y piscinas naturales nos esperan en Chulilla, en el interior de Valencia.

El pueblo de Chulilla, en Valencia
Fuente de la imagen: Valencia Culture Magazine

En el interior de la provincia de Valencia, en la Comarca de la Serranía, hay un precioso pueblecito llamado Chulilla. Situado en la ladera de un promontorio, dominado por un antiguo castillo árabe, está rodeado por un precioso paisaje en el que el agua es protagonista indiscutible.


Ubicado en la cuenca media del río Turia, a 322 metros de altura, la localidad se halla a los pies del Parque Natural Chera-Sot de Chera. Sólo 60 kilómetros nos separan de la capital de la provincia, la ciudad de Valencia. 


Su castillo aún conserva los torreones y las murallas que dan a la población. Por la parte que da al río no hay murallas, ya que hay un gran cañón que hacía, y sigue haciendo imposible el acceso al pueblo.

Ruta de los Puentes Colgantes de Chulilla, en Valencia
Fuente de la imagen: Valencia Bonita

Conoce Chulilla, en Valencia

Considerado Monumento Histórico Artístico, el castillo local es el emblema arquitectónico del pueblo. Fue construido durante la Edad Media, y se halla en la parte más alta de la villa. Pero la población nos reserva otros tesoros monumentales, como la iglesia barroca de Nuestra Señora de los Ángeles, edificada entre los siglos XVI y XVII sobre una antigua mezquita. No te quedes sólo con la fachada, porque en el interior podrás ver una magnífica talla de madera policromada de una Virgen con Niño, del siglo XVI, y un lienzo de la Virgen del Castillo con Niño, del siglo XVII.


Hay dos antiguas ermitas en el pueblo, la de Santa Bárbara, situada a un kilómetro de la localidad y de estilo gótico primitivo, aunque restaurada en 1730, y la Ermita de San Josepe, del siglo XVII, lugar en el que se bendice a los animales del municipio.  


Si te gustan los conjuntos prehistóricos, en el pueblo hay muchos, como las Pinturas Rupestres del Barranco de Falfiguera, un conjunto de representaciones antropomorfas y zoomorfas localizadas en un abrigo descubierto en 1998.

El Charco Azul de Chulilla, en Valencia
Fuente de la imagen: Luz Meditarránea

Especialidades gastronómicas de Chulilla

La cocina tradicional de este pueblo valenciano ha personalizado y hecho propia la gastronomía típica de la Comarca de la Serranía. Los platos más típicos son la olla de carne, un contundente guiso de alubias, patatas, cardo, tocino, morcilla de pan o morcilla de cebolla; la olla de berzas, que lleva alubias, acelgas, patatas y un poco de hierbabuena; el rin-ran, que es una variación de la olla de berzas que también incluye bacalao y huevo duro, o el popular ajoarriero, con patatas, bacalao y aceite. 


Si te gustan los dulces, prueba el reguiño, típico de la localidad, además de otras especialidades comarcales, como los congretes, los mantecados o las tortas de almendra. De esta tierra son también el Vino Rancio o la Mistela, un licor dulce.

Senderismo por Chulilla, en Valencia
Fuente de la imagen: Valencia Bonita

La riqueza natural de Chulilla

Si el pueblo es bonito, el entorno natural es excepcional. Disfruta del senderismo por rutas tan bellas como la del Cañón del Turia de Chulilla, de cuatro kilómetros de recorrido. Y es que el agua es omnipresente en la localidad, abundando los remansos naturales en el Turia, todos aptos para el baño, como el Charco Azul, la Peña la Judía, las Canales o el Remanso las Mulas. También están las Toscas de Cherales, en el río Sote, o el Valladejo, en el río Sot.


Para contemplar el municipio en todo su esplendor, sólo tendrás que acercarte a alguno de sus miradores, como el de las Cuevas, el de La Muela o el Mirador de la Peñeta. Y realmente original y divertida es la Ruta de los Puentes Colgantes.


Si viajas a Chulilla el primer fin de semana de mayo podrás vivir su fiesta más popular, esa que todo el pueblo está deseando que llegue. Se trata de La Enramá, una antigua celebración relacionada con los Mayos que ha ido pasando de generación en generación. Comienza con el corte de ramas de chopo por parte de los mayorales y vecinos de la villa en las riberas del río. El festejo también incluye romerías, el canto de los Mayos o el Pollo, que son torres humanas que se forman con el objetivo de alcanzar un jamón y un rollo de pan. Un festejo de lo más original para uno de los pueblos más bonitos de Valencia, Chulilla.

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