Sóller, un pueblo muy especial en Mallorca
El pueblo mallorquín de Sóller es famoso por su centenario tren de madera, por estar rodeado de naranjos y montañas, por sus edificios modernistas y por otras muchas cosas que te invitamos a descubrir.
El pueblo de Sóller, en el noroeste de Mallorca, en las Islas Baleares, huele a azahar en primavera. Y es lógico, teniendo en cuenta que se encuentra en medio de un valle repleto de naranjos. Con este magnífico aroma nos recibe está localidad que prosperó en el siglo XIX gracias a la exportación de naranjas, limones, almendras, higos o aceitunas a Francia y a Barcelona desde el Puerto de Sóller.
En esa época, muchos fueron los habitantes de este municipio que abandonaron este valle rodeado de montañas para hacer fortuna en el país galo o en la Ciudad Condal. Fueron los mismos que, al regresar a su tierra, construyeron los magníficos edificios modernistas que pueden verse hoy en día.
A seis kilómetros de la villa se halla el animado Puerto de Sóller, donde no encontraremos grandes playas, pero sí dos preciosas calas: la de Sa Calobra y la del Torrent de Pareis.
Un paseo por Sóller
Comenzamos la visita a Sóller por uno de sus lugares más emblemáticos, la Plaza de la Constitución. Allí se encuentra la Iglesia de San Bartolomé, dotada de una fachada modernista, una estructura barroca y un campanario neogótico. En esta plaza también están los edificios modernistas del antiguo Banco de Sóller y del Hotel La Vila.
Para conocer todo lo relacionado con el Modernismo en Sóller, sólo hay que cercarse al Museo Can Prunera. Observando sus vidrieras, su escalera de caracol o sus brillantes baldosas, comprobaremos que se trata de un estilo modernista más recargado que el del resto de Mallorca y Cataluña. El museo, además de exposiciones temporales, cuenta con una muestra permanente de cuadros de reconocidos pintores. Se trata de la Colección de Arte Serra, que incluye obras de Toulouse Lautrec, Paul Klee, Joan Miró o Fernand Léger.
En la localidad hay un hermoso jardín botánico, situado al lado del Museo Balear de Ciencias Naturales, dos interesantes lugares que visitar. Y realmente peculiar es el Cementerio de Sóller, llamado Son Sang. Fue construido en 1841, y se ha convertido en un auténtico museo modernista, ya que la mayoría de sus tumbas, panteones y monumentos funerarios son de este estilo.
El Tren de Sóller
Y no podemos marcharnos sin haber montado en el famoso Tren de Sóller. Se trata de un antiguo ferrocarril de madera que une la población con la ciudad de Palma. Se trata de un agradable y pausado trayecto que dura una hora, y que permite contemplar con toda tranquilidad los paisajes y pueblos del interior de la isla.
También hay un tranvía eléctrico de madera que realiza un trayecto de cinco kilómetros entre el municipio y el Puerto de Sóller, y que lleva funcionando desde el año 1913.
Otras propuestas ineludibles en Sóller son acudir al mercadillo de los sábados, que tiene lugar en la Plaça del Mercat de 08:00 a 13:00 horas; tomar un exquisito helado en Sa Fàbrica de Gelats, que cuenta con una gran variedad de sabores y también está en la Plaça del Mercat, o comprar productos gourmet locales en las tiendas Fet-a-Sóller, Ca’n Matarino o La Luna.
