Breña Alta, cálido destino en La Palma

Belén Valdehita
Belén Valdehita 07 Marzo, 2018

Rodeado por un paisaje de gran belleza, el pueblo canario de Breña Alta, antaño famoso por sus cultivos, es hoy en día un tranquilo y cálido destino en la isla de La Palma.

Playa de Bajamar, en Breña Alta, La Palma
Fuente de la imagen: Dominic Dähncke

El término municipal de Breña Alta, en la isla canaria de La Palma, se extiende desde el Océano Atlántico hasta una altura de 350 metros, y es conocido por sus cultivos de plátano, aguacate, cereales y tabaco.


En la zona más alta se sitúa el casco urbano, mientras que en la parte más baja se halla el Barrio de Bajamar, donde se encuentra el puerto pesquero, además de una playa artificial.


Otros barrios que integran el municipio son San Pedro, Breña, Las Ledas, Buenavista de Arriba, Buenavista de Abajo, Botazo, Miranda, El Llanito y La Cuesta.

Mirador al Infinito, en Breña Alta, La Palma
Fuente de la imagen: Visitar Canarias

Qué ver en Breña Alta

El pueblo fue escogido como residencia por muchas familias nobles castellanas en el siglo XVI, que llegaron para crear grandes y florecientes cultivos de viñas, cereal, frutales o tabaco. Esta circunstancia queda patente en las grandes casonas que aún se conservan en la localidad.


Por lo que respecta a la arquitectura religiosa, mencionar la Iglesia de San Pedro Apóstol, del año 1539, que albergó el cementerio de la Villa hasta 1862; la Ermita de Nuestra Señora de La Concepción, que acoge en su interior un excelente conjunto de pintura canaria de los siglos XVII y XVIII, o la pequeña y hermosa Ermita de San Miguel, del año 1705.


Otros lugares de interés son el Molino de Buenavista, edificado en 1862; la Cruz en homenaje a los fallecidos en la tragedia del Barranco de Aduares, que tuvo lugar el 16 de enero de 1957; un antiguo horno de tejas; el Polvorín de Calcinas, construido para guardar la munición del Castillo de Santa Catalina, que quedó destruido en 1896 por una explosión, o los espectaculares Dragos Gemelos, dos árboles autóctonos que se encuentran situados en la carretera de San Isidro y tienen 3.500 años de antigüedad.

Dragos Gemelos de Breña Alta, en La Palma
Fuente de la imagen: La Gaveta de Aguere

Comer en Breña Alta

Llegada la hora de comer, en esta población podremos degustar la rica y variada cocina de la isla de La Palma, que constituye una peculiar fusión de la gastronomía guanche, la castellana, la portuguesa y la que llegó del Nuevo Mundo.


Entre los productos y platos más típicos de la zona se encuentran el gofio, que es un tipo de harina que se prepara de varias formas, como en escacho, escaldado o en chicharrones; las papas, que sobre todo se cocinan arrugadas, con agua, sal y con su piel, y acompañan a la carne a la brasa y al pescado frito; los pescados y mariscos frescos, como las cabrillas, alfonsiños, samas, meros, viejas, lapas, camarones, güeldes o morenas; los mojos, típicas salsas que pueden ser picona de pimienta roja seca o verde; el ñame, un tubérculo que se utiliza en potajes, guisado, como acompañamiento del pescado o como postre, con miel de caña, y los dulces, como los piononos, la rapadura, los almendrados, los marquesotes, el bienmesabe, la tarta de limón o la tarta Príncipe Alberto.

Breña Alta, en la isla de La Palma
Fuente de la imagen: Pinterest

Actividades turísticas en Breña Alta

Además de visitar el patrimonio local, conocer el puerto pesquero o disfrutar de la playa artificial, en Breña Alta también podremos salir de compras por algunos de sus pequeños centros comerciales.


La naturaleza es otro de los grandes atractivos, y resulta un auténtico placer practicar el senderismo o hacer excursiones en bicicleta por parajes como el Camino Real de Los Puertos, el Área Recreativa Pared Vieja, la Pista Forestal Túnel de La Cumbre-Pared Vieja o el Camino de Las Fuentes.


Otras propuestas de ocio son el Centro Temático Los Álamos, que incluye un Centro Temático del Puro, un Centro Temático de Las Cruces, una reproducción de una plazoleta y un templete antiguos, una tienda de artesanía y un bodegón canario; o el Maroparque, que está dedicado a la naturaleza y a los animales.

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