Un viaje al corazón andaluz lleno de historia, patrimonio y naturaleza
Descubre una importante localidad de Huelva conocida por su importante patrimonio histórico y cultural, entre el que destaca una mezquita construida sobre una basílica visigoda del siglo V.

En el norte de la provincia de Huelva, en los límites del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, oculto entre bosques de encinas y castaños, se encuentra Almonaster la Real. Catalogado como unos de los pueblos más bonitos de España desde 2018, esta localidad sorprende por su rico patrimonio histórico.
Vestigios de periodos romanos, visigodos, musulmanes y cristianos se fusionan aquí. Un municipio cargado de historia y peculiaridades, donde se conserva la única mezquita situada en un entorno rural dentro de la Península Ibérica. Su arquitectura popular, calles empedradas, su legado histórico y cultural son elementos que llevaron a su declaración como Conjunto Histórico-Artístico desde 1982.

Historia de Almonaster la Real
Un paseo por las calles empedradas de la población muestra numerosas casas y edificios salpicados de motivos mudéjares, renacentistas y barrocos, así como viviendas señoriales, constituyendo uno de los conjuntos urbanos de mayor interés. Construcciones de diferentes épocas y estilos conviven en una perfecta armonía en esta villa.
Aunque los primeros restos de asentamientos humanos en el término municipal se corresponden con la Edad de Bronce, los más antiguos localizados en el pueblo son de la época romana, encontrados en la Mezquita. Y es que este edificio es uno de los emblemas de la población. Declarada Monumento Nacional en 1931, se encuentra ubicada en la parte más alta del pueblo, junto a los restos de la fortaleza árabe. Los romanos utilizaron este lugar como enclave militar, más tarde se convirtió en monasterio visigodo y, sobre sus restos, y con la llegada de los musulmanes, la mezquita se levantó a finales del siglo IX o principios del X.
La Mezquita de Al-Munastyr conserva la elegancia del periodo omeya. Erigida durante el reinado de Abd al-Rahman III y siguiendo los cánones de la época califal, su interior presenta dos espacios bien definidos: el patio abierto para las abluciones, el shan, y la sala de oración cubierta, el haram, formada por cinco naves con arco de ladrillo sobre columnas de diferentes materiales. Los cristianos que reconquistaron Almonaster en el siglo XIII respetaron la mezquita y la convirtieron en ermita.

Qué ver en Almonaster la Real
Además de la ermita, los cristianos convirtieron este reducto en un castillo-fortaleza. Su construcción revela varias etapas constructivas: la que pertenece a la época califal, intervenciones de la época almohade y mampostería de la época medieval cristiana. El recinto amurallado presenta un perímetro irregular de algo más de 300 metros de longitud. Como curiosidad, su antiguo patio de armas fue utilizado para construir, en el siglo XIX, una plaza de toros.
Dejando el cerro y volviendo a la villa, destaca la iglesia gótico-mudéjar de San Martín. Fue construida en el siglo XIV por necesidades de aforo, ya que la ermita de la Concepción ubicada en la antigua mezquita quedaba pequeña para la celebración de cultos. De gran complejidad constructiva, presenta bóveda de cañón en sus tres naves separadas por arcos sobre pilares cruciformes. Destaca su puerta del Perdón, de estilo manuelino, una de las pocas que existen en España de este estilo.
La llamada Capilla de la Santísima Trinidad, situada en la plaza del Ayuntamiento, es un pequeño edificio barroco de finales del siglo XVIII. De planta irregular, en una sola nave se encuentran la sacristía, un pequeño púlpito y un coro elevado. También en esta plaza se encuentra la casa del político Miguel Tenorio de Castilla, favorito de la reina Isabel II. Es famoso también el Puente de la Tenería, de época medieval, que formaba parte de una antigua fábrica romana por la que pasaba uno de los ramales de la Vía Julia romana. A unos 20 kilómetros del casco urbano se encuentra la Ermita de Santa Eulalia, declarada Bien de Interés Cultural, Monumento y Zona Arqueológica en 2003. Se trata de un edificio romano, ya que los tres muros de su ábside son los de un mausoleo de la época imperial construido en la primera mitad del siglo I. Sobre este mausoleo, se levantó la ermita a finales del siglo XV.