Llerena, un destino diferente en Badajoz

Al sur de la provincia de Badajoz, en la comarca conocida como Campiña Sur, se encuentra Llerena, un destino muy especial que te llenará de sabores, aromas, historia y naturaleza.

En 1640 el rey Felipe IV otorgó el título de ciudad a Llerena por la influencia que durante siglos había tenido en toda Extremadura como sede de la Orden de Santiago y también como uno de los más importantes tribunales de la Inquisición.

Qué ver en Llerena

Es inevitable no sobrecogerte cuando llegas a la Plaza Mayor, testigo de la historia de Llerena, con sus elegantes soportales. A partir de aquí se sucede una gran cantidad de patrimonio monumental civil y religioso que puede comenzar con el Ayuntamiento, del siglo XVII.

Uno de los monumentos más importantes es la Iglesia Mayor de Nuestra Señora de la Granada, con una mezcla de estilos entre los que destacan el gótico, el mudéjar y el barroco. La parroquia de Santiago Apóstol es otro de los edificios religiosos que hay que visitar, fundada por el último Gran Maestre de la Orden de Santiago en el siglo XV. 

El casco antiguo está repleto de arquitectura barroca y su recorrido resulta de una belleza excepcional con toques mudéjares y con el encalado blanco de muchos de sus edificios. Destaca el Palacio Maestral que fue sede de la Inquisición, el hospital San Juan de Dios, el Palacio Episcopal o el Palacio de los Zapata. 

Turismo de naturaleza en Llerena

Llerena cuenta con numerosas zonas verdes dentro y fuera del núcleo urbano. Además de los parques urbanos, el espacio que más visitantes recibe es el Parque Natural de la Albuera. Este espacio natural cuenta con un precioso lago y por sus condiciones medioambientes es el hábitat natural de una fauna y flora específicas.

Una visita especial y diferente, aunque ya fuera de la ciudad, es al Monumento Natural de la Mina La Jayona. Se trata de una antigua explotación minera cuyo abandono ha supuesto una regeneración ambiental muy particular, con un gran interés ecológico y con unos paisajes de magia. 

La propia mina se puede visitar y resulta fascinante observar cómo entre las antiguas instalaciones para la extracción del mineral se ha ido creando una espesa vegetación que se convierte en un espectáculo cuando te acercas al hueco central, lleno de agua y con una flora típicas de unos acantilados.

Qué comer en Llerena

Resulta imposible desligar la gastronomía de la historia y eso se ve claramente en el caso de Llerena. En tiempos de la Inquisición, los vecinos realizaban todo un ritual durante la matanza del cerdo, a la vista de todo el mundo, para que nadie resultara sospecho de infiel. Esta tradición pervive y el resultado es una cocina donde los productos del cerdo adquieren todo el protagonismo.

El plato típico por excelencia es el cocido extremeño, aunque también estás en tierra de deliciosos gazpachos. El vino con Denominación de Origen Ribera del Guadiana tendrá una presencia constante en tu mesa y deja sitio para el postre, porque los Corazones de Monja de Llerena son un placer que no puedes perderte.