El bello pueblo de Rodellar, en Huesca

Belén Valdehita
Belén Valdehita 04 Junio, 2021

Paraíso de los aficionados a la escalada, la localidad oscense de Rodellar puede presumir tanto de pueblo como de entorno natural.

El pueblo de Rodellar, en Huesca
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Situado en un alto, sobre el Barranco de Mascún y el valle del río Alcanadre, Rodellar es sin duda uno de los pueblos más bonitos de la Sierra de Guara, en Huesca. Perteneciente al término municipal de Bierge, se encuentra a la entrada del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara.

Con estas referencias, no es de extrañar que esta villa aragonesa sea un auténtico paraíso para los deportes de aventura, especialmente para la escalada. Pero no hace falta ser un aventurero para disfrutar de este encantador destino, que también ofrece la posibilidad de realizar bellos y tranquilos paseos entre bosques de encinas o sencillamente nos da la oportunidad de perdernos por las calles de este hermoso pueblo de la comarca del Somontano.

Ermita de la Virgen del Castillo, en Rodellar, Huesca
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Qué ver en Rodellar

Para los que no pueden evitar buscar edificios con historia en sus destinos, aquí podrán calmar sus anhelos visitando la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, que fue construida en el siglo XVII sobre los restos de una edificación románica anterior.

En las proximidades de Rodellar se hallan varios lugares que, además de su interés arquitectónico, poseen un espectacular en torno natural. Es el caso de la Ermita de la Virgen del Castillo, situada al borde de los acantilados del Mascún, o el Puente Medieval de las Cabras.

Para disfrutar de otros atractivos de la villa, basta con pasear por sus dos barrios, el de la Iglesia y el de la Honguera, donde abundan las construcciones tradicionales, muchas de ellas del siglo XVIII.

Escalada en Rodellar, Huesca
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Qué hacer en Rodellar

Esta claro que las mayoría de las preferencias de cuantos visitan Rodellar están relacionadas con las actividades que se pueden realizar en su precioso entorno natural. Y es la escalada la que más adictos atrae a la zona, seguida del barranquismo y del senderismo.

Llegada la hora de comer, lo mejor es empezar por el aperitivo. Un buen lugar para tapear, o para comer, es el Bar Florentino, en la calle de la Fuente, y en la calle de la Iglesia está el Refugio Kalandraka, donde preparan especialidades como la lasaña vegetal, también la hacen de carne, o la hamburguesa de arroz salvaje.

Y si lo que te va es la fiesta, déjate caer por Rodellar a mediados de agosto, cuando tienen lugar sus populares fiestas patronales en honor a San Lorenzo. Se celebran en torno a los días días 9, 10 y 11 de agosto, e incluyen tradiciones como la ronda por las casas que realizan los rondadores y joteros, o la "Torta en la Carrasca", que consiste en compartir unas tortas bendecidas en torno a este singular árbol, y con ello recordar la epidemia que sufrió la población del Valle de Rodellar hace muchos años y que dejó mermada la población. Por supuesto por la noche no falta la música y el baile hasta altas horas de la madrugada.

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