La gruta del diablo, una gran sorpresa de Cantabria

La Fuente del Francés en Hoznayo es una ruta sencilla e ideal para hacer con niños y una de las grandes sorpresas de Cantabria. Una maravilla poco conocida que maravilla a quienes la visitan. Se encuentra a menos de veinte kilómetros de Santander y su acceso es sencillo.

La Fuente del Francés debe su nombre a un clérigo que escapaba de la revolución francesa de su país y descubrió este manantial de aguas con propiedades minero medicinales que dio lugar a la creación de un balneario en el siglo XIX.

Fue a finales de la década de 1870 Geraro Cagigal creó un balneario que tuvo mucho éxito hasta finales de siglo. Estuvo un tiempo abandonado hasta que el doctor Morales explotó sus aguas para la venta en farmacias. El ‘Agua de Hoznayo’ cogió fama y en muchas casas cántabras era el agua de botella de mayor consumo. En 1980 se cerraron todas las instalaciones de embotellado.

La ruta es circular y la podemos realizar con niños pequeños y animales. Transita por varias cascadas, pequeñas pero muy bonitas. Es una zona con abundante vegetación un poco abandonada pero llena de sorpresas.

Para comenzar la ruta podemos aparcar en el supermercado de Hoznayo y desde ahí ir en dirección al bosque hasta terminar en la Fuente del Frances. Esta ruta deberíamos hacerla en el sentido de las agujas del reloj y por tanto pasar primero por el bosque, una zona preciosa.

Si nos acercamos a la gruta, nos encontramos con una antigua zona de descanso, en la que se construyeron unos rústicos bancos de piedra. En esa misma zona se puede ver el arranque de una cueva. La cueva tiene varias galerías, una de las cuales acaba en una puerta enrejada y cerrada, que da al camino que recorre la ribera del río.

Al cruzar la cueva se termina en la cascada y podemos ver la cascada que se forma al caer el agua por la Gruta del Diablo.

Tras recorrer el monte por un frondoso bosque, comenzamos la vuelta de nuevo a Hoznayo para dar por finalizada la ruta.